Similitudes Sexenales; “El que la Hace la Paga…”

Renan Castro Madera/CAMBIO 22

Lo protegía de todo y contra todo; le permitió crear una narcosecretaría bajo su anuencia y protección, dañando a centenares de familias en un sexenio caracterizado por el dolor y la sangre derramada de sus gobernados.

Su mediocridad e incapacidad la escondía bajo la tutela de su siniestro Secretario de Seguridad Pública, en quien se reflejaba y compartía su predominante lambisconeria amalgamadas con esa impactante hipocresía y falsa moral, las cuales utilizó para escalar las altas esferas del poder.

Acostumbrados al montaje y a fabricar su “verdad histórica”, incrustándola en la conciencias de periodistas a modo que maquillaron sus excesos anteponiendo sus intereses para voltear a otro lado cuando se enlutaban miles de los hogares de sus gobernados.

Utilizaba con frecuencia y como lema triunfalista la frase en tono jactancioso y burlón: “Aquí, el que la hace la paga…”

Tenía a flor de labios la descalificación a sus antecesores y la alabanza y el servilismo a los poderosos; empero, para los de abajo el desprecio y la descalificación.
Poco les importaba sumir en el descrédito a quien intentara interponerse en sus planes; no importaban los medios si no los resultados para lograr lo que se proponía.

La protección y complicidad brindada a su Secretario de Seguridad Pública, provocó escribir la historia sexenal más violenta y trágica del lugar que gobernó.
Invirtió el más alto y ambicioso presupuesto en materia de seguridad pública para ponerlo al servicio de los poderosos capos del narcotráfico, quienes despachaban desde las mismas oficinas de su privilegiado secretario.

Jamás se atrevió a utilizar los reclamos y menos los llamados de atención para frenar la corrupción galopante y la protección al crimen organizado que floreció cómo jamás había ocurrido en sexenios anteriores.

Sus reuniones privadas, entre el Ejecutivo y el poderoso Secretario de Seguridad Pública, las utilizaban para escuchar y revisar las grabaciones prohibidas de sus adversarios, las cuales se realizaban con el moderno equipo tecnológico que habían adquirido, según para servir a la sociedad.

Afines a presumir su cercanía y relaciones con gobiernos extranjeros, de los cuales sus agencias de inteligencia les brindaban capacitación académica, principalmente del Mossad Israelita y la DEA de los Estados Unidos, aunque pocos fueron los resultados obtenidos con sus ostentosos y apantalladores cursos.

En ellos durante su sexenio todo era fantasía y oropel. La historia se ha encargado de ponerlos en el basurero de la historia, producto de la criminal mediocridad que utilizaron para dirigir nuestros destinos.

Está historia podría encuadrarse en cualquier administración pública de México; sin embargo este artículo está diseñado y dedicado al ex Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa y su Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, preso en los Estados Unidos, acusado de nexos con el narcotráfico entre otros cargos.

Cualquier similitud con nuestra realidad cotidiana, es producto de nuestra fantasiosa y realidad imaginativa, construida con la sangre y el dolor de decenas de familias quintanarroenses que viven un luto permanente desde hace varios sexenios…

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