Policías Municipales de Chetumal Preparan Huelga por Adeudo Millonario del Ayuntamiento

• El 15 de octubre fue prometido el pago atrasado, pero nunca se realizó

• La presidenta municipal habría desviado el dinero para la compra de una retroexcavadora, argumentando “urgencia en labores de limpieza de la ciudad”

Ricardo Jesús Rivas / CAMBIO 22

CHETUMAL, 27 de octubre. – El malestar entre los elementos de la Policía Municipal Preventiva de Othón P. Blanco alcanzó un punto crítico, los agentes se preparan para ir a huelga en los próximos días, tras casi diez meses sin recibir los pagos correspondientes al programa SUBSEMUN, con un adeudo que ya supera los 4 millones de pesos. La inconformidad crece ante la falta de respuesta de la presidente municipal Yensunni Martínez Hernández, quien en agosto pasado prometió liquidar el pago el 15 de octubre, fecha que, como tantas otras, fue incumplida.

Los oficiales, que desde enero no perciben el complemento salarial federal de aproximadamente 800 pesos quincenales por elemento, señalaron que la situación es insostenible y que no confían ya en la palabra de la alcaldesa. Según relatan, la única notificación reciente fue informal, en la que se les informó que el pago podría realizarse “hasta diciembre”, sin fecha específica ni garantía alguna. “Nos están mintiendo otra vez. Ya estamos cansados. Si no pagan, vamos a parar”, advirtió un policía que pidió reserva de su nombre por temor a represalias.

De acuerdo con información interna, los agentes tuvieron conocimiento de que el Ayuntamiento ya recibió los recursos federales destinados al SUBSEMUN, pero la presidenta municipal habría desviado el dinero para la compra de una retroexcavadora, argumentando “urgencia en labores de limpieza de la ciudad”. Sin embargo, el equipo —que costó millones de pesos— permanece sin uso, lo que crea indignación dentro de la corporación. La presunta reorientación del presupuesto refleja negligencia administrativa y un posible uso irregular de fondos federales.

La decisión de los policías de organizar una huelga representa un desafío directo a la administración de Yensunni Martínez y revela el profundo deterioro institucional y la persistencia de la lejanía del Ayuntamiento de Othón P. Blanco con sus elementos, a pesar del discurso oficial que pretende esconderlo.

La pérdida de confianza interna, la falta de transparencia y el incumplimiento salarial se convierte en un cóctel político peligroso en una corporación encargada de garantizar la seguridad pública. De materializarse el paro, Chetumal podría enfrentar una crisis de seguridad en plena Expofer, así como en vísperas de las celebraciones de Día de Muertos y con un gobierno municipal ya debilitado por el descontento social.

Más allá del adeudo, la situación refleja una crisis moral y política, donde los policías, que arriesgan la vida todos los días, deben ahora defender su derecho a cobrar lo que les corresponde. Mientras la presidenta municipal se concentra en actos mediáticos y discursos de cercanía, el conflicto dentro de su propia fuerza de seguridad amenaza con exponer el verdadero rostro de su administración.

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