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Necesariamente Incómoda

 

Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

El gobierno de la Cuarta Transformación ha adoptado diversas líneas discursivas para abordar la eliminación de la violencia contra las mujeres en México, enfocándose en la prevención, atención y sanción de delitos de género, así como en el cambio cultural necesario para erradicar la violencia.

En el discurso se ha destacado la importancia de combatir la desigualdad, la exclusión social, la pobreza y la discriminación como causas estructurales de la violencia contra las mujeres y las niñas. El gobierno ha reiterado su compromiso de garantizar el acceso a la justicia y de eliminar la impunidad, señalando que se están implementando acciones con firmeza y convicción para erradicar esta “otra pandemia”.

En este marco, se han presentado respuestas discursivas que buscan legitimar las acciones del gobierno, como la firma de convenios con organismos internacionales, como el de ONU Mujeres, y la promoción de iniciativas legislativas, como la adición de la violencia digital como delito.

Además, se ha enfatizado la necesidad de homologar leyes en todas las entidades federativas, incluyendo la violencia digital, la violencia vicaria y la violencia con ácido, así como la creación de senderos seguros en espacios públicos con altos índices de violencia.

El gobierno también dice que ha promovido la educación y formación para cuestionar conductas que normalizan la violencia, destacando que cualquier acto de violencia contra la mujer no debe considerarse una costumbre, sino un delito que debe ser sancionado.

A pesar de estas declaraciones, se ha observado que las respuestas del gobierno a movilizaciones feministas han incluido una “respuesta automática” que condena los medios de protesta, como la pintura o el rayado de monumentos, sin abordar profundamente las razones subyacentes de las movilizaciones.

Esta estrategia discursiva ha sido criticada por algunos sectores como una forma de minimizar las demandas de las mujeres, aunque el gobierno insiste en que sus acciones están orientadas a prevenir la violencia y proteger los derechos humanos.

Asimismo, se ha llamado a la ciudadanía a no callar ante actos de violencia, a informarse sobre la legislación aplicable y a promover un lenguaje incluyente para construir masculinidades responsables.

Durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25N), la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó el “Compromiso Nacional por la Vida, la Tranquilidad y la Felicidad de las Mujeres”, al que se adhirió la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama. Este marco discursivo enfatiza un “gobierno humanista con corazón feminista”, la reforma constitucional en materia de igualdad sustantiva y la persecución de oficio del acoso y abuso sexual.

Desde otros enfoques, desde otras percepciones de la realidad de Quintana Roo, especialmente en municipios como Benito Juárez (Cancún), Playa del Carmen, Tulum y Chetumal, contrasta drásticamente con los objetivos y discursos oficiales.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) al corte de octubre de 2025, el estado de Quintana Roo es uno de los más críticos del país en violencia de género.

De enero a octubre de 2025, a nivel nacional se lleva un recuento institucional de 594 feminicidios, en Quintana Roo se documentaron en dicho periodo 14 víctimas (2.3 por ciento), de las cuales siete fueron asesinadas en Cancún, por lo que el municipio de Benito Juárez, se encuentra dentro de los cien primeros municipios donde se cometen feminicidios en el país, un lugar que habla del fracaso de las políticas públicas en la materia, o que le pregunten a las familias de las víctimas, si opinan lo contrario.

La tasa nacional de víctimas de feminicidio por cada cien mujeres es de es de 0.88, mientras que Quintana Roo de enero a octubre de 2025 tuvo una tasa de 1.34, por lo que se ubica en el octavo lugar a nivel nacional, dentro de los 20 municipios más violentos para las mujeres.

La cifra de las víctimas mujeres por homicidio doloso a nivel nacional de enero a octubre de 2025 llegó a mil 781, de las cuales 18 fueros asesinadas en Quintana Roo, lo que representa el uno por ciento de los homicidios dolosos en el país.

La tasa de homicidio doloso por cada cien mil mujeres nos da una media nacional de 2.61, mientras que Quintana Roo con sus 18 asesinatos, alcanzó una media de 1.72.

2 mil 642 mujeres fueron víctimas de homicidio culposo en México durante los primeros diez meses del año, Quintana Roo aportó 131 víctimas a este rubro, lo que representa el 5 por ciento a nivel nacional.

De manera consistente, Quintana Roo sigue ocupando el primer lugar nacional de víctimas mujeres de homicidio culposo por cada cien mil mujeres con una media de 12.55, mientras que la media nacional apenas llega a 3.88.

Una cifra que no podemos omitir es la de lesiones dolosas en contra de mujeres. A nivel nacional de documentaron de enero a octubre de 2025 67 mil 785 casos, Quintana Roo aportó mil 148 casos (1.7 por ciento), por lo que la tasa de lesiones dolosas llegó a 109.97 por ciento. La media nacional en este rubro fue de 99.51 por ciento. 110 mujeres de cada cien mil en Quintana Roo fueron víctimas de lesiones dolosas de enero a octubre.

Las víctimas mujeres por corrupción de menores a nivel nacional en el periodo observado es de dos mil 53, Quintana Roo se encuentra en el quinto lugar con 90 casos (4.4%). La tasa nacional de mujeres víctimas de corrupción de menores por cada cien mil mujeres ascendió a 3.01 y Quintana Roo quedó ubicado en el tercer lugar con 8.62 con sus 90 casos.

Los delitos de violencia familiar a nivel nacional fueron 226 711; en Quintana Roo se denunciaron seis mil 268 (2.8%).

La tasa nacional de violencia familiar por cada cien mil habitantes es de 169.99 y la media de Quintana Roo es de 298.24, por lo que quedó ubicado en el séptimo lugar.

Las autoridades estatales estas altas cifras argumentando que reflejan una mayor transparencia y voluntad de investigar, en contraste con gobiernos anteriores que “maquillaban el problema”.

Sin embargo, organizaciones como GobernanzaMX señalan que estos datos, provenientes de carpetas de investigación, evidencian una crisis multidimensional.

El turismo, la migración y las desigualdades sociales exacerban la vulnerabilidad, particularmente en zonas como Cancún y Playa del Carmen.

Mientras el gobierno lanza campañas como “El violentador eres tú” y promueve centros de justicia, las cifras oficiales muestran un fenómeno de violencia estructural y cotidiana que sigue en ascenso.

El discurso de “cero tolerancia” y “no estás sola” choca con la dura estadística que posiciona a Quintana Roo como el estado con mayor incidencia de trata y homicidios culposos contra mujeres, y entre los primeros en violaciones y feminicidios. Al poder político de este país no llegamos todas, la mayoría nos quedamos en escenarios de violencia sistemática del país.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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