• La ciudad de Sevilla se ha sumido en la polémica por la restauración de su Virgen de la Macarena, la cual volverá a ser remodelada ante los fuertes cuestionamientos recibidos por los mismos fieles que denunciaron que le cambiaron el rostro a su admirada figura. Entrará por tres meses al “quirófano”

 

Redacción / CAMBIO 22

La estatua de la Virgen de la Macarena, una de las más veneradas en SevillaEspaña, orgullo de la ciudad andaluza, ha vivido sus días más intensos en décadas. Y está por vivir otros más. Su restauración provocó el enfado de una ciudad entera y de miles de fieles, que reclamaron por el trabajo realizado por los expertos. Ahora, luego de la polémica, será retirada de nuevo: comenzará un nuevo viacrucis, para una remodelación que, espera todo un pueblo, sea la definitiva y regrese a ser la que siempre fue.

Todo comenzó en mayo de 2024, cuando la Hermandad de la Macarena, una organización que protege desde hace cientos de años esta estatua, que data del siglo XVII. En ese momento, le solicitaron al experto Francisco Arquillo Torres un informe donde concluye que se necesitan “acciones necesarias para el mantenimiento de María Santísima de la Esperanza Macarena”, el nombre completo de la imagen.

Arquillo, de 85 años, trabajaba con la Hermandad desde 1978 en la conservación y mantenimiento de las imágenes que tiene a cargo esta organización, “observando el más absoluto respeto a la autenticidad y evitando cambios en el aspecto estético externo”.

Dos versiones de la Virgen de la Macarena de Sevilla: la izquierda de marzo, la derecha de junio, tras las restauraciones.

El 20 de junio de 2025, hace un par de meses, Arquillo anunció la finalización de sus trabajos de restauración, luego de varios días de trabajo. La Hermandad dio el visto bueno. “Sin embargo“, explicó después la organización, citando el informe del profesor y experto, en ese momento ‘aún no le habían sido colocadas las pestañas realizadas utilizando la plantilla de la restauración de 1978’ siendo por tanto ‘la última operación que se efectúa para no afectarlas (las pestañas) por la pulverización de protección superficial que se le aplica a la policromía, se colocaron momentos antes de vestirla’ asumiendo que ‘es posible que se desplazaran cerrando parte de los ojos al no estar el adhesivo completamente seco’”.

El proceso de vestir a la Virgen de la Macarena para restituirla al culto se completó con “total normalidad“, a pesar del efecto provocado por las nuevas pestañas. Arquillo indicó que era un efecto transitorio producto de dicho cambio. Pero, una vez colocada la Macarena, “su aspecto seguía suscitando dudas entre los Oficiales de Junta; en ese momento se intentó contactar en reiteradas ocasiones de manera infructuosa con el profesor Arquillo al haberse ido ya de la Basílica. Al no ser posible, y a pocas horas de la apertura al público de la Basílica, se decidió de manera errónea reponerla al culto tal y como estaba“.

La indignación por una Macarena “diferente”

Era como si le hubieran puesto maquillaje“, dijo Consuelo Murga a The New York Times. “Y a la Macarena no se le puede maquillar“, expresó con desencanto. Su esposo, Salvador Fernández, miembro de la Hermandad, reconoció que “no era un buen trabajo”. Ese sentimiento se extendió no sólo entre los miembros de la organización, sino entre los devotos de la ciudad, que la admiran con orgullo.

Paqui Fernández, por su parte, le dijo al diario El País: “Esta no es mi virgen. Se parece un poco más a la que estaba aquí hace una semana y desde luego que no tiene nada que ver con la que pusieron este sábado, pero sigue sin ser mi Macarena”.

Ante esta situación, el 21 de junio, “ante la persistencia de ese efecto estético no deseado”, el profesor Arquillo y otros expertos fueron citados en la Basílica para analizar una posible solución. “Dichas labores de restablecimiento estético no pudieron culminarse antes de la hora de apertura de la Basílica por la tarde, extendiéndose durante la noche una vez cerrado el templo“, admitió la Hermandad.

