• Ecos del Quinto Encuentro Maya, terminó en un acto de propaganda gubernamental de la 4T; los problemas del pueblo maya quedaron para otra ocasión

 

Redacción/CAMBIO 22

A la clase política en el poder, del partido político que sea, solo le interesa hacer uso de los valores y cultura del pueblo maya y de los demás pueblos originarios, como se demostró, una vez más, durante el llamado Quinto Encuentro Maya llevado a cabo recientemente en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, durante el cual se reunió a unas 200 personas, principalmente convocadas por la asociación civil denominada el Gran Consejo Maya, estructura fortalecida durante el gobierno de Carlos Joaquín González y el Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado de Quintana Roo (INMAYA), debido a que en dos años de gobierno de la 4T en persona de la gobernadora Maria Elena Lezama Espinoza no ha sido capas de formar su propia estructura política con los indigenas mayas.

La finalidad fue dar a conocer las virtudes de los programas sociales de la 4T, la mayor parte del tiempo fue utilizado para hacer propaganda gubernamental en las cinco mesas de trabajo que se instalaron, mientras que los planteamientos sobre las necesidades del verdadero pueblo maya, solo tuvieron una presencia marginal, para guardar las formas, sin embargo, en la relatoría no aparecieron como ejes fundamentales, y se priorizó el discurso que los programas sociales solo se ejercerán entre la instancia gubernamental y las personas beneficiarias.

El objetivo principal de encuentro organizado por el INMAYA fue contar con videos y fotografías con personas mayas para “adornar” la campaña propagandística del próximo informe del gobierno estatal, para que las audiencias se percaten que se trabaja hombro a hombro con los pueblos y comunidades mayas, lo cual forma parte de las estrategias demagógicas, porque los mayas de Quintana Roo siguen en el olvido, como durante los gobiernos priistas y panistas, pero ahora con un medio ambiente devastado a consecuencia de las obras del Tren Maya y de todos los negocios inmobiliarios y demás infraestructura que viene aparejada con los proyectos de Andrés Manuel López Obrador.

Recordemos que el Gran Consejo Maya está integrado por los llamados dignatarios de los cinco centros ceremoniales de Quintana Roo y que fue un proyecto político del malogrado gobierno de Carlos Joaquín González para mantener el control político de los pueblos y comunidades mayas, a cambio de despensas mensuales y dinero en efectivo, para unas 400 o 500 personas, control que por cierto el embajador en Canada sigue teniendo vigente.

El Gran Consejo Maya retomó la estructura religiosa, militar y política de los centros ceremoniales y de las 18 iglesias tradicionales mayas.

Los centros ceremoniales y las iglesias están coordinados por los patrones y actualmente, únicamente en tres centros ceremoniales hay generales, lo que hace ya un mito de estos personajes que inicialmente fueron verdaderos liderazgos moralmente reconocidos por su comunidad.

La clase política los prostituyó; hoy, en poco los toman en cuenta en sus comunidades y el simbolismo y tradición que mantenían se ha roto, al convertirlos en un verdadero botín político de los gobernantes en turno, mientras sus comunidades siguen padeciendo el desprecio y el olvido y padeciendo la misma problemática de siempre.

La diferencia entre los centros ceremoniales y las iglesias tradicionales es que estás últimas no realizan guardias.

En los cinco centros ceremoniales están separados lo que es de la iglesia y los asuntos político-militar.

En el caso de las iglesias hay un patrón, el responsable del ámbito religioso, cuestiones de danza, mientras que al general, en los centros ceremoniales le corresponde la gestión administrativa, que si no hay maíz para una celebración, el general está para ello, por ejemplo.

Actualmente, solo hay generales en Tixcacal, en la Cruz Parlante y en Sian Ka án. En Chumpón y Tulum, no hay generales, los patrones se encargan de toda la operación de estos centros ceremoniales.

Por ejemplo, en Sian Ka án Gabino Cruz Yeh se autonombró general, porque así le convino a los intereses políticos del INMAYA.

El ahora Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado de Quintana Roo (INMAYA), creado durante el gobierno de Carlos Joaquín, se apoderó de la estructura del Gran Consejo Maya y les da una ayuda económica de 400 pesos al mes, más una despensa a unas 400 o 500 personas, entre los que se encuentran rezadores, tenientes, capitanes, generales, cabos, músicos, de los centros ceremoniales y de las iglesias tradicionales.

El Gran Consejo Maya, encabezado por Simón Caamal, que ya se convirtió en una asociación civil, le ganó una demanda a la empresa Xcaret, para que le pague por el uso de palabras en lengua maya que usan en todas sus actividades comerciales.

