• Marea Verde denuncia el fracaso absoluto del sistema oficial frente a la violencia contra las mujeres.

 

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22 

CHETUMAL, 25 noviembre. – Por primera vez desde su creación, Marea Verde Quintana Roo anunció que este 25 de noviembre no marchará en las calles de Chetumal.

La decisión —que rompe con años de movilización constante—, no es una renuncia, sino un grito político: la colectiva afirma que salir a las calles se ha vuelto un síntoma de la impunidad, de la simulación institucional y del abandono estructural que sufren mujeres, niñas y adolescentes en el estado y en el país.

El mensaje publicado en redes sociales es una radiografía cruda de un sistema de justicia que, aseguran, acumula un 99.9 % de impunidad mientras reproduce violencia desde sus propias oficinas.

La organización acusa a jueces, magistrados y operadores del sistema judicial de actuar con negligencia y corrupción, retrasando audiencias de manera deliberada, permitiendo que agresores vinculados a proceso burlen la ley y dejando sin protección a víctimas, incluso a niñas y niños involucrados en casos de alta gravedad.

Señalan expedientes que descansan por años en tribunales, apelaciones que no debieron existir y decisiones tomadas sin revisar antecedentes ni pruebas.

“Jueces como cajeros de Oxxo cobrando unas chelas”, escribió la colectiva, evidenciando la profunda indignación hacia operadores que, denuncian, tratan la vida de las mujeres como un trámite más.

Marea Verde también documentó episodios recientes que, dicen, muestran un deterioro institucional alarmante: agresores que acuden a juzgados con grupos de choque sin que se active un solo protocolo; otros que manipulan instituciones para inscribir a madres en registros de deudores mediante sentencias obtenidas con fraude procesal; hombres sentenciados por abuso sexual a menores que permanecen libres bajo el amparo de apelaciones interminables.

“En México funciona el chisme, no las pruebas”, denuncia el texto, subrayando que casos con evidencias contundentes se caen mientras los agresores compran tiempo, protección y favores.

La colectiva también cuestionó el cinismo de las autoridades que, cada 25 de noviembre, publican mensajes de “cero tolerancia” y “compromiso con las mujeres”, mientras —afirman— mantienen relaciones de complicidad con delincuentes, permiten la corrupción en fiscalías y normalizan la violencia institucional.

“Perdón, no tienen madre”, sentenció el comunicado, reflejando el hartazgo ante un Estado que “abandona” a niñas, niños y mujeres mientras protege a los violentadores.

Finalmente, Marea Verde Quintana Roo explicó que este año decidió no marchar porque muchas integrantes ya no están dispuestas a pisar fiscalías que las revictimizan ni a mendigar justicia que debería ser un derecho. Algunas, aseguran, buscarán justicia fuera del país ante la ineficacia de las autoridades mexicanas. “Regresaremos, quirúrgicas”, advierten.

El mensaje concluye con una advertencia de fondo: el movimiento no se detiene, solo se reconfigura, porque la violencia continúa y la lucha sigue —aunque esta vez no desde la calle, sino desde otras trincheras donde el Estado no pueda seguir ignorándolas.

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

HM

 

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