Primero el Comunismo, Luego el Terrorismo y Ahora el Narco: ¿Por qué EEUU Construye a sus Enemigos?
6 May. 2023Redacción/CAMBIO 22
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, considera que algunos políticos estadounidenses usan al país como “piñata” para “sacar raja política” (beneficios políticos). Según el politólogo y especialista en temas de seguridad Javier Oliva, EEUU ve al crimen organizado mexicano como un personaje antagónico en su narrativa de intereses.
Mientras el mandatario mexicano acusa públicamente a varios legisladores norteamericanos de utilizar al país latinoamericano como una carnada para conseguir votos rumbo a las elecciones de 2024, los políticos conservadores —e incluso algunos demócratas— siguen alimentando el discurso de que los grupos criminales mexicanos son culpables de la crisis de opioides a la que actualmente se enfrenta Washington.
López Obrador asegura que, en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 —y en las cuales Donald Trump salió triunfante—, hubo una cargada en contra de los migrantes mexicanos, a quienes se tildó de “criminales” y “violadores” desde las altas esferas del Partido Republicano.
Ahora Estados Unidos es gobernado por un político demócrata —Joe Biden—, pero la Cámara de Representantes es presidida por un republicano, Kevin McCartney, y hay una mayoría de ese partido.
Por ello, el discurso republicano cobra fuerza nuevamente contra México, sobre todo por el consumo masivo de fentanilo, una droga que ha causado decenas de miles de muertes en el país norteamericano.
Y es que una parte de los republicanos apunta a las autoridades mexicanas como las mayores responsables de ese problema. Además, dentro de las altas esferas de Washington también se tiene la percepción de que el Gobierno de López Obrador no hace lo suficiente para luchar contra el tráfico de drogas.
Política exterior a conveniencia propia
Que México sea tema protagónico en las discusiones sobre seguridad interna de Washington solo responde a una costumbre que tiene la Casa Blanca desde hace décadas.
El politólogo y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Javier Oliva explica que, al menos desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la política exterior de Washington va en concordancia con su política de seguridad.
En la Guerra Fría, dice, el gran antagonista de los valores estadounidenses fue el comunismo, algo que duró hasta la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética. Luego, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, fueron los grupos terroristas relacionados con el yihadismo. Ahora, afirma el experto, son los narcotraficantes mexicanos quienes ocupan este papel.
“Es un proceso muy interesante porque tienes primero al comunista, luego al terrorista y, ahora, al narcotraficante, en donde el común denominador [de todos esos actores antagónicos] es que vienen de afuera”, asegura el también egresado del Sciences Politiques de París, donde realizó Estudios de la Doctrina Militar de la OTAN.
Ante esta situación, apunta el académico, el presidente de México tiene razón cuando solicita a Estados Unidos revisar sus políticas y asumir su responsabilidad en la lucha contra el fentanilo, la cual, subraya, no es el único frente abierto que tiene este país, pues también está su rivalidad con China y Rusia.
El discurso antimexicano de un ala republicana, afirma Oliva, puede hacer eco dentro de los conservadores, pero principalmente entre quienes se conocen como “los perdedores de la globalización”, es decir, las personas blancas anglosajonas que habitan en ciudades periféricas castigadas por el desempleo y la falta de poder adquisitivo.
“Hay una larga tradición en el pensamiento conservador estadounidense de observar las prácticas sociales de México como una acechanza”, señala el especialista.
A finales de marzo, el republicano Lindsey Graham presentó formalmente su idea de catalogar a los grupos del narcotráfico mexicanos como terroristas, misma que bautizó como Iniciativa Narcos. En este proyecto se plantea también la creación de un grupo de trabajo “con el fin de eliminar la amenaza que representan los cárteles y el tráfico de drogas, particularmente el fentanilo, para los ciudadanos estadounidenses”.
De acuerdo con los parlamentarios del Partido Republicano, al designar a ellos como organizaciones terroristas extranjeras, el Gobierno estadounidense tendría autoridad para enjuiciar a las personas por tráfico de drogas y de personas. Incluso también se han promovido iniciativas para que el Ejército de Estados Unidos pueda operar en suelo mexicano contra las bandas delincuenciales.
La propuesta llegó tras semanas de señalamientos por parte de los republicanos y el presidente de México, quien en diversas ocasiones ha cuestionado las políticas de Washington para atender el problema de las adicciones.
Este 5 de mayo, López Obrador afirmó que su Administración tiene pruebas de que el fentanilo que se fabrica podría ser originario de China.
Además, en abril, envió una carta a su par chino, Xi Jinping, en la que le pidió trabajar de manera conjunta en el combate contra este opioide. Pekín, por su parte, ha negado cualquier tolerancia o implicación en el trasiego o fabricación de esta droga.
Ante ello, López Obrador dio a conocer que enviará otra misiva a su homólogo chino, exponiendo lo acontecido y pidiendo que las autoridades de la nación asiática impidan el traslado de fentanilo.
Fuente Sputnik
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