Redacción/CAMBIO 22 

El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para este año indica una temporada de ciclones tropicales bastante activa, tan solo en el Pacífico, se esperan entre 15 y 18 ciclones, mientras que en el Atlántico la cifra podría oscilar entre 20 y 23.


La dependencia, prevé que entre 4 y 5 lleguen a ser huracanes de categoría 1 o 2, y de 3 a 4 podrían alcanzar las categorías 3, 4 o 5, y, si bien, no todos estos ciclones impactarán México, se puede esperar que al menos 4 o 5 ciclones pasen por territorio mexicano.


En este contexto, vale la pena resaltar la importancia de la prevención, y sobre todo, en la atención a situaciones de emergencia, donde el apoyo militar ha resultado vital para la recuperación de los sitios que se han visto impactados por este tipo de fenómenos meteorológicos a través del llamado Plan DN-III-E.


Pero ¿qué es el Plan DN-III-E?
El Plan DM-III-E es la herramienta clave en la estrategia de respuesta a desastres en México, que ha demostrado, a través de su historia y evolución su compromiso del país con la protección civil y la gestión de desastres.


Su origen se remonta al “Plan de auxilio a la población civil” creado en 1965, que lo incluyó como un anexo de la Tercera Edición del Plan Director de Defensa Nacional (DN-III).
El Huracán “Inés” y el desbordamiento del Río Pánuco que afectó aTamaulipas y Veracruz, en 1966, fue la prueba de fuego, demostrando que el plan efectivamente contribuía a una recuperación rápida y efectiva de la zona afectada.


Tras el sismo de la ciudad de México en 1985, fue una de los momentos clave en la historia del Plan.
Fue entonces cuando se tomó la decisión de crear el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y se fortalece la colaboración entre diferentes organismos gubernamentales, así como del sector privado y social.


El Plan DN-III-E proporciona directrices generales para que el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos realicen actividades de asistencia en desastres de origen natural o humano, con el objetivo de optimizar el uso de recursos humanos y materiales para garantizar una atención oportuna, eficaz y eficiente, así como apoyar en la preservación de bienes y el entorno de las áreas afectadas.
Desde su creación, el Plan DN-III-E es fundamental para la coordinación y ejecución de operaciones de emergencia, reflejando la capacidad de respuesta del país ante desastres y su evolución para enfrentar desafíos cada vez mayores.


Su éxito en situaciones críticas demuestra la efectividad de la planificación y la capacidad de adaptación en la gestión de emergencias.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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