Resurge la Práctica del Juego de Pelota Mexica y Ya se Practica en Varias Zonas del Centro del País
13 Mar. 2025
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El 13 de marzo de 1325 se funda la gran ciudad sobre el lago, donde se practicaba el juego de pelota y otras actividades religiosas, militares, de vida cotidiana o ceremoniales, que hoy tiene una connotación deportiva
Redacción/CAMBIO 22
Hubo gritos bajo el edificio de República de Guatemala 16, en el Centro Histórico de la CDMX, por las pasiones, apuestas y sacrificios que tuvieron lugar entre los muros de piedra que dieron forma al juego de pelota, en un símil de estadio en la antigua Tenochtitlan, ciudad fundada hace 700 años, el 13 de marzo de 1325.
En los cimientos del Hotel Catedral se asoma lo que fue una cancha, en ese entonces recinto ceremonial, donde las dualidades del día y la noche, la vida y la muerte, y otras, se representaron en el ulama o tlachtli, deporte donde el esférico era golpeado por las caderas de los mexicas.
“El juego tenía una forma lúdica, principalmente en las élites, para ejercitarse o apostar, y otra de ritual, con el sacrificio de hombres que mantenía el equilibrio cósmico, una bella metáfora donde la pelota representa el sol o la luna”, explica Enrique Ortiz, divulgador cultural y escritor, a El Heraldo de México.

Entre los 78 templos que había en la zona del Templo Mayor, según Fray Bernardino de Sahagún, estaba el juego de pelota, descubierto en 2010 por el Programa de Arqueología Urbana (PAU), dirigido por el arqueólogo Raúl Barrera.
Enrique Ortiz (Tlatoani_Cuauhtemoc, en X) precisa que “es diferente el concepto del deporte de aquellos tiempos. Antes eran disciplinas para la guerra, actividades de la vida diaria, o de índole ritual o religiosa”, y distingue otras que, en la actualidad, pueden tener un sentido de competencia.
“Había un juego de mesa que se llamaba patolli, con fichas, se podían usar semillas o cuentas a manera de dados; también hacían girar troncos con los pies, como acrobacias, acostados sobre el suelo. Esos los podía jugar cualquier persona. Los jóvenes practicaban lucha cuerpo a cuerpo, tiro con arco y dardos en el Telpochcalli, actividades vinculadas a la preparación de la juventud para la guerra”, resume.
La nobleza también tenía actividad física, enfocada al tema militar, en el Calmecac, que se encontraba dentro del centro ceremonial del Tenochtitlan (debajo de lo que hoy es el Centro Cultural España). Ahí se les enseñaba a los hijas de las familias nobles cómo ser buenos gobernantes y administradores. Pero la que más repercusión tenía con el tlatoani (rey), era la de mensajero, un corredor de largas distancias, conocido como painani.

“Llevaban, desde los mensajes propios de la diplomacia a los gobernantes, hasta el pescado fresco desde las costas para su consumo. Al parecer se hacían relevos por rutas determinadas, la más famosa es de las costas del Golfo de México, del actual estado de Veracruz, hasta Tenochtitlan. A través de este sistema de mensajes es que Moctezuma se entera de la llegada de Hernán Cortés a las costas mesoamericanas en abril de 1519”, cuenta Ortiz.
Sin embargo, es el juego de pelota el que más se ha distinguido y al que más han hecho perdurar a lo largo del tiempo algunos equipos de ulama, que buscan preservarlo por medio de entrenamientos, partidas, torneos y eventos que organizan en todo el país, incluída la Ciudad de México y el Área Metropolitana.
Juego de pelota prehispánico vive en 2025
Bajo la Avenida de los Insurgentes, frente al Estadio Olímpico Universitario, algunos hombres descamisados, y mujeres con cinturones o fajas de piel o de tela, golpean una pelota con sus caderas, como hace unos siglos lo hicieron los mexicas en Tenochtitlan. Se trata del colectivo Ulama Sierra Tonantzin.
“Queremos transmitir el deporte conforme a la tradición. Fue un reto adaptar el ulama de cadera a la ciudad, a la comunidad estudiantil. El objetivo es que esté presente la práctica en la juventud y se siga promoviendo”, dice Alan Zuñiga Lascano, estudiante de la Facultad de Química, quien lleva el nombre de siembra de Acatl Agua Carrizo, según la antigua tradición de los pueblos originarios de México.

En el Valle de México, hay más de 30 equipos y 150 jugadores, entre hombres y mujeres, que mantienen vivo este deporte, practicado en una cancha en forma de “I” latina con dos aros en cada muro que marcaban la mitad de ella, sin embargo, “parece que cuando tocabas un aro o lo cruzabas con la pelota, que pesaba entre tres y cuatro kilos, era considerada una hazaña deportiva”, cuenta Enrique Ortiz.
“Para nosotros es fundamental mantener la relación con la ceremonia de los elementos antiguos, porque nos reconecta con las raíces del México, y nos muestra una identidad cultural que es muy importante para los mexicanos: saber amar el territorio en el que vivimos y coexistimos, y amar a nuestros allegados. En el ulama todos somos iguales”, comparte Alan, estudiante de la Facultad de Química, donde también practican los jueves por la tarde.
Hoy conmemoramos el 700 aniversario de la fundación de la gran ciudad de Tenochtitlán. El mito dice que Huitzilopochtli profetizó a los mexicas, durante su migración desde Aztlán, que debían buscar en un lago un águila posada sobre un nopal con una serpiente entre sus garras.… pic.twitter.com/O4NtNdpaoq
— Hacienda (@Hacienda_Mexico) March 13, 2025
Con la caída del sol, en Ciudad Universitaria, juegan estudiantes de la UNAM con la cadera en el piso y el hule en el aire. Preservan el gusto por un deporte ceremonial que trasciende por los siglos en toda Mesoamérica, y que en el pasado arrebató gritos de emoción y sacrificio en Tenochtitlan, ciudad fundada hace 700 años.
La famosa e importante ciudad de Querétaro en México debe su nombre al crettaro, un juego de pelota muy anterior a la llegada de los españoles. La palabra “crettaro” viene del pueblo indígena purépecha.
Hoy en día se sigue jugando al crettaro, también conocido como ulama. pic.twitter.com/Ln5MRi5Jie— RelatandoHistoria (@relatandohisto1) February 21, 2020
Pases en corto
- Se piensa que pudo existir otro juego de pelota en la zona de Tlatelolco
- En Instagram se puede seguir al colectivo Ulama Sierra Tonantzin
- Entrenan martes (Estadio Olímpico) y jueves (Facultad de Química) a las 17:00 horas
- Las reglas del juego de pelota varían. Se desconocen las originales
- Enrique Ortiz ha escrito los libros “Las Águilas de Tenochtitlan”, “La Conquista para Gente con Prisa”, “El Mundo Prehispánico para Gente con Prisa” y “La Última Victoria Mexica, Una novela sobre la noche triste”
- En CDMX existen canchas de ulama, como en el Faro de Oriente Azcapotzalco y el Museo de Antropología e Historia.
Fuente: El Heraldo
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