• Un fascinante hallazgo arqueológico revela detalles sobre la vida y la muerte de una mujer acusada de ser vampira en su época

 

Redacción/CAMBIO 22

Era muy joven, probablemente padecía un trastorno mental o un impedimento físico, y cuando le llegó la muerte fue enterrada con un candado triangular en el dedo del pie y una hoz en el cuello. Esto es lo que se sabe sobre la popularmente llamada “Zosia”, una mujer que habitó en el pueblo de Pień, en Polonia, durante el siglo XVII y que, de acuerdo con la bizarra pero no tan excepcional descripción de su tumba, habría sido considerada, en su tiempo, una “vampira”.

Sus restos fueron encontrados en 2022 por un grupo de investigadores de la Universidad Nicolás Copérnico (NCU, por sus siglas en inglés), quienes asociaron el hallazgo con una época histórica en la que, en este país, se masacró a más de 15.000 mujeres por supuesta brujería: quemadas en la hoguera, ahorcadas, o bien ahogadas en el agua.

Ahora, en un intento por continuar divulgando la historia del vampirismo en Polonia, el mismo equipo ha contado con la colaboración del escultor y arqueólogo sueco Oscar Nilsson para reconstruir su rostro en tres dimensiones. Tras un proceso “de 200 a 400 horas“, señaló el artista, por fin se ha desvelado la imagen de esta mujer, víctima de una acusación que la llevó a protagonizar un enterramiento lleno de simbolismos y, próximamente, una película.

El rostro de “Zosia”: una mezcla de arqueología, anatomía y arte

Si los contemporáneos de “Zosia” fueran testigos de esta reconstrucción facial, se llevarían las manos a la cabeza. Y no es para menos: mientras los elementos encontrados en esta tumba —el candado y la hoz— indican que quienes la enterraron buscaban que no volviese nunca de entre los muertos, 400 años más tarde la joven vampira ha resucitado para mirarnos a los ojos y contarnos su historia.

Utilizando pruebas de ADN, técnicas de impresión 3D y arcilla para moldear, Nilsson y el equipo de la NCU, liderado por Dariusz Poliński, profesor del Departamento de Período Medieval y Período Moderno Temprano de la Facultad de Historia, han logrado elaborar una representación física realista de “Zosia” con detalles tan específicos como “las arrugas, los poros de la piel, los rasgos faciales y las cicatrices resultantes de las lesiones”, destacan.

Para ello, el proceso tuvo que ser extremadamente minucioso. En primer lugar, se colocaron “alfileres de diferente longitud en el modelo que reflejaban el grosor del tejido en varias partes anatómicas de la cara”. Luego, se aplicaron “músculos hechos de un tipo especial de arcilla“. Y para finalizar, se colocaron “los globos oculares y las capas posteriores imitando el tejido y la piel”.

¿Quién fue “Zosia”? La eterna pregunta de los investigadores

Poco se sabe sobre la vida de la mujer, cuya escultura llegaría a Polonia a lo largo de noviembre de 2024. Los restos óseos no han permitido conocer detalles de su biografía como su relación con los vecinos que la enterraron de esta peculiar forma, probablemente impulsados por el temor a los seres sobrenaturales.

Eso sí, la misma investigación que ha llevado a la reconstrucción de su rostro también ha permitido desvelar más información sobre ella: por ejemplo, que murió con entre 18 y 20 años y que pertenecía a una familia de clase alta —porque fue enterrada con una gorra de seda, material reservado para la nobleza—. Pero, ¿por qué fue considerada una vampira?

De acuerdo con las especulaciones del equipo, la razón podría yacer en uno de sus más llamativos rasgos físicos: tenía los dientes incisivos muy largos, lo que podría haber provocado su procesamiento y ejecución por vampirismo al creer que había sido mordida por uno de estos chupasangres, asociados durante la Edad Moderna a la figura demoníaca de Lucifer.

Como mal-entendido deu origem ao popular mito dos vampiros - 07/07/2024 -  Ilustrada - Folha

Y en este sentido, no se trata de una acusación excepcional para la época: son varias las tumbas anti-vampiros datadas del siglo XVII que se han encontrado en Polonia, como la de un niño decapitado en la región de Pomerania que también fue enterrado con un candado triangular, colocado en la parte inferior de sus piernas.

Con todo esto, el objetivo de su reconstrucción facial no es alimentar más la leyenda que justificó su muerte o vengar a quienes terminaron tempranamente con su vida, sino devolverla al mundo como la persona que fue: “como un ser humano, y no como el monstruo como el que está enterrada”, concluye Nilsson.

 

 

Fuente: National Geographic

redaccionqroo@diariocambio22.mx

VAC/MER

 

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