San Isidro Labrador, Patrón de los Agricultores y Protector de la Labranza

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Redacción/CAMBIO 22

El 15 de mayo se celebra a San Isidro, santo de origen español que es considerado el patrono de la ciudad de Madrid. Es un personaje bíblico a quien se le atribuyen distintos milagros relacionados con el agua y la agricultura. Esta fecha es una de las más importantes en la capital del país española, no obstante, también es celebrada en distintas entidades como en México.

De acuerdo con los datos históricos, San Isidro fue un hombre que nació en el seno de una familia muy humilde en el año de 1080 d.C; quedó huérfano a una edad muy temprana, por lo que desde muy pequeño tuvo que comenzar a trabajar como jornalero en los campos.

San Isidro era considerado un hombre muy devoto, pues antes de empezar a trabajar acudía a dientitos templos a rezar, por lo que entre los pueblerinos era conocido como un hombre de fe.

Según los distintos relatos, San Isidro conoció a su esposa en la ciudad de Madrid, María Toribia, después conocida como Santa María de la Cabeza, y con quien tuvo una familia destacable. No obstante, ambos santos terminaron viviendo en lugares distintos al final de sus vidas.

San Isidro murió en 1172 y fue enterrado en el cementerio de la parroquia de San Andrés que, tras el pasar de los años, y adquiriendo la popularidad entre los pobladores, fue exhumado para ser sepultado en el interior del templo. Para sorpresa de los presentes, el cadáver se encontraba en óptimas condiciones, como si éste hubiera sido enterrado con pocos días de anterioridad.

Este hecho fue el último que sorprendió a sus seguidores, quienes atribuían a San Isidro alrededor de 438 milagros, por lo que fue canonizado en el año 1622 por el entonces papa Gregorio XV, junto con Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri.

Como un hombre de devota fe, San Isidro fue considerado como el hombre más milagroso de la entonces Villa de Madrid, en donde abrió distintos pozos en beneficio de la comunidad.

Existen varias historias de los milagros de San Isidro, no obstante, una de las más popularizadas fue cuando salvó a su propio hijo de la muerte, cuando este cayó a un pozo.. El hecho incluso fue representado por el pintor Alfonso Cano con el título de “milagro del pozo”.

De acuerdo con las leyendas, San Isidro se encontraba trabajando como de costumbre en el campo, cuando uno de sus hijos, Illán, cayó en el fondo de un pozo profundo. Su padre y su madre acudieron a su rescate, no obstante, ante la imposibilidad de rescatar al menor, ambos padres se encomendaron y rezaron a la Virgen de la Almudena.

Según el mito, el pozo comenzó a filtrar agua, lo que permitió llenar la profundidad de aquel hoyo y así sacar al hijo de San Isidro a la superficie. Este hecho fue uno de los más popularizados por la comunidad, señalando y resaltando la santidad de Isidro Labrador.

Gracias a sus distintos milagros relacionados al agua y al campo, los pobladores asociaron a San Isidro como el patrono de las tierras, por lo que sus oraciones van dirigidas a él.

Existen distintas oraciones relacionadas con San Isidro, no obstante, entre las más famosas se encuentra la siguiente:

Oh glorioso San Isidro Labrador, tú que trabajaste incansablemente en el campo y encontraste la gracia de Dios en la labor diaria, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor para que encontremos alegría y satisfacción en nuestro trabajo y que nuestras labores sean fructíferas.

San Isidro en otras Culturas Religiosas

Orisha oko es una de las Deidades de la religión yoruba. En la santería sincretiza con San Isidro Labrador, patrón de los agricultores.

Es considerado uno de los “ángeles de la guarda” en el Panteòn yoruba y se corona en la ceremonia de Kari Osha, esto a diferencia de los menores que no se coronan.

Orisha Oko, un Orisha mayor, es el protector de la labranza y los arados.Da fortaleza a la vida porque proporciona los medios de sostén de la misma dando los alimentos necesarios para vivir. Está fuertemente relacionado con Oggún y a Olokun.

Proviene de territorio Saki, al oeste de Oyó. Es considerado el árbitro de las disputas, especialmente entre las mujeres, aunque a menudo es el juez de las disputas entre los Orishas. Es un trabajador afanoso y guardador de secretos, se dice que sus testículos cuelgan hasta el suelo, por su férrea castidad. Es el que provee de alimentos al mundo, por ser la tierra misma.

Asegura la prosperidad de las cosechas, sus mensajeras son las abejas y representa la prosperidad y la fecundidad, por eso las mujeres estériles recurren a él. Forma una importante trilogía con Oke y Oggue, responsables de las cosechas, las lluvias, el fuego interno capaz de partir la tierra y los animales.

Tiene dos personalidades, de día representa al hombre puro y perfecto, de noche se disfraza de Ikú (la muerte). Recibe los cadáveres que le entrega Yewá y los que le envía Oyá a través de Babalú Ayé. Vive también en los tejados. Su nombre proviene del Yorùbá Òrìsá Okò (Orisha del Labrado). En algunas casas no se recibe como Orisha tutelar en tal caso se hace Yemayá con Orun para Orisha Oko, pero en otras casas en donde se tiene el conocimiento de la ceremonia de Coronación de Orisha Oko si se hace directo.