Sandra de Silva Lucha por la Inclusión en la Industria Cinematográfica
6 Nov. 2024
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La destacada cineasta se convierte en un símbolo de cambio, trabajando incansablemente para derribar barreras y crear oportunidades para nuevos talentos en el mundo del cine.
Redacción / CAMBIO 22
La industria cinematográfica es conocida por ser implacable y, en muchos casos, hostil hacia quienes desafían sus convenciones y buscan abrir espacios para nuevas perspectivas. Sandra, cinefotógrafa y fundadora de Apertura, ha vivido de primera mano los obstáculos que enfrenta una mujer en este ámbito dominado por hombres. Desde sus inicios, Sandra ha tenido que enfrentar no solo la competencia inherente de la industria, sino también el rechazo sistemático basado en su género. Su historia es una de perseverancia y resistencia, buscando siempre abrir caminos y ser una voz que represente y apoye a las mujeres y a la comunidad LGBT.
A lo largo de los años, Sandra ha convertido estos obstáculos en una fuente de inspiración para crear Apertura, una iniciativa dedicada a visibilizar el talento de cinefotógrafas y profesionales LGBT en el cine. Su objetivo es claro: evitar que otras personas vivan la discriminación y el rechazo que ella sufrió en su carrera. “Apertura” representa más que un festival de cine, es un espacio de reivindicación y cambio en un ámbito que, según Sandra, ha sido lento en aceptar la diversidad y el talento que surge de distintos contextos.
En esta primera edición de los premios de Apertura, Sandra se ha enfrentado a numerosos desafíos, desde la resistencia de la industria hasta la complicada situación económica. Sin embargo, su compromiso con esta causa ha sido inquebrantable. A pesar de las dificultades, su labor ha tenido un impacto significativo en la inclusión de mujeres y personas LGBT en roles técnicos detrás de las cámaras. Sandra está convencida de que este cambio ya se refleja en la industria y espera que su labor continúe inspirando a nuevas generaciones de cineastas.
En esta entrevista, Sandra de Silva comparte sus experiencias y reflexiones sobre el papel de las mujeres y la comunidad LGBT en la industria, los retos que enfrenta Apertura y sus sueños para un futuro donde la diversidad en el cine no sea una excepción, sino la norma.
Sandra, ¿qué fue lo que te inspiró a crear Apertura y enfocar tu trabajo en visibilizar a las mujeres y a la comunidad LGBT en el cine.
Bueno, para empezar, soy cinefotógrafa. Mi historia en la industria del cine ha sido un poco atropellada. Cuando comencé a buscar trabajo, enfrenté rechazo únicamente por ser mujer. Fue complicado porque nadie en mi familia se dedica al cine, así que no tenía contactos. Mi motivación principal para crear “Apertura” fue evitar que otras personas vivan lo que yo viví; quiero que cada persona tenga la oportunidad de brillar sin importar su género.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos al fundar Apertura y establecer estos premios?
Uno de los mayores retos ha sido introducir algo nuevo en una industria que está acostumbrada a ciertos nombres y figuras. Muchas veces me decían que yo estaba “dividiendo la industria,” pero mi intención es precisamente aportar, no dividir. Este proyecto también enfrenta desafíos económicos, especialmente con la crisis que afecta a la industria tras la huelga en Estados Unidos. Sin embargo, creo que es necesario reconocer el trabajo de cinefotógrafos y fotógrafas en Latinoamérica y darles el espacio que merecen.
Desde tu perspectiva, ¿cómo ha evolucionado la participación de mujeres y personas LGBT en roles detrás de cámaras?
Cuando regresé a México después de estudiar cinefotografía en Vancouver, el panorama fue un shock. El primer trabajo al que fui me recibieron con sorpresa, pues no sabían que era mujer. Con los años, ha cambiado mucho. Hoy veo muchas operadoras de cámara y un grupo de mujeres en equipos técnicos. Creo que “Apertura” ha ayudado a crear referentes para que más mujeres sientan que también pueden hacerlo. En la AMC, por ejemplo, hemos pasado de seis mujeres a más de 13.
¿Cómo seleccionan a los ganadores de los premios y qué criterios consideran fundamentales?
Quise que este festival fuera diferente y evitar la repetición de los mismos nombres que vemos en la industria mexicana. Por eso busqué curadores de otros festivales como TIFF, Sundance, y SXSW. Nuestro jurado tiene una mezcla de fotógrafos y productores que pueden reconocer talento emergente. La idea es que los jurados valoren la narrativa visual y el impacto de cada trabajo.
¿Qué crees que aún falta en la industria mexicana para lograr una verdadera equidad detrás de cámaras?
Falta educación y oportunidades. La industria mueve mucho dinero y los productores prefieren trabajar con personas de confianza. Darle la oportunidad a alguien nuevo siempre genera miedo, pero creo que hace falta arriesgarse. En esa búsqueda de algo nuevo es donde surgen los grandes logros, como lo fue “Amores perros” en su momento. No debemos tener miedo a los cambios.
¿Cómo crees que el reconocimiento de la diversidad detrás de cámaras puede influir en las narrativas del cine?
La diversidad aporta nuevas perspectivas. Si siempre tenemos a las mismas personas detrás de la cámara, las historias serán similares. Llamar a mujeres, personas LGBT o de otras comunidades como la afromexicana o indígena puede aportar historias frescas y reales. Todos tenemos algo único que decir.
Para finalizar, ¿qué consejo le darías a las nuevas generaciones de cineastas, especialmente a mujeres y miembros de la comunidad LGBT?
La industria es difícil, pero si realmente te apasiona, lucha por tus sueños. Este es un camino largo, donde debes insistir y no darte por vencido. Cada puerta cerrada es una oportunidad para buscar otra. Como me dijeron una vez, en cada puerta hay una rendija con luz, solo es cuestión de encontrarla.
Fuente: La-Lista
GAVC / MER