Quiero Vivir en Un Museo
22 Jun. 2025
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Yo no soy tan ambicioso. Me conformo con un rinconcito en la Estela de Luz, que queda cerca de la casa de ustedes y que, me parece, está claramente disponible
Julio Patán / CAMBIO 22
El Doctor Patán pensaba que no había una aspiración más elevada que armarse una fiesta en el Senado, ahora que lo rentan en plan “Salón de Fiestas Almendrita” (así se llamaba el que rentaban los papás de los amigos de aquí su galeno en los días de fiestas infantiles), y resultó que la vida política nacional da incluso para más que eso. Lo digo porque resulta que el alcalde de Tequila, tierra santa, decidió que el museo de la localidad, el Nacional del, justamente, Tequila, aparte de reflejar la grandeza cultural que emana de ese destilado sublime, funcionaba como su casa. Leyeron bien. Conforme a los principios de la austeridad republicana, el presidente municipal decidió que la infraestructura museística estaba subutilizada y que por tanto podría funcionar, a un tiempo, para recordarnos la cantidad de bendiciones que nos ha traído el agave azul, y para ponerse una camita, un clóset, una cocineta y, tal vez –no conozco el recinto, así que hablo al tanteo–, una tina de esas onda jacuzzi, o sea, para armar un jacalito y ahorrarle a los contribuyentes el gasto duplicado de un museo y una residencia oficial. Brillante.

Tanto que, en mi opinión, esa práctica debería volverse habitual entre los estamentos políticos. ¿Que el presidente del Senado –es un decir– tiene su casa demasiado lejos del centro de la Ciudad y por lo tanto pierde mucho tiempo en irse que a dar un regaderazo, que a cambiarse la camisa bordada si le cae un goterón de chilpachole? Le montas ducha, cama, armario y WC en –otra vez, es un decir– la sala “Culturas del Altiplano Central” del Museo Nacional de Antropología e Historia. ¿Que el compañero Adán está pagando renta en la ciudad, en su calidad de senador tabasqueño, y que la ciudad se ha vuelto carísima por la gentrificación imperialista? Castillo de Chapultepec. ¿Que la Ministra del Pueblo necesita más espacio para trabajar en casa con los muchos expedientes constitucionales que está y estará agotando? Palacio de Bellas Artes. ¿Que la compañera Clara pierde mucho tiempo en el tráfico chilango, y no es ético usar helicópteros para atender emergencias? Un depita en la Fonoteca y otro en el MIDE.

Yo no soy tan ambicioso. Me conformo con un rinconcito en la Estela de Luz, que queda cerca de la casa de ustedes y que, me parece, está claramente disponible. ¡Ah, no! Mejor, que me desmonten una de las salas de Los Pinos, una de esas dedicadas a fotos de quesadillas hechas con maíz primigenio o a poner huipiles en las paredes, con su riqueza multicolor. Después de todo, el pionero, el padre fundador en esto de usar museos públicos a manera de residencia particular fue, en esto como en tanto, ese visionario, ese revolucionario que es el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo. Palacio Nacional, le llaman al museo, no sé si se acuerdan.
Fuente: El Heraldo de México
GPC/RCM





















