Poder, Propaganda y Corrupción
12 Oct. 2024
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A quienes el poder ha corrompido a grados absolutos se vuelve esclavo de las pasiones que engendra. Habrá entonces que seguir resistiendo
Javier Sicilia / CAMBIO 22
En estos tiempos miserables se ha vuelto un lugar más que común citar la frase del historiador Lord Acton: “Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”. La frase está tomada de una carta dirigida al obispo Mendell Creighton que, como otros, defendió el dogma de la infalibilidad papal promulgado durante el Concilio Vaticano I en 1869. Acton había sido un férreo opositor a él: “Los grandes hombres –decía en esa misma refiriéndose al Papa y a los reyes– son casi siempre malos (…) No hay peor herejía que el hecho de que el cargo santifique a quien lo posee”.
Como el profundo católico que fue, Acton sabía que el poder es una desproporción y como tal corrompe, es decir, altera por putrefacción hasta pervertir absolutamente. Atribuido a los dioses o a Dios, el poder en manos humanas conduce a las arbitrariedades y las atrocidades más espantosas. Por eso Acton, que era un liberal, buscaba que se le limitara.

Fuente: Proceso
OSM/ DSF





















