Vera Sistermans/InSight Crime

Redacción/CAMBIO 22

Las autoridades españolas desarticularon una organización criminal albanesa que traficaba cocaína de Latinoamérica para distribuir en Europa, una muestra de la creciente importancia de los traficantes albaneses para el tráfico transatlántico de estupefacientes.

Diecisiete personas, pertenecientes a una organización conocida como el “clan Farruku”, fueron capturadas en varios operativos en España, según un comunicado de prensa dado a conocer el 14 de abril por la policía española. El grupo parecía conformado en su mayoría por una familia albanesa, radicados principalmente en Madrid y la región turística de Costa del Sol, al sur de la Península. Estaban relacionados con el líder del grupo Kreshnik Budlla Farruku, conocido narcotraficante albanés, quien no fue detenido en el operativo y continua prófugo.

Aunque las autoridades españolas saben del clan Farruku desde 2008, la investigación que condujo a estas capturas se aceleró después de que las autoridades supieron de un posible cargamento de estupefacientes vinculado al grupo en septiembre de 2021, el cual fue finalmente incautado en enero de 2022. Este segundo decomiso de 2 toneladas de cocaína, ocultas en un contenedor de pescado congelado enviado desde Guayaquil, Ecuador, hasta Algeciras, España, también aportó evidencias sólidas sobre las conexiones del grupo con Ecuador.

Desde la apertura de la operación en septiembre de 2021, se han conectado al grupo un total de cerca de 10 toneladas de cocaína, decomisadas en Italia, Bélgica, Grecia, Portugal, los Países Bajos y España. Además, es muy probable que el Clan Farruku haya estado implicado en un tipo distinto de transacciones de drogas, conocidas como kilo por kilo. La incautación de 10 toneladas de hachís de origen marroquí en Portugal, que presuntamente se embarcaría hacia Latinoamérica, sería el intercambio por la misma cantidad de cocaína.

Este tipo de transacciones no es raro para este grupo, como afirmó a InSight Crime Pavla Holcová, editora regional del Proyecto de Europa Central para la Reportería sobre Corrupción y Crimen Organizado (OCCRP), que lleva varios años siguiendo al grupo.

Análisis de InSight Crime

El clan Farruku parece tener una de las operaciones albanesas mejor estructuradas que se han descubierto hasta la fecha, como se observa en la influencia ejercida por varios de sus miembros en eslabones claves de la cadena de distribución de la cocaína en múltiple países latinoamericanos y europeos. Esto demuestra que, aun cuando algunos de sus compatriotas llevan más de una década consolidando su influencia en Latinoamérica, los narcotraficantes albaneses se están organizando mejor.

“Tienen la infraestructura en España, Países Bajos y en el puerto belga de Amberes”, explicó Pavla Holcová.

El grupo también tiene fuerte presencia en Ecuador, centro de envíos para los grupos criminales albaneses. Ergys Dashi, cuyo rol como intermediario del clan Farruku había sido confirmado por la policía española, fue asesinado en un restaurante de Guayaquil en febrero de 2022, poco después del decomiso de cocaína en el puerto de Algeciras.

Para Holcová, Dashi ofrece un ejemplo del modus operandi de los intermediarios. Aunque era un activo importante para la red Farruku, no hacía parte del grupo base, explicó, y agregó que el grupo tiene varios enviados como él en Ecuador y Perú.

“De uno o dos años hacia atrás, Perú ha exhibido un aumento de las actividades de los grupos albaneses”, señaló.

Y el clan Farruku no está solo. Otro notorio traficante albanés, Dritan Rexhepi, fue detenido en Ecuador en 2015 y sentenciado a 13 años de prisión por intentar coordinar transacciones con cocaína hacia Europa. Pero al parecer fue excarcelado en Guayaquil a comienzos de 2022 y desde entonces no hay rastro de él.

 

 

 

 

 

Fuente InSight Crime
redaccionqroo@cambio22.mx

MRM

WhatsApp Telegram
Telegram