Reescriben la Historia Humana al Confirmar Uso Controlado del Fuego Hace 400 Mil Años
14 Dic. 2025
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Investigadores hallan en Inglaterra evidencias de combustión intencional mucho más antiguas de lo que se creía
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El descubrimiento revela avances clave en la evolución cognitiva y social de los primeros humanos
Redacción / CAMBIO 22
Científicos británicos han descubierto que los humanos antiguos podrían haber aprendido a producir fuego mucho antes de lo que se creía, tras hallar indicios de una combustión intencional ocurrida en el este de Inglaterra hace aproximadamente 400,000 años.
Según un estudio publicado en la revista Nature, este hallazgo adelanta en unos 350,000 años la fecha más antigua conocida para la creación controlada de fuego. Hasta ahora, la evidencia confirmada más antigua procedía de sitios neandertales en el norte de Francia con una antigüedad de unos 50,000 años.

El descubrimiento tuvo lugar en Barnham, un yacimiento paleolítico situado en Suffolk que ha sido excavado durante décadas. Un equipo encabezado por el Museo Británico identificó un área de arcilla cocida, hachas de mano de sílex fracturadas por calor intenso y dos piezas de pirita de hierro, mineral que al golpearlo contra el sílex produce chispas.
Durante cuatro años, los investigadores realizaron estudios exhaustivos para descartar incendios naturales. Los análisis geoquímicos revelaron que las temperaturas superaron los 700 grados Celsius (1,292 Fahrenheit) y mostraron evidencias de quemas repetidas en el mismo punto.
Ese patrón, explican los expertos, coincide con el de un hogar construido intencionalmente y no con un fuego provocado por un rayo.
Rob Davis, arqueólogo paleolítico del Museo Británico, señaló que la combinación de altas temperaturas, evidencia de quema controlada y fragmentos de pirita demuestra “cómo realmente estaban haciendo el fuego y el hecho de que lo estaban haciendo”.
La presencia de pirita de hierro, que no aparece de forma natural en Barnham, indica que sus habitantes la recolectaron deliberadamente, ya que comprendían sus propiedades y sabían emplearla para encender yesca.
La evidencia de fuego producido intencionalmente rara vez se conserva, pues la ceniza tiende a dispersarse, el carbón se degrada y los sedimentos alterados por el calor se erosionan con el tiempo.
En Barnham, sin embargo, los depósitos quemados estaban protegidos dentro de los sedimentos de antiguos estanques, lo que permitió reconstruir cómo las primeras comunidades humanas utilizaban el sitio.

Los investigadores destacan que las repercusiones para el entendimiento de la evolución humana son profundas.
El uso del fuego permitió a las poblaciones antiguas sobrevivir en climas fríos, ahuyentar depredadores y cocinar alimentos. El proceso de cocción elimina toxinas de raíces y tubérculos y destruye patógenos en la carne, lo que mejora la digestión y libera más energía para sustentar cerebros de mayor tamaño.
Chris Stringer, experto en evolución humana del Museo de Historia Natural, afirmó que los fósiles hallados en Gran Bretaña y España sugieren que los habitantes de Barnham eran neandertales tempranos, cuyos rasgos craneales y ADN reflejan un progreso creciente en capacidades cognitivas y tecnológicas.
El fuego también transformó la vida social. Las reuniones nocturnas alrededor de una hoguera ofrecieron oportunidades para planificar, contar historias y fortalecer vínculos dentro del grupo, comportamientos asociados con el surgimiento del lenguaje y de formas más organizadas de sociedad.
Según los arqueólogos, el sitio de Barnham se enmarca en un patrón más amplio en Gran Bretaña y Europa continental, entre hace 500,000 y 400,000 años, cuando el tamaño cerebral de los primeros humanos comenzaba a acercarse al de los humanos modernos y los indicios de una conducta más compleja se volvían más evidentes.
Nick Ashton, curador de colecciones paleolíticas del Museo Británico, calificó el hallazgo como “el descubrimiento más emocionante de mi larga carrera de 40 años”.
Para la comunidad arqueológica, este descubrimiento contribuye a responder una cuestión antigua: en qué momento los humanos dejaron de depender de los rayos y los incendios naturales para, en cambio, aprender a generar fuego cuando y donde lo necesitaban.
Fuente: Forbes
KXL/GCH




















