Publican Nueva Estrategia Nacional de Seguridad Pública; Prioriza Causas de la Violencia y Refuerza Papel de la Guardia Nacional

Redacción/CAMBIO22 

Ciudad de México, 13 de mayo.- El Gobierno de México dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación, la nueva Estrategia Nacional de Seguridad Pública, un documento aprobado por el Congreso de la Unión que establece las directrices para atender las causas estructurales de la violencia y fortalecer las capacidades del Estado para combatir la delincuencia.

La estrategia se articula en torno a cuatro ejes principales: atención a las causas sociales que generan la violencia; consolidación de la Guardia Nacional; fortalecimiento de la inteligencia e investigación; y coordinación plena entre el Gabinete de Seguridad y las entidades federativas. “El objetivo es lograr un México con justicia, libre de violencia y delincuencia”, señala el documento oficial.

Entre las acciones destacadas está la creación del Sistema Nacional de Inteligencia e Investigación en Materia de Seguridad Pública, así como la conformación de una Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial dentro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Esta nueva estructura buscará ejercer de manera efectiva las facultades constitucionales de investigación asignadas a la dependencia. El documento también presenta un diagnóstico de los delitos de alto impacto en el país, señalando que las acciones emprendidas durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador representaron avances significativos.

Sin embargo, ante la persistencia de la violencia, se considera indispensable continuar y reforzar los esfuerzos institucionales. Entre los delitos prioritarios a combatir se encuentran el homicidio doloso, el feminicidio, el secuestro, la extorsión y el robo a transportistas con violencia.

El informe destaca una disminución en varios indicadores clave: de 82.1 a 76.5 víctimas diarias de homicidio doloso de 2024 a 2025; una baja del 23.9% en feminicidios; una reducción del 97.3% en secuestros con fines de extorsión; y una caída en la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía.

Finalmente, la Estrategia subraya que sus objetivos también están orientados a reducir la pobreza y la desigualdad, ampliando la cobertura de programas sociales, garantizando el acceso a la educación, a empleos formales y a servicios de salud, con el propósito de ofrecer alternativas de vida alejadas de la criminalidad.

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