A una semana de que Estados Unidos cerró su frontera para la exportación de ganado por el caso de Gusano Barrenador, los productores locales comienzan a registrar pérdidas al no poder vender su ganado.
La exportación de ganado se mantiene paralizada por la disposición impuestas por Estados Unidos, lo que genera incertidumbre entre los productores, quienes señalan que será hasta el mes de enero cuando se reinicie la actividad.
Arturo Valdés Pérez, empresario ganadero indicó que es lamentable que se haya cerrado la frontera, especialmente en esta temporada en el que sacan su producción y que debido a las condiciones actuales no lo pueden vender a precio de exportación, por lo que se encuentran obligados a mantenerlos, lo que incrementa los costos operativos.
Señaló que si bien no se tienen pérdidas, no se ganará lo que se esperaba, ya que mantener los becerros hasta que la situación se normalice genera un costo, y en caso de venderlos en territorio nacional será a un menor precio que el de exportación.
“Si bien, al alimentarlos pueden ganar peso y recuperarse algo después, el problema es el costo que eso representa, ya que no se tenía contemplado, además, vender en el mercado nacional representa un diferencial de hasta diez mil pesos por becerro, comparado con el precio de exportación”, explicó.
Indicó que el cierre de la frontera llega en un momento crítico para los ganaderos, quienes usualmente venden en diciembre para cubrir los compromisos de fin de año, como el pago de aguinaldos y gastos navideños.