• Esta práctica se ha popularizado en los últimos años gracias al alcance de las redes sociales, pero hay que conocer cuáles pueden ser sus consecuencias.

 

Redacción/ CAMBIO 22

Durante años, uno de los indicadores de belleza en todo el mundo ha sido el color de los ojos. Esto ha generado inseguridades y aspiraciones entre la población hegemónica que no cuenta con este diferenciador y, como consecuencia, fue creada la queratopigmentación, aunque existen algunos riesgos que debes tener en cuenta si es que deseas practicarla.Verde, gris, azul y hasta color miel son los más apreciados por la industria de la estética, por lo que aquellas personas con ojos café han quedado relegadas de cierta forma de los cánones y las tendencias.

Debido a lo anterior, la demanda de las personas que buscan cambiar el color de sus ojos ha aumentado considerablemente por lo que día a día surgen nuevas técnicas para sustituir los pigmentos del iris, pero la gran mayoría tiene altos índices de peligrosidad.

¿Qué es la queratopigmentación?

Una de las prácticas más sonadas en los últimos años es la famosa queratopigmentación. Ésta busca cambiar radicalmente el color tatuando la córnea y que el pigmento pueda realizar la coloración del iris dándole al ojo la apariencia deseada.

Para que pueda llevarse a cabo, es necesario utilizar un láser que ayuda a crear un túnel dentro de la córnea con el objetivo de que posteriormente sea utilizado como un bolsillo que guardará la tinta que le dará un color diferente al iris, según indicó el secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología, Julián García Feijoo.

En varias clínicas se asegura que se trata de una cirugía muy similar a la refractiva que se usa para que los pacientes dejen de utilizar lentes. Explican que es seguro, indoloro, eficaz y que tiene resultados inmediatos, por lo que no se requiere de ninguna clase de implante.

¿Cuáles son los riesgos?

Si bien cada persona cuenta con la decisión individual de realizar cualquier cambio en su cuerpo, especialistas en todo el mundo, como el propio oftalmólogo García Feijoo, indican que hay más situaciones contraproducentes que beneficios para el paciente.

Es decir, al manipular de manera violenta la córnea, que se trata de la capa más expuesta del ojo, esto impide que otro tipo de enfermedades puedan ser detectadas ya que al poner pigmento en una zona que naturalmente es transparente impide que los profesionales de la salud hagan su trabajo de manera exitosa.

Lo anterior es el problema más pequeño que puede traer la queratopigmentación, pues en casos más severos se puede llegar a perder la visibilidad ya sea parcial o definitivamente, a tal grado que es posible que la persona afectada requiera de un trasplante de córnea. Esto debido a que se trata de es “una descompensación de la córnea que lo hace abocado al trasplante. La córnea es una especie de cúpula transparente por algo. Lo que da color al ojo es el iris”, indicó José Antonio Gegúndez Fernández, vicesecretario de la Sociedad Española de Oftalmología.

Aunado a ello, el especialista detalla que los procedimientos a nivel intraocular de medio y largo plazo pueden generar glaucoma, lo que significa el aumento de la presión en esta zona del cuerpo generando dureza en el globo del ojo atrofiando el órgano y generando ceguera.

Otras opciones igual de peligrosas

Además de la queratopigmentación, en le mercado también podemos encontrar la despigmentación del iris, es decir, se utiliza el láser para decolorar esta zona del cuerpo humano en vez de agregar cualquier tinta.

Si bien aquí no se daña el pigmento natural, sí se realiza una clase de quema de la zona superficial del ojo para que el color marrón pueda alcanzar una tonalidad azulada o verdosa, que es mejor aceptada que el café.

De igual manera, podemos encontrar el implante de iris artificial que hace apenas un par de años se implementó en el campo de la medicina experimental. Esta práctica busca introducir un iris de silicona que el paciente elige con el color que desea.

Aunque para muchos suena más seguro, ambos expertos coinciden en que incluso es la opción más riesgosa pues además de la inflamación del ojo y de un glaucoma seguro, pone en riesgo la vida de la persona que se somete a la operación: “lo recomendable es no someterse a intervenciones que puedan poner en riesgo la salud, sobre todo, cuando hablamos de consecuencias tan serias como la ceguera”, explican los oftalmólogos.

Fuente: INFOBAE

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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