Proyecto de Granjas de Traspatio Busca Rescatar Saberes Ancestrales y Fomentar la Producción Agroecológica
12 Mar. 2025
Redacción / CAMBIO 22
José María Morelos, 12 de marzo. – Con el objetivo de rescatar prácticas ancestrales de producción y fomentar el autoconsumo saludable, el joven emprendedor Arturo Vienalegría ha puesto en marcha el proyecto “Kaaxil Tuul”, una red de granjas de traspatio que integran a productores locales dedicados a la crianza de animales y cultivo de plantas bajo un enfoque agroecológico.
En entrevista, Arturo, quien también es conocido como “Alcón Arturo”, explicó que su granja denominada “Kaaxil Tuul” forma parte de un colectivo de amigos y compañeros que han unido esfuerzos para producir alimentos naturales como huevos de codorniz, gallinas, patos, miel, propóleo, hierbas comestibles, hortalizas y más.
“Este proyecto nace con la idea de rescatar lo que nuestros abuelos hacían antes: producir nuestros propios alimentos de manera natural, sin tanto químico ni procesos industriales. Hoy mucha gente busca productos naturales, pero a veces son difíciles de encontrar por la falta de espacios para producirlos”, expresó.
Además de la producción de alimentos, el colectivo también busca conservar y aprovechar recursos medicinales tradicionales, como la miel de abejas meliponas, que desde tiempos antiguos han sido utilizadas para tratar problemas de la vista, inflamaciones y otras afecciones. “Aunque es algo que nuestros ancestros usaban, ahora ya hay estudios científicos que respaldan sus propiedades medicinales, por eso se está volviendo muy solicitado”, explicó.

Entre las prácticas que destacan en estas granjas de traspatio está el manejo rotacional de cultivos, donde siembran por temporadas productos como cúrcuma, hortalizas y hierbas aromáticas, evitando el desgaste de la tierra y conservando su fertilidad. “Tenemos espacios asignados para cada tipo de producción, desde plantas hasta animales, todo con el objetivo de aprovechar lo que el patio nos puede dar sin dañarlo”, dijo Arturo.
Uno de los elementos más innovadores, aunque basado en prácticas tradicionales, es la crianza de conejos, una actividad que, según Arturo, ha caído en el olvido, pero que en su momento fue una alternativa sustentable para las familias mexicanas. “El conejo es una carne magra, baja en grasa, ideal para consumo propio y también para vender. Su reproducción es rápida, en cuatro meses ya tienes uno listo para carne, y la coneja puede tener hasta tres camadas al año”, mencionó.
Asimismo, destacó que alimentar a los conejos es muy accesible, ya que aprovechan forrajes y plantas consideradas malezas, lo que representa un ahorro importante para las familias productoras.
Arturo subrayó la importancia de retomar estas prácticas tradicionales como una forma de resistir la dependencia hacia los alimentos procesados y las cadenas comerciales. “No es algo nuevo, nuestros abuelos ya lo hacían, pero ahora parece una novedad porque lo olvidamos. La innovación está en cómo lo presentamos, en cómo lo empacamos y distribuimos, pero la práctica es algo que siempre ha existido y todos podemos aprender a hacer”, enfatizó.
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