• Escasa preparación o negligencia criminal, en el caso del policía municipal muerto en el cumplimiento de su deber. Al momento de la agresión no llevaba puesto el chaleco antibalas

 

  • Semanas atrás la presidenta municipal Estefanía Mercado había presumido acompañado de la gobernadora de una millonaria inversión en el equipo a su policía

 

  • Sin embargo, está madrugada se confirmó que la falta de preparación o negligencia sigue costando vidas en las filas de los cuerpos de seguridad oficiales

 

Redacción/Cambio 22

Cancún, 15 de mayo. – La violencia contra elementos de seguridad sigue cobrando vidas en Quintana Roo, donde este año ya se han registrado tres asesinatos de policías, sumando un total de 15 en los últimos cuatro años.
El caso más reciente ocurrió esta madrugada de este jueves en el fraccionamiento Villas del Sol, en Playa del Carmen, donde un agente municipal fue abatido durante una persecución… sin portar chaleco antibalas.

El policía asesinado fue identificado como Juan Pablo Torres de la Cruz, elemento activo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del municipio de Playa del Carmen.

El agente participaba en la atención de un reporte por violencia familiar, cuando, tras una persecución, fue atacado a balazos por un sujeto que posteriormente fue abatido por agentes estatales.

Lo indignante del caso es que el policía municipal no llevaba chaleco antibalas, lo que ha encendido las alarmas sobre la preparación y el equipamiento real de los elementos que diariamente arriesgan la vida.

Esto, a pesar de que la presidenta municipal de Playa del Carmen, Estefanía Mercado, ha presumido públicamente la adquisición de 300 patrullas nuevas, uniformes y hasta un helicóptero, como parte de su estrategia de seguridad.

La pregunta es inevitable: ¿de qué sirve todo ese aparente despliegue de recursos si un policía sigue saliendo a patrullar sin el equipo básico de protección? ¿Quién es el responsable de esta grave negligencia?

Es urgente que las autoridades municipales y estatales rindan cuentas y expliquen cómo es posible que, en plena crisis de violencia, los elementos carezcan de las herramientas mínimas para preservar su integridad.

Una tendencia alarmante en Quintana Roo

Los asesinatos de policías en Quintana Roo se han incrementado en los últimos años: dos en 2022, siete en 2023, tres en 2024 y al menos tres en lo que va de 2025.

Entre los casos más destacados están el asesinato de Fermín Cortés Burgos, mando de la SSC y ex director del Cereso de Chetumal, asesinado a balazos en abril de 2024 en el municipio de Othón P. Blanco.

José Roberto Rodríguez Bautista, secretario de Seguridad Pública de Tulum, fue asesinado en marzo de este 2025 durante un operativo, en un ataque atribuido a un grupo criminal.

Estos hechos reflejan una preocupante vulnerabilidad de las fuerzas del orden en un estado con fuerte presencia del crimen organizado y una creciente percepción de inseguridad entre la población.

A nivel nacional, la crisis continúa

Las cifras nacionales tampoco ofrecen un panorama alentador.
Según el registro de la organización Causa en Común, durante 2022 se registraron al menos 403 policías asesinados en México; en 2023 la cifra aumentó a 412, y en 2024 se contabilizaron al menos 320.

En lo que va de 2025, hasta el 15 de mayo, ya se han registrado al menos 160 asesinatos de policías, lo que representa un promedio de uno por día y un aumento del 40% respecto al mismo periodo del año anterior.

Los estados con más casos son Sinaloa (23), Guanajuato (22), Michoacán (12), Guerrero (11) y Jalisco (9).

Urge una revisión profunda

La muerte del agente Juan Pablo Torres no puede pasar desapercibida ni convertirse en una estadística más.

Es urgente que se investigue a fondo quién o quiénes son responsables de que este policía patrullara sin protección, y que se tomen medidas inmediatas para evitar que más elementos sigan muriendo por negligencia institucional.

La ciudadanía exige resultados, pero sobre todo exige respeto a quienes se juegan la vida todos los días. Porque mientras se presumen patrullas y equipamiento, la realidad demuestra que aún falta lo más importante: proteger a quienes nos protegen.

 

 

 

Con Datos del Sistema de Noticias CAMBIO 22

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/RCM

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