Pilares del muro fronterizo del Parque de La Amistad, que están siendo reemplazados por unos más altos, harán ahora parte del Museo US como muestra del encuentro de migrantes y sus familias que ha tenido lugar durante décadas en esa área limítrofe entre México y EE.UU.
Una veintena de piezas del icónico parque, que estuvo cerrado durante la Administración de Donald Trump (2017-2021), pasarán a formar parte de la colección de la institución cultural, confirmaron a EFE sus directivos.
El director ejecutivo del museo, Micah Parzen, dijo que las piezas pasarán a ser parte de la institución por su valor “trinacional“, que une a Estados Unidos, México y la nación nativa del Kumeyaay-Kumai en ambos lados de la frontera.
Las piezas fueron derribadas la semana pasada cuando equipos de maquinaria pesada sustituyeron los últimos tramos de muro en la zona del parque con nuevos pilares intercalados de unos 9 metros de alto, el modelo de muro que impulsó Trump.
Los tramos separaron, en el binacional Parque de la Amistad, a la ciudad mexicana de Tijuana del sur del condado de San Diego, a unos 300 metros de distancia del océano Pacífico, tierras que originalmente poblaron los Kumeyaay-Kumai.
El muro fue construido inicialmente en 1993 con planchas de unos 3 metros de alto, lo sustituyeron en 2011 con las piezas que ahora pasan al museo, de unos 5.5 metros de alto y un peso de unos 1.8 kilos cada una.
Tanto el museo como la organización de los Amigos del Parque de la Amistad consideran que las piezas que estarán en exhibición en el representativo Parque Balboa de San Diego (EE.UU.) son “cápsulas del tiempo”, que fueron testigos de acercamientos culturales, religiosos, familiares, y sociales.
“Estos tramos de muro fueron una barrera para el paisaje, pero también se convirtieron en un lienzo donde se entrelazaron expresiones artísticas, creencias religiosas y políticas, sueños, frustraciones y emociones encontradas”, dijo a EFE la fotógrafa María Teresa Fernández, quien durante décadas ha documentado los cambios en el sitio.
Se trata de secciones del muro fronterizo que enfatizan que “la frontera entre Estados Unidos y México es, en esencia, un lugar de encuentro y esfuerzo humano creativo, un lugar de amistad”, indicó el reverendo John Fanestil, dirigente del grupo de los Amigos del Parque de la Amistad y quien durante diez años encabezó la Iglesia Fronteriza, con servicios dominicales simultáneos en ambos lados del muro.
El director ejecutivo de la Fundación Prebys, que apoya el proyecto del museo, Grant Oliphant, dijo respaldar “la capacidad de la comunidad para preservar estas secciones, porque reflejan una narrativa cultural rica y matizada, que define nuestra región”.
El Consejo Asesor Comunitario del museo determinará la mejor forma de presentar las piezas del muro del Parque de la Amistad.