Esta “intervención”, como la llamaron, ocurrió bajo la supervisión del Conservador de Bienes Muebles de la Hermandad, ejecutada por el escultor imaginero Esteban Sánchez Rosado. Fueron tres retoques en total: la restauración original, la intervención de la mañana del sábado y la de la tarde-noche de ese mismo día.

Tras el escándalo, la Macarena fue retirada de su camarín el 2 de julio y trasladada a las instalaciones del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) y del Centro Nacional de Aceleradores (CNA) con el objeto de llevar a cabo las pruebas diagnósticas y el análisis científico técnico de su restauración y de la intervención realizada más tarde.

Pero a partir de la exposición de la Macarena aquellos días, los fieles, expertos en reconocer la imagen y todos los detalles de la estatua de madera, comenzaron a dudar. En redes sociales, sobre todo en TikTok, empezó a correr como pólvora una teoría conspirativa: que la Macarena era otra, literalmente, que la habían cambiado. Algunos usuarios incluso sugirieron que la original había sido guardada para protegerla” ante los tiempos que venían: ultraconservadores anunciando que “los comunistas” iban a comenzar una “guerra” y era mejor tomar recaudos para proteger al tótem de la ciudad.

La Macarena vuelve a los talleres

La situación escaló en Sevilla y en la Hermandad a lo largo de julio, debido a que el dictamen ofreció una serie de problemas no solamente con la restauración realizada a la Macarena y los “retoques” hechos al vapor, sino también con otros problemas que se encontraron a partir de la inspección que se realizó de la estatua.

La propuesta presentada a la Hermandad fue realizada por Pedro Manzano, basado en el informe que detectó una “alteración que afecta a soporte y policromía”, se trata de “un recrecimiento del volumen de los párpados superiores y, parcialmente, un relleno de los inferiores”, es decir, lo que en Sevilla empezaron a llamar “la crisis de las pestañas”.

Pero al menos la polémica sirvió para algo: este problema reveló que la Macarena está más vulnerable de lo que aparentaba. Una de las conclusiones del reporte es que se debe eliminar la presencia de xilófagos, gusanos que se alimentan de madera, así como un problema de humedad en la espalda de la estatua, grietas en la frente y una mejilla y un clavo insertado en un nudo de la madera, que presenta indicios de alteración por proliferación de hongos.

El 29 de julio, la Hermandad aprobó, en una reunión maratónica y cargada de intensidad, la propuesta de la Junta de Gobierno para que Manzano restaure la Macarena. La restauración llevará unos tres meses, aunque el experto dijo que “podría alargarse en el caso de aparecer nuevas patologías durante el proceso”.

La esperanza de la Hermandad es poder presentar a la Macarena mucho antes de los festejos de la Semana Santa de 2026, una de las principales fiestas de Sevilla, además de la atracción turística que significa el evento y la presentación de estas figuras.

Por lo tanto, a partir de este martes 12 de agosto, la Macarena será sometida al tratamiento de anoxia, supervisado y controlado por el restaurador Manzano. Estas labores se realizarán en las dependencias de la Hermandad y estarán a cargo de Samitech, empresa especializada. “Es el primer paso en el proceso de restauración de la Sagrada Imagen de la Virgen de la Esperanza. […] La Junta de Gobierno expresa su compromiso de ir informando puntual y escrupulosamente a los hermanos del transcurso de este proceso”, informó.

“Se trata de un trabajo muy complejo, puesto que estamos abordando un proceso de restauración muy reciente en el tiempo”, dijo conservador Manzano a la Radio Nacional de España. “No solamente por la complejidad que ello supone, sino también por la carga devocional que tiene la imagen. Esto hace que haya miles de personas expectantes y deseosas de reencontrarse nuevamente con el rostro de la Santísima Virgen”, reconoció.

Los ojos de toda Sevilla estarán atentos.

