Redacción/CAMBIO 22

LA HABANA.- La “Asociación Cultural Yoruba de Cuba” vaticina para 2023 el incremento de enfermedades, la delincuencia y el alcoholismo, además de advertir sobre un necesario cambio de mentalidad en favor del desarrollo de nuevas perspectivas socioeconómicas en la isla.

Un grupo de sacerdotes de la santería cubana o “babalawos” se reunieron la pasada noche vieja en la sede de la Asociación en La Habana y este 1 de enero publicaron la “Letra del Año” con sus predicciones, una de las tradiciones enraizadas en los practicantes y creyentes de esta religión.

Las profecías del oráculo de las religiones afrocubanas contenidas en la letra o el signo que regirá este año, también presagian desastres naturales por huracanes, agitaciones del mar y crecidas de ríos con pérdidas económicas y humanas.

Prevén un incremento de las actividades delictivas violentas y de robos por lo que se recomienda tomar precauciones con las propiedades individuales y estatales.

Ven con preocupación la tendencia de envejecimiento de la población que queda sin apoyo de la juventud ante el éxodo masivo registrado en el último año y la consecuente disminución del índice natalidad.

Pronostican un incremento del consumo de alcohol en la población, lo que genera problemas sociales y consideran que se deben divulgar más los daños que trae asociados.

Alertan también acerca de la educación de la niñez y la juventud, y avisan del éxodo de los maestros hacia otras ocupaciones.

La “Letra del Año” es una suerte de adivinación particularmente seguida en la nación caribeña por la población que espera las predicciones de los babalawos, como se denomina a los religiosos de esta denominación mayoritaria en Cuba.

“Es uno de los signos del oráculo de Ifá que tiene mensajes de esperanzas”, dijo a The Associated Press el babalawo Lázaro Cuesta, uno de los más reconocidos organizadores de la ceremonia desde los años 80.

Como contrapartida, el signo además avisa: “el que hace las cosas de la misma forma, jamás encontrará un resultado diferente. Hay que cambiar la mentalidad… y en vez de hablar y prometer hay que hacer y trabajar para lograr los objetivos”, agregó Cuesta. Si no, podría traer “tragedias en la estabilidad social y familiar”.

OBATALÁ, LA DEIDAD GOBERNANTE

Obatalá, la deidad de la creación, el santo mayor que ocupa un lugar preponderante en la santería afrocubana, será la deidad regente o gobernante.

En la santería cubana sincretiza con la Virgen de las Mercedes (para los católicos) y representa la pureza, la divinidad de las causas imposibles, protectora de los enfermos. Se le reconoce como el creador del ser humano y por eso se le atribuye la potestad de ser el dueño de todas las cabezas.

Esta vez tendrá como deidad acompañante a Oshún, la Virgen de la Caridad del Cobre, la Patrona de Cuba en la religión católica. Según su historia, es la dueña del amor y las aguas dulces del mundo, personificando el amor, la fertilidad, la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad.

Enfermedades que se pronostican

– Presagia u incremento de enfermedades asociadas a la garganta y la columna vertebral,

– Elevación de deterioro del sistema nervioso producidos por el estrés,

– Incremento de padecimientos relativos a la presión arterial.

– Enfermedades de Transmisión por vectores.

LAS RECOMENDACIONES

En 2023, entre las recomendaciones que acompañan la Letra del Año, se incluyen retomar como prioridad las medidas preventivas sanitarias en el país para limitar la proliferación de enfermedades contagiosas.

Asimismo aconseja un cambio de mentalidad que facilite el desarrollo para nuevas perspectivas socioeconómicas, así como potenciar legalmente las posibilidades económicas internas en la producción agroindustrial.

Y alerta a las autoridades en cuanto al excesivo empleo de bioquímicos en las viandas, frutas, embutidos y alimentos en general por sus consecuencias nocivas a la salud.

También recomienda aumentar el trabajo educativo contra la violencia doméstica y el respeto a las mujeres, niños y ancianos. Además sugieren fomentar la unión de los religiosos independientemente del culto que profesen.

LA REGLA DE OCHA EN CUBA

La Regla ocha o Santería cubana surgió como una fusión entre las tradiciones traídas por los esclavos africanos y las creencias católicas de los españoles. En la isla es la religión mayoritaria fuertemente enraizada en la idiosincrasia y la cultura nacional.

Los cultos sincréticos, llegados a Cuba con los esclavos africanos en la época colonial, se trasmiten por tradición oral de una generación a otra a través de rezos, ritos, conjuros, fórmulas mágicas, refranes, bailes, cantos, sacrificios y liturgias. La santería tiene en la adivinación una de sus principales prácticas y entre sus elementos propios a los caracoles, destinados al acto de consulta, y el uso de los llamados “collares de fundamento”, confeccionados con cuentas de los colores que caracterizan a cada deidad.

Aunque los creyentes en la santería consultan el sistema de adivinación de Ifá para obtener consejos, también suelen invocar la protección de los orishas a fin de enfrentar las dificultades cotidianas, desde el desabastecimiento de alimentos o la necesidad de conseguir medicinas hasta la realización de un cruce migratorio por mar o por tierra.

La isla enfrenta una fuerte crisis ocasionada por los efectos de las restricciones durante la pandemia de COVID-19, las ineficiencias propias y el impacto de las sanciones de Estados Unidos.

El sacerdote Víctor Betancourt reconoció las dificultades de transmitir el mensaje de “La Letra del Año” en un escenario de carencia y migración récord.

“Es muy difícil convencer a las nuevas generaciones. Yo en lo particular quisiera que mis amigos, mi familia, que volvieran (de otros países) y explicarles este mensaje desde el punto de vista de Ifá, que vienen buenos momentos para Cuba”, indicó Betancourt quien dijo que también podría ser una “oportunidad” para que aquellos con “cargos públicos actúen”.

La Asociación Cultural Yoruba de Cuba también dio a conocer “La Letra del Año”: el signo regente será Otura Niko y las deidades regentes Obatalá -patrona del pensamiento y la pureza- y Oshún -señora de las aguas dulces y la fertilidad-.

Para este grupo el año estará marcado por “la agitación del mar” y afectaciones en el sistema nervioso central por estrés.

 

 

Fuente: EFE

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