Se hace Justicia tras Presión Ciudadana: Guardia Nacional Responde por Choque en Vivienda

Redacción/CAMBIO 22

José María Morelos, 28 de julio. –  La escena parecía una más de impunidad: una patrulla de la Guardia Nacional colisionó contra una vivienda ubicada en la cabecera municipal de José María Morelos y luego se dio a la fuga, dejando daños materiales visibles en la propiedad sin asumir responsabilidades. Sin embargo, esta vez, la presión ciudadana cambió el rumbo de los hechos.

Todo ocurrió durante el fin de semana, cuando vecinos fueron testigos del momento en que una unidad oficial impactó contra un domicilio particular. Según relataron, los elementos descendieron brevemente del vehículo tras el choque, pero en lugar de establecer contacto con los propietarios o reportar el incidente, abordaron de nuevo la patrulla y abandonaron el lugar.

La indignación no tardó en manifestarse. Fotografías y videos del incidente comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, mostrando tanto los daños al domicilio como las condiciones de la patrulla involucrada, cuyo capirote fue golpeado, los faros quedaron rotos y el parabrisas terminó estrellado. La evidencia gráfica desató una oleada de comentarios condenando el actuar de los uniformados, quienes —recordaron varios usuarios— tienen como misión velar por la seguridad y el respeto a la ley.

El propietario de la vivienda afectada no se quedó callado. Llamó públicamente a las autoridades y pidió apoyo ciudadano para localizar a los responsables. Incluso compartió un número de contacto (997 977 8462) para recibir información que ayudara a ubicar la unidad oficial.

Pero fue el eco de la comunidad lo que dio frutos. Ante la presión social y la difusión masiva del caso, los elementos de la Guardia Nacional regresaron al lugar de los hechos. Esta vez, entablaron diálogo con la dueña de la vivienda y asumieron el compromiso de reparar los daños ocasionados.

Lo que parecía un atropello más por parte de autoridades federales se convirtió, gracias a la participación ciudadana, en un ejemplo de que exigir justicia en colectivo sí da resultados. El caso recuerda la importancia de documentar, denunciar y no guardar silencio cuando se cometen abusos, incluso por quienes portan uniforme.

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