Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

Pobladores de San Hipólito, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, le pide al presidente de México su intervención para que la SEDATU les reconozca la posesión de sus tierras que empezaron trabajar sus abuelos desde hace cien años.

San Hipólito es una pequeña comunidad maya ubicada a unos 60 kilómetros al norte de la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto, su población no rebasa los 70 habitantes, de los cuales 54 son mayores de edad, quienes desde hace años han solicitado al gobierno federal que les reconozca la posesión de sus tierras que tienen en posesión desde hace más de cien años, antes que se construyera la carretera federal. “Allí murió mi tatarabuelo”, dice uno de los pobladores.

Le han solicitado por escrito al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, que de instrucciones a funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) para que les certifiquen sus tierras, pero hasta el momento la referida dependencia, en su oficina en Chetumal, no les ha respondido, e incluso en la ventanilla se niegan a recibirles los documentos por medio de los cuales justifican su solicitud.

En entrevista comentaron a quien esto escribe que les urge que sus terrenos sean certificados por la SEDATU antes que termine el gobierno el actual presidente de México, “porque ya no habrá otro que defienda al pueblo”, pero eso no le interesa a la burocracia de esta dependencia federal que trabaja en la capital de Quintana Roo.

Su temor es que desde la SEDATU se esté apoyando a algunas personas que invadieron terrenos que han estado en posesión de San Hipólito, “porque ellos, como tienen dinero, si están haciendo trámites”. “Nosotros no podemos ir personalmente a la ciudad de México a hablar con el presidente de la república porque no tenemos dinero”.

Las autoridades de la comunidad de San Hipólito son monolingües mayas, por lo que tienen que valerse de traductores tanto para redactar los escritos, como para hacer trámites en diversas dependencias gubernamentales, por lo que se les dificulta conocer con precisión que trámites deben hacer y ante que instancia, en la SEDATU solo les dicen que sus papeles están mal, que el levantamiento topográfico que les hizo un ingeniero particular no sirve, pero hasta el momento no le han dado una guía accesible a los pobladores mayas para que las gestiones las realicen conforme a la ley, pero para ello la dependencia debe proporcionarle los instrumentos necesarios.

En un documento enviado al presidente de México el 28 de julio de 2022, con copia al secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, le recuerdan el trámite que realizan ante la SEDATU “para poder tener certeza de la tenencia de la tierra”.

“Señor presidente. Somos posesionarios de las tierras donde se encuentra ubicada la comunidad denominado San Hipólito desde hace más de cien años, puesto que nuestros abuelos y nuestros padres, fueron los primero que se establecieron en este lugar y es donde hemos edificado nuestros hogares, es donde vivimos con nuestras familias y hemos sido reconocidos como centro poblacional por el Gobierno Federal, el Gobierno Estatal y el Gobierno Municipal, puesto que hemos recibido algunos apoyos, a través de las gestiones de nuestro un sub-delegado municipal”.

En el documento le explican que acuden a él, “porque sabemos de su buen corazón y su firme decisión de apoyar primero a los pobres y le estamos agradecidos por las obras que está poniendo en marcha en nuestro Estado y en nuestro Municipio, lo que significa crecimiento y desarrollo para los pueblos”.

Le manifiestan su agradecimiento por su atención, “para poder obtener la documentación legal que nos reconozca como posesionarios y como legítimos tenedores de la Tierra que ya mencionamos”.

Le dan a conocer que ya han entregado a la SEDATU, delegación Quintana Roo, “un expediente por cada uno de nosotros, con la documentación que avala la posesión que detentamos del predio en cuestión, con su respectivo croquis de ubicación georreferenciado, para facilitar su trámite correspondiente”.

El oficio tiene un sello de recibido por la Oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, porque no han tenido la oportunidad que los reciba personalmente el presidente de México, a pesar de sus múltiples visitas a Quintana Roo.

Desde luego que la referida oficina tampoco les ha respondido como marca la Constitución, por lo que la situación de estas familias es de desesperación por el riesgo que otras personas estén gestionado la posesión sin tenerla, ante el silencio y falta de atención de parte de la SEDATU en Quintana Roo.

A las mujeres y hombres que habitan la comunidad de San Hipólito, no solo les preocupa vivir en la incertidumbre de la tenencia de una tierra que les dejaron sus abuelos y padres, sino, además, la falta de servicio de agua potable, de la cual carecen desde hace un mes, a pesar de las gestiones que han realizado ante CAPA, organismo que solo les ofrece atender el problema de reparar la bomba que se quemó, pero hasta el momento, solo han sido promesas.

En San Hipólito producen pitayas y cultivan miel de abeja, pero para ambos productos les hace falta mercado en el que les paguen bien el esfuerzo realizado durante todo un año de trabajo, porque tanto la miel de abeja, como la pitaya, se la pagan a precios muy bajos, los acaparadores que llegan hasta la comunidad les pagan precios muy bajos por la producción, esta misma situación se vive en toda la zona maya donde se producen diversos productos, como sucede con los recolectores del chicle, a quien los sobreexplota una sola empresa que exporta a Europa donde vende el producto como ecológico, pero a los indígenas mayas les paga un precio irrisorio que no les sirve ni para satisfacer sus necesidades básicas.

El grupo de pobladores de San Hipólito que fueron entrevistados plantearon la necesidad que desde los gobiernos federal y estatal se les proporcione recursos y capacitación para poner en marcha proyectos de desarrollo para incrementar y mejorar su producción de pitaya y miel de abeja orgánica, después procesarla y envasarla, con la finalidad de encontrar mercados tanto en los desarrollos turísticos de la entidad, como del país y del extranjero.

Decididos hasta llegar al presidente de la republica los liderazgos que han tenido frutos en San Hipólito, son persistentes para lograr beneficio para su comunidad como ya lo han hecho en años anteriores.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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