• Violencia en Cancún: Indicadores Delictivos y Comparativa de Administraciones

 

  • La percepción de inseguridad, el aumento de la violencia y la presión económica por protección ponen en riesgo inversiones y llegada de visitantes.

 

  • Homicidios, extorsiones, robos y desapariciones han marcado el deterioro de la seguridad en la ciudad más turística del país.

 

 

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

Desde su fundación en 1970, Cancún pasó de ser una ciudad planeada con bajos índices de delincuencia a convertirse, en las últimas dos décadas, en una de las zonas urbanas más golpeadas por la violencia en el país.

En los años 80 y 90 los crímenes eran escasos, pero la urbanización acelerada, el crecimiento poblacional desordenado y la infiltración del crimen organizado a partir de los 2000 transformaron el panorama.

En 2017, Cancún ya figuraba en rankings nacionales por su incremento en homicidios. Para 2018, el municipio de Benito Juárez (Cancún) estaba entre los más violentos de México. Aunque las cifras oficiales muestran una reducción en homicidios dolosos —de 54 a 19 casos mensuales entre diciembre 2018 y febrero 2024, una baja del 64.8%—, algunos análisis independientes detectan un repunte reciente bajo el gobierno estatal actual.

Solo en el primer trimestre de 2023 se registraron 405 homicidios (dolosos y culposos) frente a 338 en el mismo periodo de 2022, lo que representa un aumento del 19.8%.

Paralelamente, delitos como la extorsión y el secuestro se han disparado en los últimos años, entre Enero y Agosto de 2024, se reportaron 71 denuncias por extorsión y 9 secuestros, frente a 32 y 2 respectivamente en el mismo periodo de 2023.

En los dos primeros meses de 2025, Benito Juárez encabezó las llamadas al 089 por extorsión, con 197 reportes, es decir, el 41% del total estatal.

El robo de vehículos, especialmente autos y motocicletas, también ha crecido, en Enero y Febrero de 2025 se reportaron más de 3,100 vehículos robados solo en Cancún, que representa el 60% del total de robos en todo Quintana Roo.

Zonas habitacionales de alta densidad como las regiones 251, 260, 249 y 248 son puntos rojos, a eso se suman las desapariciones, hasta mayo de 2024, Cancún reportaba 494 personas no localizadas, la cifra más alta del estado.

La violencia ya no es coyuntural, es estructural, y afecta desde comerciantes que sufren “derecho de piso” hasta ciudadanos comunes atrapados entre la inseguridad y la impunidad. La percepción social también lo refleja: el 77.8% de los habitantes de Cancún se siente inseguro.


Turismo en Riesgo: Repercusiones Económicas de la Inseguridad

Cancún es, sin duda, el principal motor turístico de México. El 48% de los viajeros extranjeros que llegan por vía aérea al país lo hacen a través del Aeropuerto Internacional de Cancún.

Tan solo en 2023, más de 10 millones de turistas internacionales arribaron a la ciudad, y la tendencia apuntaba a superar ese número en 2024.

La infraestructura hotelera, la conectividad aérea y el posicionamiento global lo han consolidado como uno de los destinos más importantes del mundo.

Sin embargo, la inseguridad está comenzando a deteriorar esa imagen. Durante el verano de 2024, la ocupación hotelera en Cancún cayó a 66.5%, y en el puente del 15 de septiembre no superó el 71%. Estas cifras son notablemente inferiores a las de años anteriores, cuando promediaban entre 80% y 90%.

Las empresas del sector están destinando hasta un 4% de sus presupuestos anuales exclusivamente a seguridad, lo que representa un incremento del 15% en una década.

El Consejo Coordinador Empresarial del Caribe ha alertado sobre la presión económica que esto representa, además del riesgo de que inversionistas internacionales comiencen a buscar destinos alternativos ante la falta de garantías.

La percepción internacional también se ha visto dañada, casos recientes de asaltos a turistas, extorsiones y balaceras en zonas cercanas a hoteles han sido retomados por medios internacionales, afectando la imagen del Caribe Mexicano como un destino seguro.

El riesgo es que, de continuar esta tendencia, Cancún pierda su liderazgo frente a destinos emergentes que ofrecen condiciones de seguridad más estables.


Conclusión: ¿Qué Está en Juego?

Si la violencia no se contiene con medidas eficaces y sostenidas, Cancún corre el riesgo de vivir una crisis estructural. Las consecuencias podrían incluir:

  • Disminución sostenida del turismo nacional e internacional.

  • Pérdida de empleos en el sector servicios y hotelero.

  • Retiro de inversiones privadas nacionales y extranjeras.

  • Colapso parcial de la imagen internacional de Cancún como destino seguro.

  • Agudización de la desigualdad y el descontento social.

 

La violencia creciente y los hechos delictivos de alto impacto registrados en Cancún en los últimos años han comenzado a erosionar uno de los activos más valiosos del destino.

Su marca a nivel internacional, “Cancún” ha sido durante décadas sinónimo de paraíso caribeño, descanso de lujo y seguridad para el turismo extranjero.

Sin embargo, los reportes de asesinatos cercanos a zonas hoteleras, extorsiones a prestadores de servicios, balaceras en lugares públicos y desapariciones, han despertado alertas en medios internacionales y agencias de viajes que hoy reconsideran el nivel de riesgo para sus clientes, la narrativa mediática que antes posicionaba a Cancún como una joya turística, ahora se ve ensombrecida por imágenes de patrullajes militares, violencia urbana y crímenes impunes.

Esta transformación de percepción no es menor, la marca “Cancún” representa uno de los pilares de la economía nacional en materia de captación de divisas por turismo.

Cada afectación reputacional implica no solo pérdidas inmediatas en reservaciones, sino también un deterioro de confianza a largo plazo, cuando un destino turístico pierde la garantía de seguridad, su posicionamiento global se resiente, y con ello, las alianzas internacionales, la inversión privada y el flujo de visitantes se vuelven vulnerables.

Restaurar la imagen de Cancún requerirá más que campañas publicitarias; exige acciones contundentes para recuperar la paz, la certeza y la credibilidad de uno de los destinos más importantes del continente.

Hoy, la marca Cancún —reconocida internacionalmente como símbolo de belleza y descanso— se enfrenta a una amenaza aún mayor que el sargazo o las crisis económicas: la pérdida de credibilidad, y en ese contexto, la seguridad pública ya no puede seguir siendo una promesa electoral o una estrategia mediática; debe convertirse en una política de Estado transversal, transparente y coordinada, de lo contrario, no solo estará en riesgo la economía local, sino también el tejido social y la estabilidad de una de las ciudades más emblemáticas del país.

Fuentes Consultadas para el Informe Especial sobre la Inseguridad en Cancún (1970–2025)

  • Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
  • Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)
  • Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGEQROO)
  • Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad
  • Secretaría de Turismo Federal (SECTUR)
  • Instituto para la Economía y la Paz (IEP)
  • Comisión Nacional de Búsqueda (CNB)

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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