• ¿Inversión o imposición? El acuerdo de Mary Hernández en Santa Isabel genera dudas como la mayoría de proyectos que ha llevado a cabo la alcaldesa

 

 

 

 

Redacción/CAMBIO 22

Felipe Carrillo Puerto, Q. Roo. – Bajo el discurso de desarrollo sostenible y prosperidad, la presidenta municipal Mary Hernández encabezó la firma del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y el Desarrollo de Quintana Roo en el Ejido Santa Isabel. Sin embargo, más allá de los anuncios optimistas, la falta de transparencia y consulta previa con los ejidatarios genera incertidumbre sobre el verdadero impacto del proyecto.

El evento, realizado en la Casa Ejidal de Santa Isabel, contó con la presencia del Instituto para el Desarrollo y Financiamiento del Estado de Quintana Roo (IDEFIN) y representantes de la empresa Tempus Valorem Tulum S.A.P.I. de C.V., entre otros actores. Según las autoridades, este acuerdo busca generar empleo y diversificar la economía local, reduciendo la dependencia del turismo. No obstante, detalles clave como el uso específico de la tierra, los beneficios reales para los ejidatarios y los posibles impactos ambientales no fueron expuestos con claridad.

Promesas de sustentabilidad sin garantías

El discurso oficial sostiene que el proyecto respetará la biodiversidad y fomentará un crecimiento económico sustentable. Sin embargo, en la práctica, la llegada de inversiones privadas al campo ha dejado un historial de desplazamientos, explotación de recursos y cambios en el uso del suelo sin regulaciones claras. ¿Qué medidas concretas garantizarán que esta inversión no termine beneficiando solo a los empresarios?

Mary Hernández declaró que Felipe Carrillo Puerto vive un “momento clave” para su crecimiento con “inversiones responsables”, pero las experiencias previas en el estado muestran que los intereses privados suelen anteponerse a las necesidades de las comunidades rurales.

Ejidatarios sin voz en su propio destino

Uno de los puntos más polémicos es la participación real de los ejidatarios en la toma de decisiones. ¿Se les consultó previamente sobre el proyecto? ¿Se les brindó información completa sobre los términos del acuerdo? Hasta el momento, no ha habido un pronunciamiento público de la asamblea ejidal al respecto, lo que deja dudas sobre si esta iniciativa responde a un verdadero consenso o es una imposición bajo el argumento del “desarrollo”.

La firma del acuerdo es solo el primer paso. La comunidad de Santa Isabel deberá exigir transparencia y participación activa en el proceso para evitar que este proyecto se convierta en otro caso de despojo disfrazado de progreso.

 

 

Fuente Sistema de Notícias CAMBIO 22

redaccionqroo@cambio22.mx

LRE/RCM

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