Miguel Ángel Fernández / CAMBIO 22 

En la carretera Bacalar-Buenavista, una vía esencial para la conectividad en Quintana Roo, prevalece el deterioro significativo visible en peligrosos baches de grandes dimensiones.

Esta situación ha provocado daños considerables en vehículos, incluyendo la pérdida de neumáticos y afectaciones en la suspensión, generando preocupación entre los automovilistas que transitan por la zona.

El problema se agrava por el lento avance en las labores de reparación. A pesar de las quejas y solicitudes de intervención, las autoridades responsables la velocidad de los trabajos es lenta y parece que la navidad llegará antes de la solución de este problema que afectará a miles de usuarios diariamente durante la temporada vacacional.

La lentitud en más reparaciones por parte de la SEDENA no solo afecta la movilidad y seguridad de los conductores, sino que también tiene implicaciones económicas, ya que los propietarios de vehículos deben asumir los costos de las reparaciones derivadas de los daños sufridos.

La situación en la carretera Bacalar-Buenavista refleja un problema más amplio en la infraestructura vial de Quintana Roo. Esta vía es un segmento de la carretera federal 307, que conecta Chetumal con Cancún, que tiene un total de 870 baches registrados, causados por el paso de vehículos pesados por la obra del Tren Maya.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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