• Este artículo es parte de la ” Serie Throwback” de Borderland Beat , que profundiza en el antiguo Cartel del Golfo y Los Zetas.

 

Redacción/CAMBIO 22

La imagen de arriba fue la primera fotografía policial de Arturo Guzmán Decena publicada por la ex Procuraduría General de la República (PGR). Esta fotografía, publicada en 2002, apareció en el sitio web “Más Buscados” de la PGR, que no está disponible desde mediados de la década de 2000.

Han pasado más de veinte años desde que Arturo Guzmán Decena, también conocido como Z-1, miembro fundador de Los Zetas, falleciera en Matamoros, Tamaulipas. Sin embargo, un reciente descubrimiento de periódicos de archivo en posesión de Borderland Beat ha sacado a la luz nuevos detalles sobre su muerte.

Según la mayoría de los informes disponibles en línea, Z-1 encontró su fin en un enfrentamiento con el Ejército mexicano. Los detalles precisos difieren, pero la versión principal sugiere  que Z-1 visitó inicialmente dicho establecimiento y posteriormente partió para visitar a su novia, Ana Bertha González Lagunes, a unas cuadras de distancia.

Presuntamente acordonó la calle cercana a la residencia de Ana Bertha para evitar disturbios, pero un vecino alertó a las fuerzas de seguridad. Cuando el ejército mexicano llegó al lugar, les dispararon al llegar, lo que finalmente provocó la desaparición de Z-1.

Sin embargo, ninguna de estas versiones se alinea con la investigación original, la cobertura noticiosa y los testimonios de testigos oculares que se informaron en Matamoros allá por 2002.

Una rara fotografía que muestra el cuerpo sin vida de Arturo Guzmán Decenas, también conocido como Zeta 1, cubierto con una manta blanca. Aunque los periodistas lograron capturar imágenes de él sin la cobertura, las autoridades en el lugar confiscaron sus copias impresas. Estas fotografías fueron luego retomadas por otros fotógrafos.

Su desaparición: ¿fue una ejecución?

La mañana del 22 de noviembre de 2002, los vecinos de Matamoros se despertaron con la noticia de un hombre asesinado afuera de un restaurante. La portada del diario El Mañana mostró la imagen de un individuo fallecido cubierto con una manta blanca, vestido con botas negras, camisa blanca y pantalón de mezclilla color azul. Esa mañana su identidad seguía siendo desconocida.

El restaurante, ubicado entre las calles 9 y Herrera en el centro de Matamoros, llevaba el nombre de “Pisa y Corre”.

El elemento clave de esta investigación sale a la luz a través de los relatos de testigos presenciales recogidos por los periodistas en el restaurante la noche del asesinato y en los días siguientes. Borderland Beat posee actualmente estos informes.

Según declaraciones dadas a periodistas, el hombre asesinado (que sabemos es Z-1, aunque no fue identificado en los informes iniciales) se encontraba cenando en el interior del establecimiento cuando uniformados armados llegaron inesperadamente. Los testigos contaron que los hombres armados, que se identificaron como agentes de la ley, sacaron por la fuerza a Z-1 del restaurante y lo ejecutaron.

Un testigo, identificado como Jorge, informó a los periodistas de El Mañana que Z-1 fue arrastrado afuera y asesinado por dos asesinos.

“En ningún momento hubo un tiroteo, sino que fue una ejecución llevada a cabo por dos individuos”, afirmó el testigo.

Otro testigo empleado en el restaurante informó que Z-1 estaba cenando con otro individuo. Cuando Z-1 fue hacia el baño para lavarse las manos, los agresores entraron abruptamente al restaurante, lo sacaron por la fuerza del restaurante y lo ejecutaron afuera.

Dijo que los agresores vestían uniforme militar verde y también uniforme policial negro.

“Tenían la cara cubierta con pasamontañas”, dice el informe.

Varios testigos declararon en la oficina de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Matamoros días después del tiroteo y brindaron testimonios similares.

Investigación y análisis

En la escena del crimen, las autoridades incautaron una camioneta Chevrolet Suburban modelo 2002 de color verde. Esta Suburban quedó abandonada tras chocar con una casa de madera cerca del restaurante.

Los investigadores encontraron un fragmento del soporte de la matrícula del Suburban (que se muestra a continuación). La inscripción en el mismo dice “M. Alemán, Tamps”, abreviatura de Miguel Alemán, Tamaulipas, lo que indica que el vehículo fue adquirido allí.

Parte de la placa del vehículo recuperada en la escena del crimen; la insignia dice “M. Alemán, Tamps” (crédito de la foto:  El Mañana, 2002 )

Como informó anteriormente Borderland Beat , Miguel Alemán jugó un papel fundamental en el nacimiento y ascenso de Los Zetas, el antiguo brazo armado del Cartel del Golfo. Este pueblo fronterizo sirvió como punto de partida para las carreras criminales de Z-1, Heriberto Lazcano Lazcano, alias Z-3, y otros miembros del cartel bajo el mando de los jefes del cartel local Zeferino Peña Cuellar , alias Don Zefe, y Gilberto García Mena . también conocido como El Junio.

