Silvia Pinal, la Diva del Cine y la Política que Dejó una Huella en México
29 Nov. 2024
-
Silvia Pinal, estrella de la época dorada del cine mexicano, no solo conquistó la pantalla grande, sino que también dejó su marca en la política del país.
-
La actriz y legisladora fue clave en la historia política de la nación, defendiendo los intereses de los gremios artísticos y trabajando en diversas reformas culturales.
Redacción / CAMBIO 22
El 28 de noviembre se apagó la luz de una de las estrellas más importantes del séptimo arte, Silvia Pinal dejó México a la edad de 93 años. La diva del cine no solo marcó lo que se conoce como la época más importante de México en la pantalla grande con películas como Viridiana; Un rincón cerca del cielo; Sí, mi vida; o Dios no lo quiera. También marcó la pantalla chica con programas como Mujer, casos de la vida real o su aparición en diversas novelas.
Silvia Pinal tuvo un papel preponderante en las artes durante la era de la hegemonía priísta en el cual se resaltaba el nacionalismo. La actriz se volvió un ícono por sus dotes actorales y su belleza que fue inmortalizada por el famoso muralista, Diego Rivera. La historia le guardará un lugar junto a otras actrices de su talla como María Felix, Dolores del Río, Blanca Estela Pavón o Marga López. La trayectoria de la actriz es tan extensa que incluso estuvo marcada por su paso por la política.
Cabe destacar que durante la época del autoritarismo del Revolucionario Institucional (1929-1997) el partido estableció un modelo corporativo, en el cual se organizó a la sociedad a través de sectores. El arte no escapó a esta cooptación y fue a través de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), el entonces partido hegemónico tenía nexos con la élite artística. Todo esto viene a colación, porque Pinal tuvo un acercamiento con la política desde mediados del siglo XX.
En su libro Esta soy yo la diva escribió que se unió a los movimientos actorales que buscaban la independencia del gremio artístico. Inició a mediados de los años cincuenta, cuando en México las mujeres lograron el derecho a votar y ser votadas en 1953. Sin embargo, el Estado logró mantener el control sobre el gremio artístico a cambio de espacios de representación en el Poder Legislativo.
Empero, la carrera de Silvia Pinal en la política formalmente inició en los años ochenta, cuando el país se estancó económicamente y las crisis se hicieron comunes; el sistema comenzaba a mostrar apertura y el modelo de libre mercado se implantaba en el mundo. En 1981, Pinal se casó con el gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernánmdez quien perteneció a las filas del Partido Revolucionario Institucional.
La actriz fue primera dama del estado y presidenta del DIF estatal; además, impulsó sus esfuerzos para mejorar la cultura y dar mayor apoyo a las artes en dicha entidad. Un dato curioso es que Pinal se afilió al tricolor durante su matrimonio con el mandatario estatal. Luego de 1982-1985 fue nombrada diputada federal; en ese tiempo el presidente, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) aún contaba con la facultad de designar directamente a las diversas candidaturas para los puestos de representación popular.
Su segundo encargo político fue nuevamente como diputada federal entre 1991-1994; entonces la invitación corrió por parte de Marcelo Ebrard, quien en ese entonces secretario del regente Manuel Camacho Solís y miembro del PRI. México caminaba hacia la democracia, la oposición comenzaba a ganar espacios políticos y las instituciones comenzaban a ganar autonomía. Pinal ocupó un escaño durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
La diva presenció los albores de la democratización del país; el PRI perdió en 1997 por primera vez la mayoría calificada, Ernesto Zedillo iniciaba la segunda mitad de su gobierno y la oposición ganaba fuerza a nivel estatal. Pinal impulsó proyectos relacionados a la cultura, el cine y la reventa de boletos. Por ejemplo, la primera actriz fue la creadora de la Ley Cinematográfica y trabajó en la Ley de Condominios y en la Ley del Turismo. Tras culminar su encargo como legisladora federal, logró ser designada como miembro de la entonces Asamblea del Distrito Federal de 1994-1997.
En su autobiografía destaca que incorporarse al mundo de la política le permitió acercarse a las necesidades de la gente y destaca que en su paso por el congreso fue respaldada y asesorada por políticos como Rodolfo Becerril Straffon y Díaz Ernesto Diaz Infante. Su último espacio en la política fue de 1998 al 2000 cuando fue senadora de la república; Pinal compartió curul junto a políticas como Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala quien recordó de la siguiente forma a la diva:
“Silvia Pinal fue una legisladora muy seria, muy profesional. Ella llegó al Senado por su representación gremial. Silvia era líder de la ANDA. Iba con el respaldo de su gremio y presentaba los temas que le importaban a su gremio. Asistía, generalmente, muy elegantemente vestida, pero ni ostentosa ni escandalosa, aunque sí elegante, bien arreglada”.
La protagonista de “Mujer, casos de la vida real” compartió la cámara alta junto a personalidades como Elba Esther Gordillo, Enrique González Pedrero; Gabriel Jiménez Remus, Juan de Dios Castro Lozano y Rodolfo Elizondo Torres e Higinio Martínez del entonces Partido de la Revolución Democrática (PRD). Este último llegó a declarar que “siempre se veía guaperrima”.
Sin embargo, en el año 2000 la protagonista de Viridiana dejó el país debido a un presunto desvío de recursos de la Asociación de Productores de Teatro (Protea). Las investigaciones fueron llevadas por el entonces Secretario de Seguridad Pública y hoy Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero. Esto marcó el fin de su carrera política y fue hasta 2008 cuando la actriz pudo volver a México.
La última diva del cine no solamente marcó el séptimo arte, sino también la política. La vida de Pinal fue un testimonio político de la transición del autoritarismo a la democracia que México vivió durante la segunda década del siglo XX. El 28 de noviembre se cierra un ciclo no solo en la historia del cine, la televisión, el teatro, sino también de la política; Silvia Pinal pasó de los escenarios a las asambleas plenas del Poder Legislativo.
Fuente: Alquimistas del Poder
GPC/MA