Saturado SEMEFO de Oaxaca; Miles de Cuerpos en Espera y 15 Espacios para su Resguardo

• El Servicio Médico Forense de Oaxaca atraviesa una crisis crítica, operando sin ambulancias ni osteoteca y con mínima capacidad para resguardar miles de cuerpos, mientras la violencia en la entidad obliga a procesar más de 3,000 cadáveres al año

Redacción / CAMBIO 22

El Servicio Médico Forense (Semefo) de Oaxaca opera al borde del colapso, prácticamente en punto muerto. Sin ambulancias forenses ni osteoteca, con tan sólo un anfiteatro, una sala necroquirúrgica y con la capacidad para almacenar quince cuerpos en su cámara frigorífica aunque Oaxaca figura entre los 12 estados con mayor número de cadáveres recibidos para su procesamiento pericial; más de 3 mil al año.

Esta carencia de recursos económicos y humanos contrasta con la magnitud de un problema que hace más evidentes las carencias; para procesar más de tres mil cadáveres el presupuesto anual de operación apenas rebasa los dos millones de pesos.

Según el informe sobre Servicios Periciales y Médico Forense realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Fiscalía General de la República (FGR) y las Unidades Estatales (UE) recibieron 100 mil 019 cadáveres en todo el país durante 2024. En contraste con el año anterior, la cantidad de cadáveres destinados a las unidades de análisis forense aumentó 5.4 por ciento.

Tan sólo en Oaxaca durante 2024 ingresaron 3 mil 159 cuerpos, una cantidad similar a la registrada en entidades con alta prevalencia del crimen organizado como Sonora y Michoacán.

La cantidad de cuerpos recibidos por el sistema forense estatal representa el 3.15 por ciento del total nacional. De esta cifra, 542 eran mujeres y 2 mil 610 eran hombres; en siete casos “no se logró determinar el sexo” de las víctimas de la violencia ingresadas al Semefo.

Ante este escenario, el estado de Oaxaca enfrenta una carencia evidente de recursos. En 2024, el gasto ejercido por las unidades de servicios periciales y forenses fue de 2.1 millones de pesos, una de las cifras más bajas de todo México superando sólo a Tlaxcala que recibió en sus cinco anfiteatros, 989 cadáveres destinando 800 mil pesos para su respectivo análisis.

Las carencias no sólo se evidencian en su reducida cámara frigorífica. La entidad tampoco cuenta con bodegas para el almacenamiento de indicios y evidencias en las unidades de servicios periciales y/o de servicio médico forense. Oaxaca tiene únicamente seis laboratorios de análisis y uno en proceso de construcción; de éstos, sólo tres cuentan con alguna certificación o acreditación. Además, para atender toda la demanda de trabajo los investigadores forenses cuentan con sólo siete laboratorios de servicios periciales.

El reporte del Inegi indica que los estados con mayor cantidad de cuerpos recibidos fueron el Estado de México (11 mil 353), Guanajuato (7 mil 646), Baja California (7 mil 503), Ciudad de México (7 mil 185), Chihuahua (4 mil 936), Nuevo León (4 mil 892), Veracruz (4 mil 784), Jalisco (3 mil 951), Puebla (3 mil 711), Michoacán (3 mil 663) y  Sonora (3 mil 404).

Cifras desbordantes

Martha Pablo, madre buscadora de Oaxaca, consideró las cifras como “desbordantes” y evidencian como la violencia se apoderó del estado. “¿En dónde están y cómo tienen todos esos cuerpos?”, cuestionó en entrevista para La Silla Rota al señalar que por la cantidad de personas y carga de trabajo resultaría casi imposible entregar de manera breve a sus familiares.

Si bien no todos los cadáveres corresponderían a personas desaparecidas, el porcentaje de los no identificados y no reclamados no contaría con un espacio adecuado para su resguardo, destacó.

Por su labor, la Fundadora de Oaxaqueños Buscando a los Nuestros, tiene una relación constante con el Servicio Médico Forense, lo que le ha permitido atestiguar las insuficiencias. Actualmente -explicó- uno de los puntos importantes para las familias buscadoras es la habilitación de un panteón forense, que, de acuerdo con la información que les ha sido proporcionada por la Fiscalía, se tiene en vías de construcción.

“No hay un lugar en donde se puedan resguardar los cuerpos. El espacio de servicios periciales es muy pequeño. Yo he entrado a identificar cuerpos con familias de víctimas de desaparición, pero sólo ingresamos a un área. No sé como tengan a los demás cuerpos. Eso ha sido uno de los puntos que hemos tocado”, apuntó.

Doble desaparición

Para Karina Espino Carmona, representante de Sabuesos Guerreras Oaxaca, la falta de espacios adecuados para la conservación de los cuerpos, representa una doble desaparición y revictimización. “Cuando vamos al espacio forense nos encontramos que es limitado, entonces nos preguntamos ¿dónde están los otros cuerpos? A nuestros desaparecidos los vuelven a desaparecer (…) Los que estén, sean cinco, 15, cien cuerpos no reclamados de los más de 3 mil, queremos saber en dónde están y quienes son. Como colectivos podemos ayudar a difundir para que regrese con su familia”, apuntó.

La desaparición de personas -agregó- no solamente está relacionada con el reclutamiento del crimen organizado, en algunos casos hay quienes llegan a los servicios forenses por un atropellamiento y puede llegar a pasar varios días antes de que la familia lo reclame porque desconoce en dónde está.

Aunque Oaxaca es la segunda entidad con una Ley para la Localización, Recuperación e Identificación Forense de Personas -aprobada en 2021- que obliga a tener un lugar de resguardo suficiente y digno, en la práctica es letra muerta. “Si se apegaran a la ley nos ahorraríamos este tipo de situaciones”.

Contexto:  Esta nota es importante porque expone una grave crisis humanitaria y de derechos humanos en Oaxaca. La saturación y la falta de recursos del Semefo no solo complican la identificación de víctimas de la violencia, sino que también vulneran el derecho de las familias a encontrar y dar una sepultura digna a sus seres queridos. La situación actual refleja un fracaso institucional que agrava el dolor de las familias buscadoras y perpetúa la impunidad en la entidad.

Fuente: La Silla Rota

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