Redacción/CAMBIO22

Hace algunos años -bastantes-, se dio a conocer en redes la historia de Richard Sandrak, mejor conocido como ‘el pequeño Hércules’.

Y es que desde muy niño sorprendió a muchas personas alrededor del mundo por su diciplina para el ejercicio rudo.

Como diría su padre ‘no es fácil construir el cuerpo de un dios griego’ y Richard lo aprendió con sudor y lágrimas.

Su impresionante cambio físico no se dio de la noche a la mañana, fueron años de constante entrenamiento influenciado por sus padres, pues ambos eran amantes del deporte.

Mientras su madre era muy hábil en los aerobics, su padre estaba dedicado 100% a las artes marciales.

Con ganas de perseguir el sueño americano, la pareja se mudó de Ucrania  Pensilvania, ahí en dicha ciudad, Richard comenzó a adentrarse de lleno al mundo del ejercicio.

Al poco tiempo, su padre comenzó a notar su habilidad y subió el nivel de los pesados entrenamientos, al mismo tiempo que le enseñaba artes marciales.

Así, sin imaginarlo, Richard comenzaba a tener un marcado cuerpo que pronto lo hizo destacar.

Se dice que su padre lo obligaba a hacer 300 sentadillas y 600 flexiones diario y el entrenamiento duraba hasta siete horas.

Su destacable fuerza hizo notar a los padres que quizá su fuerte no eran las artes marciales, sino el culturismo.

En esta época sus padres decidieron buscar a un entrenador profesional para convertir a su pequeño en un destacado ‘Hércules’ de la vida real.

La primera vez que Frank, el nuevo entrenador, lo vio, pensó era fraude, pues no podía creer el cuerpo de un niño tan pequeño.

Inicialmente pensó era un adulto con enanismo, pero pronto quedó convencido.

En ese momento la vida de Richard, que no era para nada común a la vida de un niño, se puso mucho más desafiante.

Frank desarrolló un régimen que puso a prueba los límites del pequeño. Cuando el niño cumplió siete años, su destreza física era la envidia de muchos. Pues estaba en mejor forma que todos los adultos a su alrededor.

Increíblemente a su corta edad podía levantar más de 80 kilos.

 

Cuando cumplió 8 años, ya podía cargar más de 90 kilos. Tan intenso era su entrenamiento que su padre no permitía que durmiera en una cómoda cama, lo obligaba a dormir en el piso. Aunque muchos afirmaron que eso era una tortura, sus padres aseguraron que al pequeño no le molestaba y que incluso le funcionaba para mejorar su postura.

Y aunque su ‘carrera’ destacaba, su infancia se quedó atrás, no tenía ni un amigo, enfocaba todo su día al ajercicio. Y es que tampoco iba a la escuela, su educación era desde casa.

Durante aquellos años algunos de los videojuegos más icónicos hoy en día fueron lanzados, sin embargo Richard se mantuvo alejado de ese mundo de villanos y princesas y es que él estaba comprometido con las pesas.

Al mismo tiempo, sus padres fueron acusados de abuso pero Richard siempre dejó claro que el mundo del deporte era su ‘mayor elección’.

Al cumplir 10 años, ya era conocido por muchos culturistas y  gente del espectáculo. Incluso llegó a aparecer en diversos programas de televisión y pudo conocer a algunos de sus ídolos.

Su debút en la pantalla grande llegó cuando protagonizó junto a Hulk Hogan  ‘Little Hércules en 3D’, una película de fantasía, sin embargo, no tuvo mucho éxito.

Esto no lo desmotivó y siguió sus entrenamientos en el culturismo. Según el documental ‘El niño más fuerte del mundo’, sólo tenía 1% de grasa corporal. Esto preocupó a los expertos en nutrición, pues los hombres no deben bajar del 5%. Tan poca grasa corporal puede afectar funciones en el metabolismo.

Su mundo cambió por completo el día que su padre agredió a su madre y la dejó con la nariz y muñeca rotas. Fue Richard quien tuvo que llamar a la policía para que detuvieran a su padre.

Luego de eso, Richard decidió alejarse del mundo del culturismo, lo que resultó en una dramática transformación.

Aunque en la actualidad no se dedica al culturismo, si está enfocado al deporte pues es un experto en acrobacias y trabaja en Universal Studios para el Mundo Marino.

Richard asegura vivir una vida tranquila y feliz, demostrando que la vida puede cambiar de un momento a otro.

¿Conocías su historia?

 

Fuente: Exelsior

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