Redacción/CAMBIO 22

José María Morelos, 8 de septiembre.- En José María Morelos, la inconformidad del campo comienza a levantar la voz. Agricultores que dependen de los programas federales de apoyo acusan que, en lugar de recibir respaldo, enfrentan presiones, bajas injustificadas y la suspensión de pagos. Entre ellos se encuentra Agripino Escamilla Medina, productor local, quien relató cómo esta situación está afectando directamente a su economía y la de varios compañeros.

“Me suspendieron el pago de Sembrando Vida sin motivo claro, a pesar de que cumplo con mis actividades. He solicitado que se revise mi parcela porque ahí están las pruebas, pero los técnicos lejos de ayudarnos, vienen solo a dar de baja a la gente”, denunció Escamilla.

El productor explicó que, en los últimos meses, al menos seis de sus compañeros fueron retirados del programa: cuatro porque sus parcelas sufrieron daños irreparables y dos más debido a su condición de discapacidad. “Es absurdo —señaló— porque cuando los contrataron ya sabían de sus limitaciones, y aun así los integraron. Les prometieron que serían reubicados en otro programa, pero nunca cumplieron”.

La molestia también radica en que los técnicos, en lugar de acompañar y orientar, presionan con fechas de siembra que no corresponden al ciclo natural de los cultivos. “Por ejemplo, quieren que sembremos chaya en febrero o marzo, cuando todos sabemos que esas fechas no son viables. Al final se seca, se pierde la inversión y quedamos sin cosecha. Ahora que sembré en agosto, ya tengo plantas que pronto darán fruto”, relató.

Para Escamilla y otros productores, el problema es de fondo: la falta de una supervisión real e imparcial. “Si van a revisar nuestro trabajo, que venga alguien de fuera, no los mismos técnicos que actúan con prepotencia. Ellos no vienen a supervisar, vienen a presionar y a meter miedo”, sostuvo.

El campesino advirtió que la situación está generando incertidumbre y desconfianza entre quienes dependen del programa. “Nosotros no podemos hacer la parte técnica y al mismo tiempo producir; ese es su trabajo. Pero si en lugar de apoyarnos nos castigan por exigir mejor asesoría, el campo se queda solo”, expresó.

Finalmente, Escamilla pidió que las autoridades federales intervengan, pues considera injusto que los productores que cumplen sean castigados mientras que los técnicos actúan sin rendir cuentas. “Necesitamos acompañamiento real, no amenazas. De lo contrario, los más afectados serán las familias que dependen de la tierra para sobrevivir”, concluyó.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

 

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