Revelan que el Infonavit Dio Contrato de Publicidad a Televisa por 50 MDP en Plena Pandemia; Rogerio Castro Vázquez el Autor y Beneficiado
22 Jun. 2023
Redacción/CAMBIO 22
Uno de los principios de la ley de austeridad republicana en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue el de reducir el gasto en comunicación social. Sin embargo, a los dos años de haber iniciado su gobierno, el secretario general de INFONAVIT, Rogerio Castro Vázquez, pagó 50 millones de pesos por la contratación de espacios publicitarios para las campañas: “Cobranza Social”, “Unamos Créditos” y “Campaña Institucional de Crédito”.
Los Ángeles Press obtuvo -a través de la Plataforma Nacional de Transparencia-, el documento en el que se demuestra que la paraestatal incluyó un capítulo de la telenovela “La Rosa de Guadalupe” por 3 millones 139 mil 731 pesos.
Televisión “para jodidos”
El contrato con la televisora que durante años manipuló la información sobre López Obrador y fue parte de las campañas negras, se firmó poco antes de que se decretara en México el inicio de la pandemia de Covid 19, el 28 de febrero de 2020, por Gustavo Rivera Loret de Mola, subdirector general de comunicación del INFONAVIT y los representantes legales de Televisa, Guillermo Jacinto de la Mora Lasa y el contador público Sergio Enrique Islas de la Mora. En el documento se estipula que tiene una vigencia de seis meses y se realiza bajo el procedimiento de adjudicación directa, tomando como asidero “las necesidades de audiencia, objetivo, alcance y frecuencia” de la publicidad y, como destino de ésta, la clase media y baja.

El mismo argumento de la “clase social” lo daba Emilio Azcárraga Milmo, dos décadas antes, el 10 de febrero de 1993, en una entrevista:
“México es un país de una clase modesta muy jodida… que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil. La clase media, la media baja, la media alta. Los ricos como yo no somos clientes, porque los ricos no compramos ni madres”.

Pero en 2020, mientras 12.5 millones de mexicanos perdían su empleo a causa de la pandemia por el Covid 19, la paraestatal -a cargo de Rogerio Castro Vázquez- inflaba con recursos del erario la cadena de televisión más grande de México con publicaciones en revistas, spots en fútbol, programas de TV y radiotransmisiones. El mayor costo que designó Castro Vázquez a la televisora fue el capítulo de “La Rosa de Guadalupe”, uno de sus principales programas de entretenimiento.
Estrenado el 5 de febrero de 2008, la telenovela “La Rosa de Guadalupe”, producido por Miguel Ángel Herros, ha causado polémica en México por tratar temas controversiales de la actualidad del país, aún más porque todo se resuelve al final con la fe de las personas, que piden a la Virgen de Guadalupe un milagro, el cual se manifiesta a través de una rosa blanca. En el contrato no se especifica que el capítulo contratado fue el de la temporada 13, el cual contiene un sesgo eminentemente católico.

Publicidad disfrazada
El pasado 10 de abril, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield se volvió viral en su red social de TikTok por haber aparecido en fotografía en uno de los capítulos de dicho programa como un padre fallecido:
“Soy el papá de esta niña y ya murió el papá, usaron una fotografía mía del 2008, casi me dan el Óscar”, explicó en el video.
Tras los comentarios de los usuarios en dicha red social, Ricardo Sheffield aseguró que ya están en conversaciones con Televisa para realizar un episodio sobre las recomendaciones de la Profeco. Sin que exista registro aún de alguna contratación con la televisora en la página de Compranet.
Así, la contratación de publicidad disfrazada, se presenta como información y es incorporada a la barra de programación de dicha televisora.
El artículo 134 constitucional señala que la publicidad “bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Con miras a 2024, Rogerio Castro Vázquez, secretario del Infonavit, promueve su imagen a través de espectaculares en su natal Yucatán con los colores del partido MORENA, junto con una leyenda que hace referencia al Infonavit. El morenista ha expresado abiertamente sus intenciones por contender para la gubernatura de su estado y no se esconde en usar la institución y los medios corporativos como peldaño.
En abril pasado el Senado de la República eliminó el tope fijado en 0.1% que tienen los estados y municipios para gastar en publicidad en la reforma a la Ley General de Comunicación Social; a lo anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló en su conferencia matutina del viernes 9 de junio, que analiza vetarla: “Ahí tengo para firmar, que se publique, que los estados no pueden limitar sus gastos en publicidad y estoy pensando si firmar la reforma, porque hay estados que destinan demasiado dinero a publicidad”, y concluyó que lo consultará con Gobernación y Hacienda.

Yucatán en la mira de varios
Gustavo Rivera Loret de Mola, el firmante de contrato de Televisa por 50 MDP, como secretario de comunicación de Infonavit, además del apellido que lo vincula a la familia de periodistas originaria de Yucatán, su superior jerárquico en la institución pública también lo vincula a esta entidad. Rivera opera como el principal promotor de Rogerio Castro en los medios, utilizando el presupuesto del Infonavit para su imagen personal.
Hace seis años, en marzo de 2017, Gustavo Rivera presentaba su libro Corrupcionario mexicano, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, y enfatizaba en ese momento que “los políticos eran gran parte del problema de la corrupción, pero no se les podía delegar toda la responsabilidad a ellos, que los ciudadanos también tenían responsabilidad y tenían que involucrarse para mitigarla”. Tres años después, en el gobierno de López Obrador y montado en una instancia federal, es parte de la red que sigue fortaleciendo la corrupción de la televisora, y él mismo forma parte de su propio corrupcionario.
Con información de Los Ángeles Press
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