• Las familias Loret de Mola y Coldwell buscan encarcelar a Wilberth Nahuat Puc, el comisario de Santa María Chi que se opone a una mega granja contaminante. Lo acusan judicialmente de daño a la propiedad y privación ilegítima de la libertad. En el caso predomina el racismo y la búsqueda de disciplinar a los indígenas como en los tiempos del esclavismo henequenero en Yucatán

 

Redacción / CAMBIO 22

Wilberth Nahuat Puc, comisario de la comunidad maya de Santa María Chi, ha denunciado la contaminación provocada por una mega granja con al menos 50 mil cerdos. Esto le valió una demanda por parte de los propietarios de la granja: las familias Loret de Mola y Coldwell, quienes con el apoyo de un equipo legal pro empresas, llevaron el caso ante la jueza Silvia Elena Torres Cobá, titular del Juzgado Cuarto de Distrito de Mérida, Yucatán.

El fallo se pospone

La audiencia con los abogados de los empresarios tuvo lugar entre la mañana y el mediodía del jueves 12 de diciembre, a la que Pie de Página tuvo acceso.

Durante la audiencia, la defensa de Nahuat Puc solicitó un plazo adicional para revisar nuevos informes y datos que presentó la empresa, y que supuestamente están relacionados con los hechos ocurridos en mayo de 2023, cuando la comunidad protestó contra los daños ambientales y a la salud que provoca la mega granja porcícola.

Los abogados de Puc, sin embargo, argumentaron que el plazo era necesario, pues les permitiría esclarecer los hechos y demostrar la falsedad de las acusaciones presentadas contra su cliente. Por eso, solicitaron un mes para llevar a cabo una revisión técnica de las pruebas, pero el equipo legal de la mega granja se opuso, buscando que el proceso no se prolongara, ya que una decisión favorable a los propietarios de la granja implicaría la detención de Nahuat Puc.

Finalmente, la jueza aceptó los argumentos de la defensa y, destacando que Nahuat Puc tiene derecho a todas las garantías procesales, estableció una nueva audiencia para el 6 de febrero de 2025.

El fallo fue recibido con malestar por los abogados de los Loret de Mola y Coldwell, mientras que los vecinos de Santa María Chi, que se habían desplazado a Mérida para apoyar a su comisario, expresaron su respaldo con aplausos y abrazos. El comisario, visiblemente emocionado, declaró:

«Hacemos lo que nos corresponde como servidores públicos y como comisarios de Santa María Chi. Seguimos adelante. Estos dos meses van a ser de beneficio para mí, lo siento de esta manera.»

A su alrededor, miembros de la comunidad maya, colectivos y organizaciones sociales, al grito de “¡No estás solo!”, dejaron claro que la oposición a la contaminación causada por la mega granja continuará el próximo año.

Fabricación de delitos

Las familias Loret de Mola y Coldwell son las principales impulsoras de las acciones legales contra Nahuat Puc. Estas familias controlan Chumoxil, Grupo Porcícola San Gerardo y Pecuaria Peninsular, empresas vinculadas a la mega granja de Santa María Chi, que también abastece a Kekén, la porcícola de Grupo Kuo, la cual ha sido señalada por la contaminación del agua y el medio ambiente en Yucatán durante los últimos 20 años.

Después de que, en mayo del año pasado, la comunidad maya intensificara su oposición contra la instalación de la granja debido a los efectos negativos sobre la salud de los habitantes, derivados de las quemas ilegales de excrementos realizadas en la granja, y tras comprobarse que el agua de los pozos del pueblo estaba contaminada por estiércol y otros residuos, los propietarios de la mega granja iniciaron un proceso judicial contra los líderes visibles de Santa María Chi.

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Los propietarios de la mega granja centraron sus acusaciones en Nahuat Puc, el comisario del pueblo, uno de los principales denunciantes del impacto ambiental generado por la instalación. Lo acusaron de daño a la propiedad y de privación ilegítima de la libertad. Afirmaron que el funcionario impidió la salida de los trabajadores de la granja durante una movilización popular ocurrida a mediados de 2023 y que dañó las instalaciones.

Sin embargo, desde mayo del año pasado, la comunidad de Santa María Chi ha mantenido un campamento de resistencia pacífica a más de 100 metros de uno de los accesos a la mega granja. En todo momento, la instalación ha permitido el libre tránsito.

Una causa marcada por el racismo

Nahuat Puc participó en las marchas contra las quemas ilegales, en las cuales participaron todos los habitantes del pueblo. Desde entonces, las protestas nunca se han dirigido contra los trabajadores de la granja ni se ha intentado dañar las instalaciones.

El proceso judicial contra Nahuat Puc, según los colectivos indígenas y asesores legales que apoyan su defensa, es un intento de imponer un control sobre las comunidades indígenas. Estos actos han sido comparados con las formas de control social presentes en la historia de Yucatán durante la época de las haciendas henequeneras.

El caso de Nahuat Puc no solo se debe a su oposición a la mega granja; también está relacionado con su identidad como maya e indígena, lo que, según algunos observadores, refleja patrones de discriminación histórica.

 


 

Fuente: Pie De Pagina

redaccion@diariocambio22.mx

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