Niños del Fraccionamiento San Jorge, en Tapachula Reviven la Tradición del Barrilete
28 Ene. 2025
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En Tapachula y otras regiones de Chiapas, mantienen viva la tradición de volar barriletes, una práctica que combina creatividad, diversión y un escape de la tecnología
Redacción / CAMBIO 22
En el fraccionamiento San Jorge, a las afueras de Tapachula, un grupo de niños y jóvenes trabaja para preservar una tradición que cada vez es menos común: la elaboración y vuelo de barriletes. Con espacios más amplios y sin los obstáculos del centro de la ciudad, estas áreas son ideales para revivir una actividad que fomenta la creatividad y la convivencia.
Christopher, Alexandra y Michelle, jóvenes del lugar, compartieron cómo mantienen viva esta práctica. “Pues sí, ya no muchos lo suben, pero de repente acá nosotros hacemos uno y lo subimos”, comenta Christopher, quien aprendió a fabricar barriletes observando a otros de generaciones pasadas.

El proceso de elaboración de un barrilete, aunque sencillo, requiere paciencia y materiales específicos como bambú, varillas de palmera seca, papel china, pegamento y el tradicional hilo Omega. “Hacer un barrilete sencillo cuesta alrededor de 20 pesos, pero lo más caro es el hilo, que puede llegar a 50 pesos el bote. Aun así, nada quita la diversión de volarlo”, explica.
Esta tradición, que en los últimos años ha sido desplazada por la tecnología, ofrece un respiro de los dispositivos electrónicos. “Dejar el celular un rato, distraerse y relajar la vista es algo que también nos aporta el barrilete”, comenta Alexandra.
Los jóvenes también hablan de los juegos en el aire, como los famosos “colazos”, en los que intentan enredar su barrilete con el de otro. Aunque a veces se pierden barriletes en el proceso, Christopher asegura: “Cuando pierdes, no hay que enojarse. Hay que hacer otro y seguir jugando”.
La actividad es más común en zonas rurales o fraccionamientos de la periferia, donde las casas están más separadas y no hay tantos cables eléctricos. “En los ranchos no hay riesgo de que el barrilete se enrede, y eso facilita mucho las cosas”, señala.
Con un legado de creatividad y alegría, el vuelo del barrilete sigue siendo un recordatorio de que las tradiciones pueden sobrevivir al paso del tiempo y la modernidad, siempre y cuando haya quienes las conserven.
Fuente: Diario del Sur
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