• Necesariamente Incómoda

 

Graciela Machuca Martínez/ CAMBIO 22

Desde el Observatorio Ciudadano de Tulum, contra el abuso del poder hacen una interesante observación respecto a los miles de inmigrantes extranjeros que llegan a Tulum y a toda la Riviera Maya en busca de trabajo, lo que repercute drásticamente en contra de la población local, la cual es desplazada en el mercado laboral.

Ante esta observación, considero que es de suma importancia que un gobierno municipal comprometido con el pueblo, a estas alturas del problema ya hubiera actuado, realizado las gestiones pertinentes ante las autoridades migratorias del país, porque si bien es cierto, es un derecho humano la migración, también es vital para la economía de los municipios de la Riviera Maya la reactivación de empleos para la población originaria, tomando en cuenta que los trabajos que les dan a los inmigrantes carecen de las condiciones mínimas laborales y se convierte en una esclavitud moderna.

Las autoridades de los tres niveles de gobierno alardean de las fuentes de empleo que se generan en la zona, pero se olvidan que miles de quintanarroenses se encuentran en la extrema pobreza debido a que los pocos empleos que se generan en la zona, son ocupados por personas inmigrantes.

Aunque desde los diagnósticos institucionales se invisibiliza o minimiza la inmigración de extranjeros sin documentos en Quintana Roo, en las calles, plazas públicas y zonas agrícolas se observan a estas personas migrantes.

Según el Diagnóstico de la Movilidad Humana en Quintana Roo (2022) de la Unidad de Política Migratoria, Registro, e Identidad de Personas (UPMRIP), el Estado (Quintana Roo) es un referente turístico nacional e internacional caracterizado principalmente por movilidad internacional documentada, migración interna y en menor medida procesos de emigración, migración de retorno y recepción de remesas.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 (Censo 2020) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Quintana Roo tiene 1.857.985 habitantes. De estos, 945.101 personas, lo que equivale a la mitad de la población, han nacido en otra entidad federativa, mientras que 39.586 personas son nacidas en el extranjero, representando el 2,1% del total de la población del Estado.

Del total de habitantes nacidos en el extranjero, 51,7% son mujeres y 48,3% son hombres. Los principales países de origen de estas personas son Guatemala (18%), los Estados Unidos (14,9%), Cuba (11,4%), la República Bolivariana de Venezuela (10,5%) y Argentina (6,9%). La inmigración internacional en Quintana Roo representa el 3,3% del total nacional, ocupando el lugar 12 de las 32 entidades federativas en número de inmigrantes.

La invisibilidad del fenómeno de la inmigración de hecho por parte de las autoridades federales, también se da por parte de la autoridad municipal que encabeza Diego Castañón Trejo, a quien no le interesa en lo más mínimo la crisis en materia de seguridad pública, así como de los servicios públicos que enfrente Tulum en este momento, solo lo que busca es tener la protección del ahora diputado federal, Ricardo Monrreal Ávila, de quien es su acompañante cada que este personaje de la política nacional viene a Quintana Roo a tratar asuntos de sus empresas y otros negocios que tiene en la entidad.

En la página de Facebook del Observatorio Ciudadano de Tulum, podemos darnos cuenta de una serie de anomalías del gobierno municipal documentadas por este organismo civil, como es la queja ciudadana del sector hotelero, ante las múltiples molestias que ocasiona la orden municipal en el sentido que todas las pipas que hacen extracción de aguas negras de las fosas sépticas de hoteles y restaurantes, deben abandonar la zona, antes de las nueve de la mañana, por lo que tienen que trabajar de siete a nueve de la mañana, causando graves molestias a los huéspedes, quienes pagan tarifas de 300 a mil dólares o más por noche, pero de manera permanente se despiertan con un ruido excesivo que producen las bombas de los camiones cisternas al extraer los desechos.

Se propone que esa limpieza la deben hacer alrededor del medio día, cuando ya los huéspedes están despiertos y el ruido ambiental mitiga el molesto ruido de las bombas, a una hora que la mayoría de los huéspedes aún están descansando, lo que representa un autosabotaje a la afluencia turística, provocado por el gobierno municipal, porque con estas molestias, los turistas se van decepcionados de los servicios de Tulum y deciden no regresar, una de las causas que el gobierno no quiere reconocer a la hora de quejarse del porque los turistas deciden ya no regresar.

Otro video que se muestra en la página del referido observatorio resalta que una de las rampas destinadas a las personas con alguna discapacidad física y que se tienen que movilizar con silla de ruedas, está obstruida por un contendor de basura que utiliza el servicio de limpia de la ciudad, lo que representa lo negligencia al prestar un servicio integral a la ciudadanía y a las personas visitantes.

 

redaccion@diariocambio22.mx

GFB/MA

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