Redacción/CAMBIO 22

El autor de la terrible matanza en un escuela primaria de Texas, Salvador Ramos, estaba equipado con una variante civil de un fusil semiautomático de asalto militar concebido para hacer el mayor número de víctimas posibles en un tiempo récord. Conocido en Estados Unidos como AR-15, es el arma más popular entre los estadounidenses a pesar de su largo y sangriento historial.

De hecho, esta versión civil del M-16 militar aparece en las masacres más letales. Salvador Ramos cumplió 18 años el pasado 16 de mayo e inmediatamente compró dos AR-15 y más de 300 municiones en la tienda Oasis Outback, en Uvalde, sin el consentimiento de su familia.

¿Por qué es tan popular? Es económica, ligera y fácil de usar. En promedio, puede costar entre 600 y 1.200 dólares y pesar unos tres kilos y medio. Incluso se puede personalizar por colores, las hay hasta rosa, o con accesorios como una mira para mejorar la puntería.

La Asociación Nacional del Rifle (NRA) se vanagloria en calificar al AR-15 como «el arma de América». Los defensores del control de armas estiman que su número se ha disparado en los últimos años y está en manos de, al menos, ocho millones de estadounidenses. Con cada tiroteo masivo y posterior debate político, hay un repunte de ventas por temor a que sea prohibida.

De hecho, ya lo estuvo por una ley del presidente Bill Clinton en 1994 (algo que los fans del AR-15 nunca le perdonaron). Cuando en el 2004 tocaba renovar su vigencia, a la Administración Bush se le «olvidó».

A pesar de tantas matanzas, el mercado de estos fusiles extremadamente peligrosos sigue viento en popa. Los fabricantes los presentan como objetos de caza, deportes o esparcimiento, o como la mejor respuesta a la necesidad de autodefensa de los estadounidenses.

 

 

Fuente: La voz de galicia

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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