• Necesariamente Incómoda

 

Graciela Machuca Martínez / CAMBIO 22

El pasado lunes seis de octubre el municipio de Tulum, en Quintana Roo, fue tendencia en las redes sociales de Tik Tok y X a consecuencia de la difusión de un video corto grabado por la tarde del día 2 de octubre, en esa pieza se ven las calles, playas, restaurantes casi vacíos, atrás quedó el bullicio de ese centro turístico de ensueño.

Unos cuantos segundos bastaron para difundir a nivel internacional el fracaso del gobierno de Diego Castañón Trejo, quien fue incapaz de defender los intereses de Tulum, porque siempre priorizó sus aspiraciones políticas.

El declive de Tulum no solo fue sembrado por los gobiernos morenistas, sino por la corrupción que se asentó desde hace años en ese recién creado municipio. Empresarios nacionales y extranjeros, políticos, gobernantes, gestores, entre muchos otros “agentes” del tráfico de influencias vieron en el gobierno municipal un lugar para sacar ganancias violando todo tipo de normatividad.

Tulum sin turismo: ¿qué está pasando y por qué el paraíso mexicano luce  vacío?

Sin respetar la protección al ambiente, cuidar un sano desarrollo urbano o conformar un desarrollo turístico ejemplo a nivel internacional, se despacharon con la cuchara grande hasta convertir al municipio en un crisol de caos, ilegalidad administrativa, además, mientras los gobernantes se engolosinaban con los ganancias productos de la corrupción, le dieron luz verde por acción u omisión para que la delincuencia organizada sentara sus reales en todos los sectores del desarrollo turístico.

Todos le apostaron a quedarse con una tajada del pastel: las bellezas naturales, vestigios arqueológicos e históricos del municipio, pero sin cumplir con la ley, lo importante para ellos han sido las ganancias rápidas. La inversión extranjera y nacional no ha dejado de llegar a Tulum, porque ha sido tierra de nadie. Los priistas que gobernaron durante la primera etapa del municipio, con la mano en la cintura se cambiaron de camiseta y ahora están en MORENA o en el PVEM, son de esos políticos que su única ideología es el dinero, pero el dinero público.

Tulum fue creciendo como la espuma, los empresarios, con el aval de instancias gubernamentales, se apoderaron de las playas públicas, un bien de la nación, de la noche a la mañana fue privatizado, pasaron siete años del gobierno de la 4T y ante la presión social y la baja afluencia turística decidieron abrirlas al público en general, como un favor a la sociedad, como si fueran de su propiedad y ahora el gobierno les aplaude, en lugar de meterlos a la cárcel, por usufructuarlas por años, sin tener el derecho para ello.

Puede ser una imagen de calle y carretera

Los mismos prestadores de servicios turísticos se encargaron de sembrar el declive y la zozobra sobre el futuro económico de Tulum, desde luego con la venia de las autoridades en turno, pero llegó Andrés Manuel López Obrador con sus ocurrencias y decidió que el Ejército Mexicano que encargara de operar su llamado Parque del Jaguar, “privatizando” el acceso a las playas, la zona arqueológica y al área natural protegida. Estas eran casi las únicas playas a las que el pueblo tenía acceso libre, ya que el resto están en manos de la iniciativa privada.

Desde finales de 2024 se empezó a generar un movimiento social en contra de estas aberraciones del gobierno federal para exigirle que volviera abrir el paso a las playas y que bajara el costo de las entradas al Parque del Jaguar. Tanto a los militares, como al presidente municipal y demás instancias gubernamentales involucradas poco les importó la protesta social, pero al conocerse el asunto a nivel nacional e internacional la afluencia turística empezó a bajar.

A través de las redes sociales las personas que alguna vez visitaron Tulum empezaron a denunciar sus malas experiencias con la policía, con los taxistas, los sobreprecios en hoteles, restaurantes y bares, el mal servicio, así como la dificultad para entrar a las playas, porque al gobierno federal se le ocurrió cobrar el acceso a las pocas que eran gratuitas.

Puede ser una imagen de tornado, playa, horizonte y océano

Las denuncias se fueron acumulando, en las redes sociales podemos leer las terribles experiencias que muchos usuarios tuvieron al quedar en medio de balaceras, ser víctimas de la delincuencia, de los extorsionadores de las policías municipal y estatal.

Pasaron varios meses de las denuncias en redes sociales y desde el verano pasado la llegada de visitantes disminuyó significativamente; sin embargo, se prevé que para la temporada de fin de año, la situación no cambie, ya que en otros años, en estas fechas, ya se sabía el nivel de reservaciones, ahora las contrataciones son mínimas. Los prestadores de servicios saben que el turismo que llega a Tulum programa sus reservaciones con tiempo, no es un turismo que toma sus decisiones a última hora.

Hay muchas razones que han contribuido al declive turístico de Tulum. El Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, no ha tenido los resultados milagrosos que vendió Andrés Manuel López Obrador.

Esta obra que costó y le seguirá costando miles de millones a los mexicanos enfrenta una creciente crisis con múltiples aerolíneas que han reducido o suspendido sus operaciones, lo que ha provocado una pérdida significativa de vuelos. A mediados de septiembre de 2025, se reportó que el aeropuerto ha perdido hasta un 35% de sus vuelos debido a la baja demanda y a problemas de conectividad, especialmente con el transporte terrestre.

Esta situación se ha agravado con la salida de importantes operadores internacionales como Avianca, Copa Airlines, Spirit Airlines, Discover Airlines y varias aerolíneas estadounidenses, incluyendo Delta, United y American Airlines, que han disminuido sus frecuencias o cancelado rutas completamente.

Reducción de operaciones y cancelaciones: Varias aerolíneas han recortado entre un 30% y un 40% sus frecuencias, mientras que otras han suspendido sus servicios por completo. Avianca dejó de operar desde Bogotá a Tulum a partir de julio de 2025 por baja demanda, y Copa Airlines suspendió temporalmente sus vuelos. Spirit Airlines y Discover Airlines también han dejado de volar a Tulum.

Puede ser una imagen de 2 personas, barco y moto acuática

Problemas de conectividad y transporte: Los analistas señalan que la baja oferta de transporte terrestre y los tiempos prolongados de traslado entre el aeropuerto y la zona hotelera son factores clave que afectan la viabilidad de la terminal. Este problema es similar al que enfrenta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), lo que sugiere un patrón más amplio en la infraestructura aeroportuaria mexicana.

Incentivos gubernamentales sin éxito: A pesar de que el gobierno ofrece incentivos de hasta el 40% a las aerolíneas para operar en Tulum, incluyendo beneficios en la TUA, estas medidas no han logrado contener la salida de operadores, lo que indica que la baja rentabilidad y la demanda insuficiente son los verdaderos motivos detrás de la crisis.

Preferencia por Cancún: Las aerolíneas muestran una clara preferencia por el Aeropuerto Internacional de Cancún (CUN), que funciona como el principal centro de distribución turística en la Riviera Maya, y han reasignado sus aeronaves a rutas más rentables en ese destino.

Con esta crisis, además, de Tulum, quien ha salido perdiendo en sus aspiraciones políticas es el presidente municipal, Diego Castañón Trejo, quien con el padrinazgo del diputado federal Ricardo Monrreal Ávila, a quien le facilita sus negocios en la Rivera Maya, ya se siente integrante del Congreso de la Unión para el 2027.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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