• Más allá del caso Kiki Camarena: la DEA ubicaba a Caro Quintero como líder del Cártel de Sinaloa y fundador del cártel de Caborca con amplia presencia en Quintana Roo y ahora en Yucatán.

 

  • Caro Quintero enfrenta más de 10 cargos en distintas cortes de EEUU, desde tráfico de drogas hasta liderar una organización criminal continua.

 

  • Los Nexos de la familia Caro Quintero, con el poder público de Quintana Roo provocó en gran parte su poderío económico que hoy los convierte en el cártel consentido de la 4T.

 

Renán Castro Madera/CAMBIO 22

Rafael Caro Quintero “El Jefe de Jefes” y otrora objetivo principal de la DEA en México siempre fue identificado como uno de los fundadores principales del cártel de Sinaloa y en años recientes del cártel de Caborca, este último con amplio dominio del territorio quintanarroense y a últimas fechas de varios municipios yucatecos.

Caro Quintero, perseguido por autoridades judiciales estadounidenses por cerca de 40 años, ahora ya radica en una prisión del vecino país.

“El Narco de narcos”, apodo de Rafael Caro Quintero, enfrenta más de una decena de cargos en distintas cortes de Estados Unidos, entre ellos se destaca su histórica deuda por ser considerado el que ordenó el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA,

 

La cárcel no impidió a Caro Quintero seguir dirigiendo actividades criminales y participar en la formación del Cártel de Sinaloa junto a Ismael El Mayo Zambada, Joaquín Guzmán Loera, Juan José Esparragoza Moreno y Héctor el Güero Palma.

Luego de su liberación en 2013, lo ubican como el fundador de otra poderosa organización criminal, el Cártel de Caborca, del cual estuvo al frente hasta su segundo arresto en julio de 2022.

El cártel de Caborca que hoy dirige su sobrino José Gil Caro Quintero “El Pelo Chino”, mantiene el control de más de 5 municipios en Sonora y el control en los estados de Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Yucatán y en la totalidad del estado de Quintana Roo.

De acuerdo con la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, elaborado por la DEA, el Cártel de Sinaloa opera bajo un “Modelo Paraguas” con cuatro facciones importantes lideradas por: Los Chapitos, Ismael El Mayo Zambada, Aureliano Guzmán Loera y Rafael Caro Quintero.

“El Cártel de Sinaloa no tiene líder, tiene un “Modelo Paraguas” que cubre cuatro organizaciones criminales cooperantes. Esta estructura teóricamente da a los jefes de los independientes grupos narcotraficantes la capacidad de compartir recursos –como rutas de contrabando, contactos corruptos, acceso a proveedores de sustancias químicas ilícitas y redes de lavado de dinero, sin compartir ganancias ni tener que responder a una cadena de mando principal”, se lee en el documento elaborado por la DEA.

En su informe, la dependencia estadounidense también reconocía que los cuatro facciones independientes del Cártel de Sinaloa tenían luchas internas por el poder, lo que dejaba de manifiesto la viabilidad del “Modelo Paraguas”.

Y es que el Cártel de Caborca pelea con Los Chapitos y La Mayiza por el control del estado de Sonora y Quintana Roo, las rutas para el trasiego de fentanilo y otras drogas; mientras que a su vez, desde el 9 de septiembre de 2024, Los Chapitos y La Mayiza se enfrascaron en una guerra tras la captura de Ismael El Mayo Zambada.

Quintana Roo y su Disputa con Los Chapitos

En Quintana Roo, los Caborca han disputado a últimas fechas con la familia Montero pertenecientes a Los Chapitos, el control de las pistas clandestinas que operan en el municipio de Bacalar y las costas de Othón P. Blanco y Felipe Carrillo Puerto.

En esta entidad se aliaron y adoptaron a la gente leal a Ismael “El Mayo” Zambada que radicaba en los municipios de Benito Juárez (Cancún) y Solidaridad (Playa del Carmen) para dejar fuera a los hijos del Chapo Guzmán.

En Campeche también disputan pistas ubicadas en el municipio de Candelaria.

Además esta sería otra razón por la que Estados Unidos solicitaba la extradición de Rafael Caro Quintero, vinculan a su organización como responsable de la crisis de opioides que enfrenta; sin embargo, el “Narco de narcos” también enfrentaría cargos por:

  1. Actividad criminal continua

  2. Posesión con intención de distribuir marihuana y cocaína

  3. Conspiración para cometer delitos violentos en beneficio del crimen organizado

  4. Delitos violentos en beneficio del crimen organizado

  5. Conspiración para secuestrar a un agente federal

  6. Violaciones de secuestro y asesinato de un agente federal

  7. Posesión y uso de un arma de fuego de manera internacional

  8. Distribución de cocaína, heroína y metanfetamina

Respecto al caso de Kiki Camarena, conviene recordar Caro Quintero fue condenado a 40 años de prisión, sin embargo, tras 28 años de prisión un tribunal concluyó que la justicia federal lo juzgó mal porque el secuestro y homicidio son delitos competentes al fuero común.

En sus años de libertad, la DEA incrementó de 5 a 20 millones de dólares la recompensa para quien entregara información que ayudara a detener a Rafael Caro Quintero, algo que finalmente ocurrió en una zona serrana de Sinaloa, desde donde se presume que lideraba a sus sobrinos, cabezas del Cártel de Caborca.

La Familia Caro Quintero y sus Relaciones con Autoridades y Políticos de Quintana Roo

La influencia de Caro Quintero en Quintana Roo a través de José Gil Caro Quintero y su descendencia, ha sido clave para el crecimiento y fortalecimiento del cártel de Caborca en el país, pues en sus inicios como organización criminal, sus presuntos pactos con el gobierno panistas-perredista que encabezó Carlos Joaquín González cuando gobernó está importante entidad, les permitió operar varias pistas clandestinas en los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco dónde en sus mejores tiempos llegaron a recepcionar hasta más de cinco vuelos semanales.

Además en este último municipio operó el desembarcó de cuantiosos cargamentos a través de lanchas rápidas que por igual llegaban a costas tanto de Othón P.Blanco, Felipe Carrillo Puerto y Tulum.

Es importante destacar que de igual manera el dominio y control que ejercen en los aeropuertos internacionales de Cancún, Cozumel, Chetumal y en especial el nuevo aeropuerto Felipe Carrillo Puerto de Tulum, los ha convertido en una poderosa organización criminal que hoy no solo domina el estado de Quintana Roo, en los últimos meses se ha confirmado su dominio de varios municipios del vecino estado de Yucatán.

Operan en la ciudad de Chetumal sin que nadie se los impida y además utilizan una serie de calcomanías en sus vehículos para poder ser identificados por las autoridades policiacas y no ser molestados.

En la capital del estado radican sus principales operadores y en el cambio de gobierno algunas fuentes cercanas a las investigaciones aseguran que al llegar al Poder el partido Morena tan sólo se traspasó el convenio criminal que mantenían con la administración que encabezó el hoy embajador de México en Canadá, Carlos Joaquín González.

Lo que es un hecho es el poderío alcanzado por la familia Caro Quintero en nuestro país, gracias al dominio y protección de autoridades quintanarroenses que los llevó a ser una de las organizaciones criminales más ricas y poderosas.

 

Con Información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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