Perspectivas sobre la Temporada de Huracanes de 2024
21 Jun. 2024
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Las temperaturas cálidas récord de los océanos y un posible fenómeno de La Niña podrían crear una “tormenta perfecta” de condiciones necesarias para que se produzcan huracanes de gran intensidad, explican los expertos.
Redacción/CAMBIO 22
Dos meses antes de que comience oficialmente la temporada de huracanes del Atlántico de 2024, y casi seis meses antes de que entre en su pico típico, los meteorólogos ya predicen que podría ser especialmente activa.
Aunque es demasiado pronto para que los modelos ofrezcan una predicción oficial, ya que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos no emitirá un pronóstico hasta el 23 de mayo), los expertos que hablaron con National Geographic dieron sus explicaciones.
Ellos advirtieron que las cálidas temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico y el desarrollo de La Niña en el Pacífico pueden crear una“tormenta perfecta” de las condiciones necesarias para que se produzcan huracanes de gran intensidad.
Cómo se forman los huracanes
La clave para la formación de cualquier ciclón tropical (conocidos como huracanes, tifones o ciclones según su ubicación) es la combinación de temperaturas oceánicas cálidas y la ausencia de lo que se conoce como cizalladura del viento.
Alex DaSilva, pronosticador principal de huracanes de AccuWeather, explica que la cizalladura del viento se produce cuando el viento cambia de dirección y velocidad a diferentes alturas de la atmósfera.
Eso afecta a los ciclones tropicales, aclara, porque a esas tormentas “les gusta que sus estructuras nubosas suban directamente a la atmósfera. Pero cuando hay mucha cizalladura, cuando los vientos cambian de dirección y de altura, las nubes se desploman y no pueden crecer en línea recta. Esto impide que los sistemas tropicales se intensifiquen”.
También necesitan que el agua superficial esté a una temperatura de 26 °Celsius o superior. Esa agua caliente y el aire caliente que se encuentra justo encima de ella proporcionan el combustible para la tormenta. A medida que el aire cálido se precipita hacia arriba, crea un sistema de baja presión bajo el huracán, hacia el que se precipita más aire caliente, permitiendo que la tormenta siga creciendo.
Sin embargo, la intensidad de una tormenta depende en mayor medida del contenido de calor en los primeros 100 metros de profundidad del océano, explica Matt Rosencrans, del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
“Si el agua es muy poco profunda, se agitará y tal vez suba algo de agua fría. Pero si hay una gran reserva de agua caliente, la tormenta seguirá sacando agua”, apunta.
Fuente: National Geographic
HTR