Selena Gómez Rompe el Silencio: "Las Críticas Sobre mi Cuerpo me Amargaron" - Diario Cambio 22

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La cantante revela el impacto emocional de los juicios sobre su apariencia e identidad cultural

“Prefiero estar sana y cuidarme”, afirma Selena Gómez sobre su lucha con el lupus y la presión mediática

Redacción/ CAMBIO 22

Selena Gómez, figura clave de la música y el cine, no es la primera vez que se pronuncia en contra de las críticas sobre su apariencia física. La cantante y actriz de 32 años recientemente volvió a hablar del tema en un intercambio sincero en el podcast “On Purpose with Jay Shetty” . Ante los incesantes comentarios dirigidos hacia ella, expresó su cansancio y disgusto por esa presión externa. Una presión que, por desgracia, sigue creciendo en una sociedad donde la apariencia a menudo parece primar sobre todo lo demás.

Presión constante sobre el físico

Durante la entrevista, Selena reveló cómo la atención constante a su apariencia afecta sus emociones. Cada acontecimiento público se convierte en una prueba de fuerza, una prueba mental. “Cuando me preparo para un evento, el 90 por ciento del tiempo pienso: ‘Solo espero poder tomar la foto y sentarme'”, compartió con sinceridad. Ese simple momento, que se supone debería ser festivo y divertido, se convierte en una fuente de ansiedad para la estrella, siempre bajo la atenta mirada de un público que nunca parece cansarse de juzgarla.

Selena explicó que las críticas a su cuerpo eran tan generalizadas que se volvió difícil ignorarlas. “Me vienen tantas cosas distintas a la cabeza que no puedo evitar verlas… Soy una víctima de mirar las cosas”, confesó. Incluso cuando intenta centrarse en los momentos de alegría, estos comentarios la invaden, y esa sensación de no estar a la altura parece seguirla a todas partes, como una sombra insidiosa.

“No soy lo suficientemente blanco, no soy lo suficientemente mexicano”

Selena Gómez también enfrenta juicios sobre su propia identidad, una situación que ilustra perfectamente la injusticia que muchas veces viven las mujeres públicas. Durante su conversación con Jay Shetty, la cantante habló sobre la doble presión que enfrenta debido a su herencia mixta.

“Es el personaje lo que se juzga: es el hecho de que no soy lo suficientemente blanca, de que no soy lo suficientemente mexicana…” Esta conmovedora observación resalta la tensión constante entre dos culturas, pero también las excesivas exigencias a las que se enfrentan las celebridades, especialmente las mujeres. En un instante, son juzgados por su apariencia, sus raíces e incluso su autenticidad. Es una carga extra que tienen que llevar simplemente para existir.

“A nadie le importan este tipo de cosas con los hombres”, añadió, destacando una evidente desigualdad en la cobertura mediática. La sociedad es especialmente exigente con las mujeres, ya sea que estén en el centro de atención o en la sombra. Este juicio constante, este control de la imagen, acaba haciendo casi imposible sentirse libre y ser uno mismo, sin el peso de la opinión pública.

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Una amargura que se instala

A pesar de todo el cariño que recibe de sus fans y el apoyo constante de muchos admiradores, Selena Gómez admite que estas incesantes críticas la afectan profundamente. Todo el mundo tiene algo que decir, y me pone muy triste. Y ni siquiera me pone triste porque no soy una víctima, simplemente creo que me amargó un poco. Estas palabras, lejos de ser quejas, son una sincera confesión de una mujer que, a pesar de su popularidad e inmensa trayectoria, siente los efectos de estos constantes juicios. Lo que para algunos puede parecer trivial, termina dejando cicatrices invisibles, pero profundas.

Selena no oculta el dolor de estos comentarios y expectativas: “Me siento muy culpable al decir esto, pero es verdad”. La presión de ser evaluado, comparado y juzgado constantemente puede desgastar incluso a los más fuertes entre nosotros. No se trata de victimización, se trata de humanidad. A fuerza de ser escrutada, analizada desde todos los ángulos, ella admite que un sentimiento de amargura se ha apoderado de su corazón. No se trata de quejarse, sino de mostrar cómo estas pequeñas críticas, acumuladas en el tiempo, pueden afectar incluso a los más famosos.

La salud antes que la apariencia

Selena Gómez encuentra un equilibrio en este torbellino de críticas: su salud. Como sufría de lupus, una enfermedad autoinmune que afectaba su vida diaria, a menudo tenía que hacer malabarismos con tratamientos pesados y efectos secundarios en su cuerpo. Fiel a sus principios, reafirma su compromiso con su bienestar por encima de todo. Prefiero estar sana y cuidarme. Mis medicamentos son importantes y creo que son lo que me ayuda.

Es fundamental recordar que la salud no se mide por la forma del cuerpo ni por los estándares estéticos que impone la sociedad. Selena Gomez encarna esta verdad, recordándonos que cada cuerpo es diferente y merece ser respetado, sin juicios. Su salud está por encima de las expectativas externas, y esta declaración es un modelo de bondad hacia uno mismo en un mundo donde la apariencia física a menudo se coloca en un pedestal.

El mensaje de Selena Gómez es claro: es hora de cambiar la forma en que miramos a los demás y a nosotros mismos. La obsesión por el físico, el “cuerpo perfecto” y la imagen idealizada ya no debería ser la norma. El verdadero bienestar proviene de la autoaceptación, de celebrar quiénes somos más allá de nuestra apariencia. En lugar de seguir juzgando, es hora de escuchar, comprender y valorar a la persona en su totalidad