Riesgo de Invasión de Lechuguilla en la Laguna de Bacalar

Miguel Ángel Fernández/ CAMBIO 22 

CHETUMAL, 20 de febrero.- Investigadores del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) han alertado sobre una posible amenaza ecológica a largo plazo en la Laguna de Bacalar: la invasión de la planta acuática conocida como Lechuguilla.

Actualmente, la Laguna de Bacalar cuenta con ciertos factores que podrían retrasar la proliferación de estas especies. La alta concentración de salinidad y carbonatos en sus aguas, producto de la disolución de suelos en la península de Yucatán, ha permitido la formación de estromatolitos, estructuras que dificultan el crecimiento de estas plantas invasoras.

Sin embargo, los investigadores advierten que la contaminación orgánica podría alterar estas condiciones y favorecer la adaptación de la lechuguilla en el futuro.

El doctor Manuel Elías Gutiérrez, responsable del departamento de Taxonomía y Ecología del Zooplancton Marino y de Aguas Continentales, advirtió que los drásticos cambios ambientales provocados por el incremento de residuos orgánicos podrían favorecer la llegada y proliferación de esta especie invasora.

Un Riesgo Potencial para el Ecosistema

La aparición previa del pez diablo como especie invasora en la Laguna de Bacalar ha sentado un precedente preocupante. Según Gutiérrez, la presencia de especies exóticas en cuerpos de agua aledaños sugiere que la introducción de la lechuguilla o del lirio acuático no es una posibilidad descartable.

Estas plantas invasoras han tenido un impacto severo en otros ecosistemas acuáticos, como la Sabana de Chetumal, donde su proliferación acelerada ha causado una disminución drástica del cuerpo de agua.

Las malezas acuáticas como la lechuguilla generan cambios profundos en los ecosistemas que invaden. Al proyectar sombra sobre el agua, reducen la penetración de la luz solar y alteran el equilibrio ecológico. Este fenómeno acelera el proceso natural de envejecimiento de los cuerpos de agua, reduciendo su vida útil de cientos de años a tan solo unas décadas en casos extremos.

Ante esta amenaza potencial, los especialistas instan a la comunidad y autoridades locales a reforzar las medidas de protección y conservación de la Laguna de Bacalar. Evitar el vertido de residuos orgánicos en sus aguas es clave para preservar su equilibrio ecológico y prevenir la aparición de especies invasoras que podrían transformar drásticamente este valioso ecosistema.

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