¿Por Qué las Abejas Son Clave para la Vida en el Planeta?
19 Jul. 2025
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Más allá de la miel, estos pequeños polinizadores sostienen el equilibrio de los ecosistemas y la producción de alimentos a nivel mundial
Redacción / CAMBIO 22
Trasladémonos por un momento a un prado con flores silvestres. El viento mece con delicadeza las largas espigas de hierbas verdes, que ondulan ante nuestros ojos. Entre los estilizados tallos, de cuando en cuando un flor salpica con una mancha de color el de lo contrario monocromático paisaje. Si agudizamos el oído podemos escuchar el trinar de los pájaros en la lejanía mientras que, en las flores que nos rodean, un ligero el zumbido anuncia que hay abejas a nuestro alrededor.
Tras observar con detenimiento un par de flores, detectamos a uno de estos pequeños insectos restregando su cuerpo contra los estambres. Está tratando de libar el dulce néctar que esconde el centro de una asterácea.

Mientras tanto, su cuerpo se va llenando de polizones; polen de la flor que el pequeño insecto llevará a su siguiente destino en el prado. La abeja, inconsciente de la labor reproductiva que está realizando, llena su estómago con azúcares, alza el vuelo, y prosigue su camino. Cuando se pose en la siguiente flor, parte de ese polen caerá y fecundará la flor, permitiendo que la planta cree semillas para su reproducción.
Sin los insectos polinizadores, muchas plantas y árboles no podrían formar sus frutos y semillas para reproducirse. Entre ellas, el 75 % de las 115 especies vegetales más cultivadas para la alimentación humana dependen de estos sistemas para crear los alimentos que consumimos. Por ello, el importante descenso en el número de polinizadores que se ha podido observar en los últimos años es muy preocupante a nivel mundial. Cabe destacar que los polinizadores no incluyen únicamente abejas, si no más de 190 familias de especies que reúnen desde mariposas hasta hormigas o murciélagos. Pero entre ellas, las abejas destacan por su eficiencia.
Las abejas que vuelan de flor en flor
Las abejas polinizan hasta el 85% de todas las plantas con flor. Esto se debe a que, en muchas especies, las crías se alimentan exclusivamente de néctar y polen. Por ello, las abejas obreras han de estar constantemente buscando comida con la que alimentar la colmena. 9 de las 20 000 especies son del género Apis y son melíferas (es decir, que producen miel). Entre ellas, la más conocida y extendida es la abeja europea (Apis melífera).

Pero no todo es dulce en el mundo de las abejas. Las prácticas agrícolas de las últimas décadas han propiciado la pérdida de su hábitat y acabado con muchas especies. Tanto es así que, de las 20 000 especies, al menos 5 000 no han sido vistas desde los años 90, y, aunque no se pueden marcar como extintas, los biólogos temen lo peor. Como indica Eduardo Zattara, biólogo del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente en Bariloche, Argentina: «Aunque las abejas melíferas pueden ser polinizadoras eficientes de muchos cultivos, la dependencia de una sola especie es muy arriesgada». Esto se debe a que la aparición de patógenos o los cambios en los patrones climáticos podrían acabar con gran parte de la población si se dan las circunstancias.
Por ello, existen estudios científicos e iniciativas que tratan de introducir especies o genes específicos que combatan las enfermedades más comunes, como las causadas por bacterias, virus y hongos.
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Fuente: National Geographic
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