Productores de Naranjal Inician con Esperanza la Temporada de Lluvias: “Ahora Sí, ya Podemos Sembrar”
27 Jun. 2025
Redacción/CAMBIO 22
José María Morelos, 27 de junio. – Con la llegada de las primeras lluvias en JMM, ejidatarios y campesinos de Naranjal han comenzado los trabajos de siembra de milpa, luego de semanas de incertidumbre por el clima. La comunidad, integrada por alrededor de 120 ejidatarios y numerosas familias repobladoras, celebra el inicio de una temporada esperada durante meses y crucial para su sustento.
Jorge Andrés May y Manzanero, productor de la zona, expresó con alivio el sentir colectivo: “Gracias a Dios, y a Chac, el dios de la lluvia, ya está lloviendo. Eso es lo que esperábamos los campesinos, para poder sembrar nuestras milpas”. Señaló que en Naranjal ya se han registrado al menos dos lluvias considerables que han permitido iniciar con los trabajos del Tikin Muuk’, es decir, la preparación y colocación de la semilla.
Explicó que cada productor siembra de acuerdo a sus posibilidades: algunos una hectárea, otros dos o tres. Este año, gracias al apoyo del gobierno estatal, los campesinos recibieron semillas híbridas, aunque también conservarán la siembra de maíz criollo, “porque esa semilla aguanta, no se pica tan fácil como la híbrida que nos dieron”, señaló.
En cuanto al tipo de maíz, detalló que el híbrido es más susceptible a plagas, mientras que el criollo es resistente y parte de su identidad agrícola. La temporada de siembra tiene un plazo máximo de tres semanas, siempre que continúe lloviendo con regularidad durante este periodo.
A diferencia de años anteriores, esta vez las condiciones parecen más favorables. Jorge comentó que no hubo tanto incendio en la zona como en otras temporadas, lo que permite conservar la humedad del suelo. Además, la presencia de frutos en árboles silvestres como el zapote ayuda a que la fauna silvestre no se concentre en los cultivos, reduciendo el daño a las milpas.
“Hace dos años los animales lo arrasaron todo, pero ahora hay frutos en el monte, y eso ayuda mucho”, indicó con optimismo.
Los campesinos de Naranjal ven en estas lluvias una señal positiva. La milpa no solo representa alimento, sino también tradición, identidad y el resultado del esfuerzo colectivo. La temporada apenas inicia, pero ya se respira esperanza entre surcos mojados y semillas nuevas.
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