Sicarios Rescatan a Indocumentados Asegurados y “Tablean” al Director de la Policía Rural y Dos Agentes en el Sur de Quintana Roo 

Redacción/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 6 de febrero. – Luego de detener a indocumentados a bordo de una Urvan a la altura del poblado de Cacao y trasladarlos sin avisar a su central, un comando armado “asaltó” la patrulla del director de la Policía Rural, Oswaldo Domínguez Uc, con clave “León”, quién iba acompañado por su vigilancia Javier Martínez May, con clave “Huracán”, y un elemento más conocido como “El Chuta”, cuando supuestamente se dirigían a Chetumal.

Al parecer los policías fueron despojados de sus armas, chalecos y radios, además de ser “tableados”.

Mientras, los indocumentados y detenidos fueron liberados por los pistoleros.

De la misma forma su unidad fue robada y posteriormente recuperada.

En tanto los policías lesionados fueron trasladados a la clínica del ISSSTE.

Todo ocurrió poco antes del mediodía, cuando elementos Rurales establecieron un retén cerca del poblado de Cacao, en la ribera del Río Hondo, frontera con Belice, donde, tras varios minutos, arribó una Urvan de color gris, y tras una inspección a los pasajeros, determinaron que los 27 eran indocumentados.

Derivado de lo anterior, detuvieron al conductor y a los 27 indocumentados. Fuera de todo protocolo, el director de la policía rural Oswaldo Domínguez Uc, con clave “León”, indicó que uno de los policías condujera la unidad asegurada y junto con su vigilancia trasladó a todos.

Cerca del Instituto Tecnológico de la Zona Maya, un comando armado a bordo de varias camioneta les cerró el paso y descendieron varios sicarios fuertemente armados, con chalecos balísticos y pasamontañas, quienes sometieron al director de la policía rural Oswaldo Domínguez Uc, con clave “León”, quién iba acompañado por su vigilancia Javier Martínez May, con clave “Huracán”, y un elemento más conocido como “El Chuta”.

Los malhechores se llevaron al detenido, a los indocumentados y despojaron de radios, chalecos, armas y camisolas a los policías, para luego golpearlos salvajemente, presuntamente a “tablazos”.

Los delincuentes huyeron con rumbo desconocido abandonando la Urban en el sitio y con la patrulla de los oficiales de la Policía Rural del Estado.

Cuando las centralistas tuvieron conocimiento del hecho, activaron al llamado “Código Rojo” en la zona sur de la entidad.

Inmediatamente enviaron a paramédicos de la Erum, quienes al llegar atendieron a los agentes lesionados y los trasladaron a la clínica del ISSSTE en Chetumal.

De la misma forma, se establecieron retenes en la comunidad de Ucum, Carretera a Bacalar, Nicolás Bravo y otras vías más.

La casa de la familia del director fue resguardada y un gran operativo dio inicio.

El helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública sobrevuela y policías ministeriales, estatales, procesales, recorren la zona acompañados de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano.

Cada brecha, camino de terracería y rancho está siendo revisado por las autoridades, pues la instrucción es detener a los responsables de este aberrante suceso.

La Urvan donde inicialmente fueron detenidos los indocumentados y que fue abandonada en el lugar del rescate de los sicarios, fue asegurada por las autoridades y retirada a bordo de una grúa.

La clínica del ISSSTE permanecía resguardada por personal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) afuera y adentro de las instalaciones.

Inicialmente se creía que los policías habían sido “levantados”, pero luego esa versión fue descartada por la SSP, sin embargo, no se dieron detalles oficiales de los hechos.

Compañeros del director de la Policía Rural, Oswaldo Domínguez Uc, señalaron que no les resulta raro este incidente, pues supuestamente ya había sido “arreglado” el cruce, pero al querer presionar por una cantidad mayor de dinero y detener a los indocumentados, fueron enviados sicarios del cartel dominante en la zona para rescatarlos y darle un mensaje al mando policial.

Hasta el cierre de esta nota, los elementos de todas las corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno permanecían en operativo, respaldados por el “Águila 1” de la SSP.

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