Rafael Caro Quintero, Jamás Dejó el Narcotráfico y la SEDENA lo Sabía: Guacamaya Leaks
5 Oct. 2022
Redacción/CAMBIO 22
¿Qué pasó?
Un informe de inteligencia del Ejército fechado cinco años antes de su detención y que fue obtenido a partir de la vulneración de los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), exhibe la ruta de poder que siguió el fundador del Cártel de Guadalajara después de su liberación en 2013.

¿Por qué importa?
El viernes 15 de julio, la Marina detuvo a Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara y cuya operación reciente estuvo centrada en Caborca, Sonora. Se trataba de uno de los criminales más buscados por la DEA y el FBI.
En Quintana Roo, el predominio del cartel de Caborca y/o Caro Quintero, durante seis años, se da en el marco de esa tolerancia inexplicable del Ejército quienes junto con la DEA llevaron a cabo una amplia investigación que solamente llevó a la detención de un miembro importante de esa organización en el municipio de Bacalar.
De manera inexplicable en un fuerte operativo cuando se tenía la ubicación del principal líder de esa poderosa organización, José Gil Caro Quintero “El Pelo Chino” se recibió una orden de las oficinas centrales para evitar su aprehensión.
Todo ello tiene obtuvo lo que hoy se llama las Guacamayas Leaks, en dónde se desglosa el grado de penetración que sufrió esa institución y que permitió junto con la complicidad de otros niveles de gobierno en especial la administración que encabezó Carlos Joaquín González y que hoy mantiene postrado y a Merced de la delincuencia a la sociedad quintanarroense.

Caro Quintero enfrenta cuatro cargos criminales en la Corte del Distrito Este de Nueva York, el mismo tribunal que juzgó a Joaquín “El Chapo” Guzmán y que lleva el caso de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública.
Reportes periodísticos refieren que, en los 28 años que estuvo recluido Rafael Caro Quintero (1985 a 2013), los hermanos del presunto traficante no dejaron de operar en la plaza de Caborca; inclusive, desde su salida de prisión, el fundador del Cártel de Guadalajara actuó como intermediario de otros narcotraficantes.
El contexto:
Un grupo internacional de hackers conocido como “Guacamaya” tuvo acceso a los servidores de la Sedena y obtuvo miles de documentos, correos electrónicos, archivos adjuntos, cartas y videos fechados entre 2016 y 2022. Nunca antes se había hecho pública una vulneración tan grave de la seguridad nacional.
Los detalles:
De acuerdo con el diario El País, la Sedena tenía conocimiento de las actividades ilícitas de Rafael Caro Quintero, después de haber logrado su libertad y cinco años antes de ser reaprehendido, periodo en el que cerró importantes tratos con bandas rivales para apuntalar su poder en la sierra de Sinaloa.
El Ejército tenía pruebas sólidas de que el fundador del Cártel de Caborca, lejos de retirarse del negocio logró acrecentar su dominio en su tierra, como lo demuestra un archivo llamado “Reunión de Caro Quintero en Sinaloa de Leyva y Guasave”, dos municipios de la sierra sinaloense.

Aunque no se hizo público, el informe de inteligencia de la Sedena da cuenta de una reunión clave en la que Caro Quintero asumió el control de una organización rival, la de los Beltrán Leyva, en 2017, luego de pactar una alianza en medio de disputas de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y sus ex colaboradores tras la extradición de éste a Estados Unidos.
Según refiere El País, en los mails filtrados se asienta que Caro Quintero pactó con Fausto Isidro Meza Flores, mejor conocido como “El Chapo Isidro”, líder de los Beltrán Leyva y enemigo jurado de la organización sinaloense que ayudó a fundar.
Asimismo, se detalla un organigrama de ambos grupos criminales. Por un lado aparecen como líderes del Cártel de Sinaloa (identificado oficialmente como Cártel del Pacífico) Iván Archivaldo, hijo de “El Chapo” y su tío Aureliano, alias “El Guano”, así como el histórico líder del grupo que nunca ha sido detenido: Ismael “El Mayo” Zambada.
A mediación, figuran Caro Quintero, además de “El Chapo” Isidro -uno de los herederos de los Beltrán Leyva con los que se habría asociado-, Ávaro Guadalupe Carrillo Fuentes, “La Lapa”; Jesús González Peñuelas, “El Chuy Peñuelas”; Ignacio González Peñuelas y Mario Alberto Lugo Lara, “Mario El Calabazas”. Estos últimos controlaban la zona serrana de Sinaloa de Leyva en 2017.
El 15 de julio, tras su captura, se confirmó que Caro Quintero nunca abandonó sus tierras y mucho menos cambió de oficio. Y según lo demuestran los registros de la Sedena, su poder siguió incrementándose mientras estuvo prófugo.

Aun así, su nombre no era parte de los capos más buscados ni más poderosos del país y a pesar del silencio del Ejército en torno a su figura, las nuevas revelaciones confirman que su irrupción tuvo que ver en el desencadenamiento de la violencia en Sonora en dichos años.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presionado al gobierno mexicano para que extradite a Caro Quintero, acusado del asesinato de 1985 del agente de la DEA, Enrique Camarena. Por el momento, el capo espera la resolución definitiva en el penal de máxima seguridad de El Altiplano.
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