Prepara Gira la Orquesta Sinfónica Infantil de México
27 Jul. 2025
Con integrantes de 7 a 17 años de edad, la Orquesta Sinfónica Infantil de México ya prepara su gira, con la que visitará Morelos, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala y cerrará en el Palacio de Bellas Artes en CDMX.
Redacción/CAMBIO 22
Dania Danae Ortíz es una de las 139 integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) en su edición 2025. Tiene 15 años y es la única mujer que forma parte del grupo de corno francés, además de que será la instrumentista que interpretará los solos de diversas piezas que forman parte del repertorio de la gira nacional que tendrán en los próximos días.
Orgullosa, Dania señala que este es la tercera ocasión en la que audiciona y es aceptada para formar parte de la OSIM, y gracias al esfuerzo y dedicación de seis años estudiando corno francés “estoy resaltando entre muchos hombres, haciendo notar que puedo lograrlo y también incitando a otras mujeres para que se preparen y puedan llegar a ser parte de una orquesta tan grande”.

Originaria de San Luis Potosí, la joven cuenta que se inició en el estudio de la música a los seis años, cuando aprendió a tocar el piano; sin embargo, por falta de recursos económicos no pudo comprar el instrumento lo que la hizo dejar de estudiarlo, pero después, alentada por su papá comenzó con el corno francés, que hoy es su pasión y espera seguir dedicándose a él.
Actualmente, Danae se encuentra en un campamento intensivo de formación artística en el Centro Vacacional IMSS Atlixco-Metepec, donde junto con sus compañeros de orquesta recibe clases para perfeccionar su técnica y repertorio, previo al inicio de la 33 gira nacional de la OSIM, que se llevará a cabo del 29 de julio al 3 de agosto en seis estados del país y finalizará en el Palacio de Bellas Artes.

Integrantes de la OSIM han encontrado su vocación en la música
Los integrantes de la OSIM tienen entre 7 y 17 años de edad, y aún siendo tan jóvenes han encontrado en la música su vocación y una comunidad con la cual aprender y continuar creciendo en su proyecto de vida.
Santiago Ruíz, de 16 años, recién entró a estudiar a la Facultad de Música de la UNAM y es uno de los oboístas de la OSIM. Aprendió a tocar un instrumento “porque tenía tiempo libre para poder hacer actividades recreativas, pero actualmente veo que es una carrera totalmente profesional y que tiene mucho valor”, por lo que decidió apresurar su trayectoria académica mediante la educación en línea, con tal de poder ensayar más.
El acercamiento a la música de Santiago, oriundo de la Ciudad de México, fue a través de un Semillero Creativo del Sistema Nacional de Fomento Musica –grupos de formación artística con enfoque comunitario para niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad–. Inició aprendiendo a tocar el saxofón a los nueve años, porque tenía uno en casa, y posteriormente se cambió a oboe.
“Para mí la música es vida, produce sentimientos en las personas, ayuda a comunicar y expresar a través del sonido y de silencio, y al menos en mi caso, es mi propósito de vida”, pues se ha convertido en su proyecto a futuro, por lo que le dedica ocho horas diarias de práctica y estudio.

“Estoy muy contento de haber sido seleccionado este año, ya que la OSIM está llena de músicos virtuosos que tienen un nivel excelente, y me llevo de todos ellos la convivencia, el aprendizaje con los maestros y compartir cuando hacemos música”, detalla Santiago.
En el caso de Sara Jarquín, tiene 12 años pero igualmente ya ha decidido que quiere hacer de la música su carrera. Es instrumentista de viola, y desde que escuchó una suite se enamoró del sonido de ese instrumento: “fue un sentimiento muy lindo porque sentí como si estuviera hecho para mí”, recuerda.
Comenzó en la Fundación Música para la Vida, y desde entonces se preparó para llegar a la OSIM, “y afortunadamente quedé. Yo creía que no lo iba a lograr, pero mi maestro me animó mucho y me impulsó para poder seguir adelante”.
Todos los días, Sara dedica alrededor de 5 horas a practicar con su instrumento, antes de ir a la escuela y por las tardes, y aunque reconoce que es “tedioso”, asegura que “a la vez es una forma de relajarme de la actividad académica, y desde que empecé a tocar mis calificaciones mejoraron mucho, porque me volví más ordenada, y ya no lo siento tan pesado porque se convirtió en una rutina”.

Valeria Gómez, pianista de 16 años, también está segura de querer dedicarse a la música, igual que varios de los integrantes de su familia, quienes fueron su inspiración, pues “siempre estuve rodeada de esto y fue así como comencé a tocar”.
Hace seis años se inició en el canto, “fui a clases y me gustó mucho, pero después me adentré en el género académico, conocí el repertorio pianístico y me encantó”, al grado de dedicarle hasta ocho horas diarias.
Este es su primer año en la OSIM y también su primera experiencia como parte de una orquesta, “y es algo muy diferente, una vivencia muy enriquecedora, porque voy a tener oportunidad de tocar en seis pianos diferentes, compartir solos, y he podido aprender muchas cosas con mi maestra y con mis compañeros. Es una experiencia muy bonita”.

En 33 años, más de mil 800 niños han pasado por la Orquesta Sinfónica Infantil de México
El director de la orquesta, Roberto Rentería Yrene, destaca que a lo largo de los años que tiene la OSIM, esta ha beneficiado a más de mil 800 niñas, niños y jóvenes. Cada edición recibe alrededor de 550 audiciones, y entre ellas se selecciona a un promedio de 140 participantes.
“Es un programa que ha tenido una evolución muy importante, y de ser una orquesta que reunía a jóvenes que interpretaban pequeños arreglos orquestales con música facilitada, ha ido evolucionando con una madurez impresionante, de tal maner que el talento de los jóvenes se hace presente y cada año se presentan repertorios más completos y más exigentes”, subraya Rentería.

Además de la participación de jóvenes mexicanos, este año la OSIM cuenta con cinco instrumentistas provenientes de Colombia, El Salvador y Panamá, como parte del programa multinacional impulsado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib): Iberorquestas Juveniles.
Los músicos interpretarán un repertorio sinfónico que incluye obras como la Obertura Zampa, de Louis Herold; Berceuse (canción de cuna) y Finale de la Suite “El pájaro de fuego”, de Igor Stravinsky; Capricho español, op. 34, de Nikolai Rimsky-Korsakov; Danza ritual del fuego nuevo del Ballet “El amor brujo”, de Manuel de Falla; Maso Ye’eme, de Nubia Jaime Donjuan, y el Danzón núm. 7 de Arturo Márquez.

El repertorio será interpretado en presentaciones que tendrán lugar en Morelos, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala y concluirán en la Ciudad de México, donde las entradas para el Palacio de Bellas Artes ya se encuentran agotadas.




