La recuperación de un vehículo de Miguel Alemán en la escena del crimen en Matamoros arroja varias pistas. Si el vehículo era conducido por los perpetradores, sugiere que provenían de Miguel Alemán y viajaron a Matamoros, a aproximadamente 115 millas (185 kilómetros) de distancia, para llevar a cabo el asesinato de Z-1. Es probable que los agresores estuvieran afiliados a Los Zetas o al Cártel del Golfo, los cuales tenían presencia en Miguel Alemán.

Hay relatos que sugieren que Osiel Cárdenas Guillén, el líder de más alto rango del Cartel del Golfo y Los Zetas, experimentó una ruptura con Z-1 en mayo de 2002 tras la muerte de su camarada Raúl Alberto Trejo Benavides , alias El Alvin, Z-6. , y/o Z9-HK24, en un tiroteo contra el pandillero rival Dionisio Román García Sánchez, conocido como El Chacho.

Se informó que Z-1 estuvo involucrado en amenazar a Cárdenas Guillén por la muerte de El Alvin, lo que plantea la posibilidad de que el asesinato de Z-1 fuera un ataque interno dirigido.

Tras un examen minucioso de la evidencia fotográfica obtenida, se descubrió que el Suburban que chocó contra una casa de madera cerca de la escena del crimen mostraba al menos cuatro disparos en las ventanas del conductor y del asiento trasero. Esto sugiere que el vehículo podría haber estado involucrado en un tiroteo antes o después del asesinato.

Los periodistas proponen que este vehículo era utilizado por los agresores, quienes aceleraron y perdieron el control del vehículo tanto al llegar como al salir del restaurante. Si esta narrativa es cierta, sugeriría que los agresores fueron recibidos con disparos de individuos armados estacionados en el restaurante, posiblemente los guardaespaldas de Z-1 o incluso el propio Z-1. Alternativamente, es posible que el propio Z-1 condujera el Suburban, participara en una persecución vehicular y luego buscara refugio en el restaurante antes de ser sacado por la fuerza y ejecutado afuera.

En el lugar, la  Unidad Especializada Contra el Crimen Organizado (UEDO)  detuvo a tres individuos, pero sus nombres ni afiliaciones nunca fueron revelados.

La Suburban verde incautada en la escena del crimen mostraba múltiples agujeros de bala en las ventanillas del conductor y del asiento trasero. Se conoce la identidad del conductor de este vehículo.

El restaurante Pisa y Corre (representado arriba), donde Z-1 encontró su muerte, estaba situado entre las calles Herrera y 9 en el centro de Matamoros. Era conocido por ofrecer cocina tradicional mexicana del centro de México y Puebla, el estado natal de Z-1. Las marcas blancas en la calle indican el lugar donde Z-1 perdió la vida.

Secuelas

El caso estuvo envuelto en “absoluto secreto” durante varios días. Inicialmente, cuando se supo la noticia, Z-1 seguía sin identificarse. Les tomó aproximadamente una semana a las autoridades confirmar oficialmente al público que el individuo en cuestión era Z-1, descrito como un “jefe de alto rango de la mafia local”.

A finales de la década de 1990 y principios de la de 2000, Los Zetas no fueron tan reconocidos como lo serían en los años siguientes. Muy pocas fuentes mencionan a Los Zetas antes de 2002. La primera referencia a este grupo que Borderland Beat ha descubierto data de 1996. En un periódico en nuestro poder, hay una mención de una “Unidad Zeta” en la Policía Municipal de Matamoros. Esta era una unidad policial auxiliar encabezada por Jorge Eduardo Costilla Sánchez , alias El Coss, cuando aún estaba en la policía de Matamoros. El grupo tenía la tarea de abordar las actividades del crimen organizado. Quizás aquí fue donde el grupo se inspiró para su nombre.

Tras la recuperación del cuerpo de Z-1 de la escena del crimen, fue transportado a una morgue local y vigilado estrechamente por las autoridades. Reportes indicaron que fue enterrado luego de una ceremonia privada en Reynosa, aunque esta información puede no ser concluyente, considerando que Z-1 era originario del estado de Puebla.

Rara imagen de Angélica Lagunas Jaramillo, la dueña del restaurante donde mataron a Z1. Hombres armados llevaron a cabo un atentado contra su vida unas semanas después de que mataran a Z1 (crédito de la foto: El Mañana , 2002)

Unas dos semanas después, Angélica Lagunas Jaramillo, la dueña del restaurante, escapó por poco de un atentado contra su vida tras salir de una tienda en Matamoros. Relató que cuatro hombres en un vehículo la siguieron mientras conducía y le dispararon antes de que lograra escapar. Durante una entrevista policial en su residencia, reveló que hombres sospechosos la habían visitado días después de la muerte de Z-1, advirtiéndole que no cooperara con los investigadores.

Se informó que Lagunas-Jaramillo estaba en una relación o casada con un miembro de alto rango de los Zetas, Omar Lorméndez Pitalúa , alias El Pita y/o Z-10. Su restaurante, Pisa y Corre, fue un establecimiento popular entre los primeros miembros de Los Zetas. Z-1 mantenía una relación con la hija de Angélica, Ana Bertha, quien también fue asesinada en 2007.

 

 

Fuentes (fuera de línea)

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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