Dra. Candy Raygoza/Cambio 22

“¡La paz esté con todos ustedes!” —con esta frase poderosa e iluminadora, el Papa León XIV abrió su primer mensaje al mundo ayer, 8 de mayo de 2025. Su saludo no fue formalidad ni gesto litúrgico; fue una convocatoria profunda, un llamado urgente en un momento donde el alma del mundo parece desgarrarse entre guerras, crisis migratorias, desigualdades y desesperanza.

Su mensaje no pudo ser más oportuno. El nuevo pontífice, marcado por su historia misionera en América Latina y su cercanía a los pueblos más humildes, no titubeó en plantear que la Iglesia debe caminar con el pueblo, construir puentes con el diálogo y estar cerca de quienes sufren. Nos recordó, como lo hiciera en su momento Juan Pablo II, que “No hay paz verdadera sin justicia, ni justicia sin dignidad humana”.

La paz esté con todos ustedes”: León XIV ofreció su saludo ante la multitud  visiblemente emocionado | Visión 360

Pero este llamado, por bello que suene, no puede quedarse en el eco de un balcón en Roma. Más que nunca, necesitamos hacernos cargo de lo que significa recuperar la paz, sobre todo en países como México, donde la violencia ha dejado de sorprendernos, y la indignación parece anestesiada por el discurso oficial.

¿Cómo se construye la paz en medio del cinismo?

A lo largo de la historia reciente, diversos pensadores han aportado visiones profundas sobre cómo construir una paz duradera. Johan Galtung, considerado el padre de los estudios contemporáneos de la paz, definió la diferencia entre paz negativa (ausencia de guerra) y paz positiva (presencia de justicia social). Elise Boulding insistió en la importancia de cultivar una cultura de paz desde las familias, la educación y la acción cotidiana. Paulo Freire propuso la conciencia crítica como una herramienta pedagógica para liberar y dignificar al ser humano.

A estos nombres se suman también otras voces imprescindibles: Betty Reardon, quien articuló la educación para la paz como una práctica transformadora con perspectiva de género y derechos humanos; María Montessori, que desde la pedagogía infantil sostuvo que la paz se construye en el alma de los niños; y Martin Luther King Jr., cuya lucha no violenta por los derechos civiles en Estados Unidos dejó huella como ejemplo de resistencia ética.

Todos coinciden en algo esencial: hablar de paz no es hablar de pasividad. Es hablar de estructura, de conciencia, de responsabilidad, de justicia.

Johan Galtung: el gran inspirador de la construcción de paz

Hablar de paz no puede ser un gesto diplomático. La paz auténtica —como bien han señalado autores como Johan Galtung, Elise Boulding o el mismo Paulo Freire desde su pedagogía crítica— exige más que la ausencia de balas: requiere estructuras de verdad, justicia, participación y equidad. Implica mirar adentro, sanar nuestras heridas individuales y colectivas, y construir desde ahí una cultura distinta, que no sea sostenida por el miedo ni por el espectáculo del poder.

El gran reto que enfrentamos como nación es que hemos normalizado el saqueo. El discurso público está plagado de frases huecas: se predica honestidad, pero se protege la impunidad; se exalta el humanismo, pero se gobierna desde la imposición; se promete cercanía, pero el pueblo se siente más solo que nunca. La deuda pública se ha duplicado con una ligereza preocupante, y aún se contempla incrementarla sin asumir las consecuencias. Mientras tanto, el aparato político opera como una maquinaria de clientelismo sostenida con dinero ajeno, sin remordimiento alguno.

¿Y la paz?

La paz verdadera no se decreta. Se cultiva. Y comienza por dentro. Como bien decía León Tolstói: “Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”. Hoy el Papa León XIV nos invita —con serenidad y autoridad— a cambiar esa narrativa. A ser artesanos de paz. A dejar de apuntar hacia arriba esperando redención política, y empezar a construirla desde nuestros vínculos más cercanos, desde el ejemplo, desde el voto consciente, desde la exigencia ética.

Porque la paz no es ingenua. La paz es una opción radical que incomoda al poder. Requiere que las autoridades tengan vocación de servicio real, no slogans. Requiere que la ciudadanía despierte de la fantasía de que multiplicar partidos es sinónimo de democracia, cuando muchos de ellos nacen ya con el acta de su rendición firmada.

México necesita despertar.

UN DÍA PARA LA PAZ | DE LA REFLEXIÓN SE DIRECCIONA LA VIDA

Necesitamos dejar de conformarnos con un sistema que solo simula pluralidad. Necesitamos volver a poner el foco en la responsabilidad, en la transparencia, en la verdad. El nuevo Papa ha encendido una luz. No para que lo admiremos, sino para que sigamos ese camino.

Mientras el país se hunde en la violencia, la impunidad y el olvido, una figura espiritual levanta la mano desde Roma y dice: “¡La paz esté con todos ustedes!”
No es solo un gesto. Es una llamada.
Recuperar la paz no es un anhelo romántico. Es un deber urgente.
Nos toca dejar la indiferencia, alzar la voz y actuar con conciencia.
Porque no se puede bendecir un país que no se bendice a sí mismo con dignidad.

qué Es El Arte?? Resumen | Leo Tolstoy

No podemos hablar de paz sin hablar del dolor que arrastra nuestro país.
En México, la violencia no es solo una estadística: tiene nombre, rostro y corazón. Hay miles de familias rotas por desapariciones forzadas, por feminicidios, por secuestros impunes. Las Madres Buscadoras han dejado de llorar en privado para salir a cavar con sus propias manos, porque las autoridades que deberían acompañarlas han decidido mirar hacia otro lado.

Esas madres han sido silenciadas, amenazadas, perseguidas. Algunas han pagado con su vida el atrevimiento de querer encontrar a sus hijos. Su lucha es una herida abierta en el alma del país y una prueba brutal de que el Estado no está cumpliendo con su máxima obligación: proteger la vida.

En medio de todo esto, el mensaje del Papa León XIV adquiere una fuerza ineludible. La paz comienza en el corazón, pero debe crecer en la justicia. La paz no es posible donde el dolor de las madres es ignorado, donde los niños crecen con miedo, donde el poder se arrodilla frente al crimen.

Esto costó la violencia en México en 2019

México merece la paz. Y la paz se construye con verdad, con valentía, con memoria y con participación ciudadana

No olvidemos que cada tres y cada seis años, tenemos la gran oportunidad de cambiar las cosas.
No es solo un derecho. Es una responsabilidad moral. Si quienes llegan a cargos de decisión solo piensan en sí mismos, si su vocación es la conveniencia y no el servicio, entonces la democracia fracasa en su esencia. Pero si cada ciudadana y ciudadano despierta, cuestiona, se informa, vota y actúa, entonces la esperanza sigue viva.

  • Dra. Candy Raygoza.

  • Licenciada en Derecho.

  • Maestrante en Derechos Humanos.

  • Maestra en Psicoterapia Humanista.

  • Doctora en Derecho.

Promover la paz es nuestro primer propósito', presidente de los obispos de  México

  • Presidenta Fundadora de Líderes Juaristas A.C.

  • Presidenta de la COMNAPAZ en Quintana Roo.

  • Secretaria de Cultura de Paz en el Comité Nacional de “Mujeres con Causa A.C.”

  • Integrante de 50 + 1 Capítulo Quintana Roo.

  • Integrante del COQPARE en Quintana Roo.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/RCM

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