Del Ecce Homo al Caballito de Tolsá

La fallida restauración del Ecce Homo le trajo fama a la localidad de Borja.

Las restauraciones de obras históricas y centenarias no siempre van de acuerdo al plan, incluso cuando son obras oscuras o menores en la historia del arte. Así ha ocurrido en España, por ejemplo, en 2012, con la polémica restauración de la pintura Ecce Homo ubicada en una iglesia de la localidad de Borja, en Zaragoza.

La pintura, realizada directamente en un mural del santuario, fue “restaurada” por una aficionada a la pintura, Cecilia Giménez, de 81 años, pero su trabajo fue fallido: la pintura, original de 1930 del español Elías García Martínez, se convirtió de la noche a la mañana en un “meme” viral y aún reproducido a pesar del paso del tiempo. El Centro de Estudios Borjanos local mostró en ese momento su “estupefacción” ante este “hecho incalificable” que le dio al vuelta al mundo y que hoy en día sigue siendo usado como ejemplo de una restauración fracasada, pero que consigue atrae las miradas que nunca hubiera tenido de otra manera.

El trabajo de la señora Giménez no se pudo revertir, y hoy en día el Ecce Homo de Borja se ha convertido en una atracción turística local en Zaragoza, donde se venden playeras, medallas y más parafernalia de la imagen “restaurada”. El trabajo fue motivo de investigaciones sociológicas, la creación de una ópera y una película, así como el estatus de una “obra de culto”.

En 2015, Turquía atravesó un caso similar con la restauración fallida de antiguos mosaicos romanos del Siglo II, que acabaron “convertidos en una caricatura” en el Museo de Arqueología de Hatay, de acuerdo con la denuncia de entonces del Mehmet Daskapan.

"El Caballito" de Tolsá, antes de su restauración final.

Pero México no ha estado exento de este tipo de polémicas del arte. El mismo año del salto a la fama del Ecce Homo, en 2012, un caso similar ocurrió en San Pedro Cholula, Puebla, por el arreglo “poco respetuoso” que se le realizó a la Virgen de Guadalupe de la Capilla Real de Naturales, cuando los feligreses notaron que los rasgos de la Virgen, considerada milagrosa, habían cambiado y que la escultura carecía de sus anillos y aretes de oro.

Tras las quejas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de Puebla realizó un peritaje, con el que descartó un reemplazo o robo total de la obra, y concluyó que la virgen había sufrido un daño irreversible al ser retocada sin técnicas especializadas. “En la intervención no se tuvo el cuidado de mantener la forma de las tallas, dando como resultado zonas en donde el detalle se perdió, tales como el pie y el cabello. El efecto del movimiento y volumen que se trataba de dar a las telas de la vestimenta con el fin de darle realismo desapareció por completo, quedando un efecto abultado y poco natural.”, declaró Elisa del Carmen Ávila Rivera, del INAH.

En 2013, la polémica estalló por la restauración de la estatua ecuestre de Carlos IV, conocida como “El Caballito“, creada en 1803 por Manuel Tolsá, y ubicada frente al Museo Nacional de Arte (Munal), en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Tanto los restauradores como las autoridades capitalinas se deslindaron, pero en 2015 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al Gobierno del Distrito Federal, entonces a cargo de Miguel Ángel Mancera, para “dar seguimiento puntual y continuo, hasta su conclusión”.

En 2017, luego de un trabajo arduo de años de restauración y con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la estatua fue develada. Los especialistas de la UNAM usaron técnicas electroquímicas y contribuyeron al rescate del monumento histórico conocido como “El Caballito”. Por su labor, los universitarios recibieron el premio Paul Coremans, en la categoría de Conservación de Bienes Muebles, de los Premios INAH 2018.

 

 

 

Fuente: Sin Embargo

redaccionqroo@diariocambio22.mx

AFC/DSF

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM
WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM

  • CAMBIO 2780 BANNERS SEÑORA 800X900 resultado

  • CAMBIO 2746 BANNERS NIÑOS1 1110X100 resultado