Pero Grupo Xcaret, no le da el dinero directamente al Consejo Maya, se lo deposita al gobierno del estado, instancia que se lo asigna al INMAYA a través de “proyectos sociales”, presentados por comunidades o colectivos de personas mayas, sin que hasta ahora sea transparentado el manejo de este millonario recurso.

En teoría hay muchas instituciones y personas servidoras públicas que se dedican a ayudar a los mayas, pero en la práctica no hay médicos, menos medicamentos, no hay energía eléctrica, no hay agua, no hay vigilancia, pero lo que si hay es delincuencia, robos, asesinatos, desapriciones, que todos tienen conocimiento de donde radica la estructura criminal que lidera el ex presidente municipal Gabriel Carballo Tadeo, mismo que según dicen en gran parte del municipio representa al cartel de Caborca en la zona centro.

La delincuencia que domina en Felipe Carrillo Puerto y José Maria Morelos, es la que mantiene y controla “El Pato” al igual que a Erik Borges Yam y a Mari Carmen Candelaria Hernandez Solis, con la complacencia de la Fiscalia del Estado.

Sobre el Quinto Encuentro Maya que se desarrolló en Felipe Carrillo Puerto, a mediados de agosto, la actividad fue inaugurada por la Secretaria de Gobierno Cristina Torres y por la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, quienes al termino del acto protocolario se retiraron, sin enterarse que se discutió o pidió en las mesas de trabajo.

Desde luego que la instrucción era usar el encuentro para hacer propaganda gubernamental. Así calificaron y llamaron a lo que hicieron con el evento.

Fue un espacio para mostrar lo que hace el gobierno del estado. En cada mesa estuvo un “representante del representante del representante”, del gobierno del estado, quien luego de escuchar sus “amplios currículos”, algun funcionario habló para explicar que ha realizado el gobierno estatal, abundando en detalles de las obras, por ejemplo, el mantenimiento de los caminos cosecheros, por lo que a los verdaderos mayas les quedó solamente media hora de todo el encuentro para exponer sus necesidades, en cada una de las mesas.

Uno de los indígenas mayas participantes manifestó su inconformidad porque no hubo una mesa de educación para exponer que sus hijos no tienen en la zona maya escuelas de educación superior, porque solo tienen cabida en las escuelas normales, pero lo que necesitan es que las universidades le den cabida a los jóvenes.

El Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto, esta limitado a algunas carreras establecidas que nunca pidieron, y la llamada Universidad Benito Juárez, solo le da cabida a los futuros maestros, la Universidad de Quintana Roo está empezando todavía, solo tiene una carrera de Antropología Social, la cual corre el riesgo de cerrar por la falta de presupuesto y voluntad política.

Ahora con la llegada del Tren Maya y los complejos inmobiliarios que se construyen a la par, se requieren abogados que defiendan a los indígenas mayas de las grandes empresas que vienen dispuestas a apoderarse de tierras, aguas y de la selva maya.
Se requieren abogados que conozcan la cultura maya y el respeto que se le tiene a la naturaleza para que defiendan a la gente de todo ese desorden que va a venir y que ya esta a la vuelta de la esquina.

Por otra parte, es urgente que en la zona maya se instalen también escuelas de lenguas, de turismo, para que las personas jóvenes tengan estudios universitarios y puedan competir en el mercado laboral de la zona turística, porque las opciones de educación superior que hay en la zona maya, no reúnen el perfil que requieren las diversas empresas que han llegado a Quintana Roo y que seguirán llegando.

Por lo que se necesitan abogados agrarios indígenas: Los jóvenes mayas hablan un poquito de inglés cuando van a trabajar a la zona hotelera de los principales destinos turísticos de la ostentosa Zona Norte, por lo que se requiere una escuela de lenguas para que cuando vayan a trabajar ya tengan conocimiento de otra lengua y no ir ha aprender al trabajo.

El único lugar de donde salen con cierto nivel de inglés es el Conalep o en el Tecnológico, pero no es garantía que salgan bilingües, porque en el Tecnológico les exigen el 90 por ciento de inglés, pero no llegan ni al 40 por ciento en su impartición de la materia.

En la zona maya lo que se necesita es una escuela de lenguas, una escuela de turismo, que se implementen carreras de derecho para que se formen a personas abogadas indígena y que se de cumplimiento a que todas las escuelas universitarias, llámese de Cancún, de Playa del Carmen, de Cozumel, entre otras, de acuerdo a la nueva Ley de Educación Superior, tienen como obligación la enseñanza de una carrera intercultural.

 

redaccion@diariocambio22.mx

OSM

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