Noé Peniche Patrón/CAMBIO 22

La sucesión Presidencial y la Guerra Fría motivaron el Movimiento Estudiantil de 1968.

Etapa que me tocó vivir como presidente Nacional de Estudiantes de Tecnológicos y vice presidente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos.

Al cumplirse 54 años de lo ocurrido en la plaza de las Tres Culturas, me lleva a la conclusión que la Sucesión Presidencial que vivía nuestro país y la guerra fría que las grandes potencias enfrentaban, nos llevaron al llamado “Movimiento Estudiantil del 68”.

Tres montajes que son ya parte de la Historia

Todo se inició el 21 de julio, en la Ciudadela, con una “nalgada que nunca se dio”, nuestros compañeros de la vocacional 5 del I P N reciben el aviso que nuestra porrista estrella había sido manoseada por estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena de la UNAM, acto seguido nuestros compañeros vandalizan la escuela universitaria. Tras dos días de enfrentamientos en que la policía capitalina del Gral. Alfonso Corona del Rosal (aspirante presidencial) solo observa e inesperadamente los policía reciben indicaciones de ocupar salvajemente las instalaciones de la Vocacional Cinco, dando como resultado maestros y alumnos heridos. Lo anterior es considerado como (el PRIMER MONTAJE de provocación) un paro nacional de escuelas técnicas, por 72 horas, sin el apoyo de los universitarios. Dado que el comunicado por parte del aspirante presidencial “Qué era resultado del enfrentamientos entre politécnicos y universitarios”.

El “Segundo Montaje”

Este se da cuando el regente capitalino Grl. Alfonso Corona del Rosal solicita al Secretario de la Presidencia Emilio Martínez Manatu – también aspirante presidencial- la intervención del ejército, la respuesta fue “Sale la policía capitalina aduciendo que no puede con el conflicto, para que intervenga el ejercito en la Escuela Nacional Preparatoria o de San Idelfonso” donde ya unidos politécnicos y universitarios se refugiaron al ser agredidos nuevamente por la policía capitalina.

Se dan varios minutos en que pensamos que el cerco de la policía capitalina iba permitir la salida de nuestros compañeros, “grave error”, el ejército se acercaba para desalojarnos destruyendo el histórico portón. Hecho que las autoridades tratan de justificar con otro comunicado Oficial donde indican lo siguiente “Enfrentamiento de irresponsables estudiantes con la rivalidad Polí-UNAM destruyen portón de Histórico edifico sede la preparatoria uno”.

Sin embargo, un joven yucateco logró pasar detrás de los militares y fotografiar el preciso momento del BAZUCAZO” foto que cambio la historia.

El Tercero y triste montaje”

Este ocurre, el 2 de Octubre de 1968 -fecha que pasé en Alemania, con otros compañeros dirigentes-.

Antecedentes, El día que el ejército ocupó la UNAM (El Poli ya estaba ocupado), el consejo general de huelga se reunía en el auditorio Che Guevara y el presidente Díaz Ordaz instruye “los quiero en los juzgados declarando” pero, en la ocupación se escaparon todos, esa misma indicación se dio en la Plaza de las Tres Culturas, los miliares obedecieron y mis compañeros dirigentes estudiantiles aparecieron en el campo Militar y de ahí a Lecumberri a declarar en los juzgados, como indicó Díaz Ordaz.

Mentira, el ejército no los mató, protegió a los dirigentes integrantes del Consejo General de Huelga.

Los muertos, en su mayoría, son los que fueron encontrados aplastados ante un Montaje Mal planeado para simular un enfrentamiento entre agitadores comunistas y el ejército, por medio de una bengala lanzada desde un helicóptero, que hizo correr y matar a gente inocente que falleció aplastada durante la huida.

Cadáveres desaparecidos

Hoy día frente a mis nietos me sigo preguntando. ¿Qué necesidad había de desaparecer los cadáveres y que éstos no recibieran cristiana sepultura, producto de un montaje mal planeado, todo para ocultar a los ojos del mundo, pues a 10 días de la justa Olímpica, a los corresponsales extranjeros no les interesaba tanto la información de la fiesta Olímpica, sino mostraban interés por los antecedentes de la Primavera de Praga y el Mayo Francés, ocupándose más del movimiento estudiantil que del deporte y especularon mucho sobre la realidad y de lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas al no enterarse de ningún funeral. Parafraseando al inolvidable Juan Gabriel, “Pero qué necesidad”.

 

redaccion@cambio22.mx

RHM

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